Acto 7

Magnolia bajó al bar del W. donde se encontró con un hombre de traje bastante corpulento en la barra; ordenó un Martini para ella y él pidió un Wisky en las rocas. El barman les sirvió lo que pidieron. Eran las ocho de la noche y Chazz aún no regresaba de la fiesta country.
      _Su nombre es Ester Carter, trabaja en éste café_ decía el hombre, pasándole a Magnolia un sobre con unas fotografías y le señala la que tiene la fachada de un café, pero ella solo dio un vistazo a la foto, su atención estaba en las que aparecía Ester_ hoy su hijo estuvo comprando cosas de mujer en la mañana, lo seguí como me pidió, mas lo perdí luego, pero creo que dichas cosas eran para la chica: vestido, zapatos, accesorios…
       _ ¿Qué más sabes de ella, Jackson?_ preguntó Magnolia.
     _Se está quedando con una amiga en el apartamento de un hermafrodita en Brooklyn; no es neoyorquina, vino a la ciudad por unas clases que imparten de diseño de modas desde Nueva Orleans_ respondió Jackson, bebió un trago de Whisky_ tiene unos tres hermanos, pero no lo son como tal porque al parecer es adoptada.
      _ ¿Adoptada?_ inquirió Magnolia.
      _Sí, por lo que pude averiguar en servicios sociales, fue abandonada de bebé en un parque de Nueva Orleans_ al escuchar esto, Magnolia arruga la foto de Ester sonriendo en Coney Island con Chazz, él haciendo que coma una palomita de maíz_ luego ésta familia adoptó a la niña_ Jackson le señaló a una pareja en otra fotografía_ la chica tiene veintidós años…
      _Siente años menos que mi Chazz_ lo cortó la Mujer, mirando con rencor a Ester, luego alzó el rostro y miró al hombre_ Jackson, tengo una nueva misión para ti ¿Puedo contar contigo nuevamente?
      _Siempre puedes contar conmigo para lo que sea, Magnolia_ aseguró él, posando una mano sobre la de ella.

_Hay que ver que ese condenado de Chazz tiene un muy buen gusto_ se dijo Fox, aguardando dentro del mercedes cuando vio saliendo a Ester del edificio de apartamentos acompañada de su amigos: Amanda con un vestido sencillo pero elegante, Steven de traje gris con chaleco verde esmeralda y los cabellos rubios, Jules usando un traje negro de alquiler y se toqueteaba la corbata incómodo pues odiaba vestir así; y luego estaba Ester que reñía a Jules diciéndole que se dejara la corbata quieta, ella estaba más que hermosa con el vestido que le había regalado Chazz y el cabello recogido en un elegante moño, llevaba unos guantes blancos largos puesto, zarcillos de cristales, pulseras de plata y una sencilla cadenita de la que colgaba un zafiro. Fox adivinó que todo lo que llevaba Ester, se lo había regalado el actor y que por eso el día anterior dejó plantada a Magnolia en el lobby. Cuando los cuatro amigos llegaron, Fox los saludó, Ester se subió delante con él_ se le ve muy bien ese color.
      _Gracias_ agradeció Ester, se sentía un poco incomoda por que le daba la sensación de parecer una princesa.
      _Bueno andando, que ya es tarde_ anunció Fox, poniéndose en marcha.
      _ ¡Qué emoción!_ exclamó Steven, desde atrás.
      _Yo no le veo nada de emocionante, odio vestir así_ se quejó Jules_ debieron dejar que me quedara viendo la película de zombis.
      _No seas ridículo, no viniste a Nueva York a estar echado en un sillón para ver la televisión, sino para visitar y acompañar a Ester_ le recordó Amanda, dándole un manotazo para que se dejara la corbata_ ¿No era eso lo que dijiste?
     _Sí, pero ella va a un teatro y no me agradan esos lugares, una noche que no la pasemos juntos no quiere decir que se caiga el cielo_ expresó Jules.
      _No puedes decir que no te agrada estar en un teatro cuando nuca has ido a uno_ comentó Amanda.
      _He visto bastantes películas donde los muestran como para saber que son aburridos_ dijo Jules.
     _ ¡Dios que falta de cultura! Una cosa es la tele y otra muy distinta la realidad_ respondió Steven_ además, es lo mismo.
      _No lo es, en una obra de teatro no tiene efecto especiales y en la tele sí_ contrarió Jules.
      _ ¡Ah! No se puede discutir contigo_ dijo Steven.
     Ester no decía nada, solo miraba fuera el trafico a través de la ventana del coche y los escuchaba discutir atrás; su mente y corazón estaban en esos momentos acaparados por Chazz, solo pensaba en él preguntándose si lo vería al llegar o que diría al verla usando el hermoso vestido que le regaló, si le iría bien y no haría el oso en el escenario <<Lo hará bien, Ester, está más acostumbrado que tú a hablar ante una multitud, es lo que hace, actuar>> le dice la vocecita en su cabeza. Cuando llegaron al teatro, había muchas personas emperifolladas y varios reporteros, los flashes destellaban aquí y ahí. Ester se sentía incómoda, aunque nadie supiera quién era ella por muy acompañada que estuviera de Fox que les indica luego donde está el palco que les corresponde.
      Le pareció que era un teatro hermoso <<Bueno tal vez lo pienso así porque es la primera vez que estoy en un teatro>> desde donde estaba podía apreciar todo el escenario, a ella y a los demás les habían dado unos binoculares, aunque no estaba muy lejos así que Ester consideró que no los necesitaba. Y mientras Steven no dejaba de asombrarse, quien mostraría alegrías, llantos y enojos durante todos los actos; una Amanda que no dejaba de escribirse con Rick por el móvil ajena a los personajes de allá abajo; y un Jules que roncaba y se babeaba con la cabeza ladeada, desparramado en su asiento. Ester se concentró en la obra. Amó a Chazz y su actuación, era como ver una faceta diferente de él, apoderado completamente del roll del príncipe Hamlet; y viéndolo ahí en el escenario, también lo sintió distante y deseo estar allá abajo con él. Sintió algo de celos también hacia el personaje de Ofelia, pero se recordó que no era Chazz quien amaba a la hija del Chambelán si no Hamlet y lloró la muerte de la joven.
      Cuando se aproximaba el final de la obra y Chazz (Hamlet) luchaba con espada contra el actor que hacía el personaje de Leartes, alguien le tocó el hombro. Ester se volvió, era una chica del vestuario que le entregó un papel doblado y luego se retiró. Amanda no le prestó atención, sonreía con algún comentario de Rick que leía en el móvil y Steven se mordía los nudillos preocupado por el enfrentamiento en el escenario, él si se tomaba la obra como si fuera real y a Ester le recordó a su abuela gritándole a algún personaje de una novela en la tele. Desplegó el papel, tenía la letra estilizada de Chazz: Cuando acabe la escena diez del quinto acto, ve a la salida y espérame ahí. En la escena once y última, no salgo y no te pierdes de nada, pero si te interesa saber, yo te la cuento. Chazz… Se preguntó que querría Chazz y por qué le pedía que lo esperara en la entrada, guardó el papel en la cartera tipo sobre que llevaba y que hacía juego con su vestido, regalo también de Chazz. Volvió la vista justo a tiempo para ver morir al personaje de Gertrudis. Luego llega la escena en que ve morir a Hamlet, algo que la entristece porque llegó a querer al príncipe <<O más bien quieres a Chazz>> dijo la vocecita; entonces abandonó el palco, sin que Steven que estaba casi encaramado en la barandilla con las mejillas surcadas de lagrimas y la angustia grabada en el rostro se percatara de su escape, Amanda tampoco se dio cuenta rebuscando un pañuelo en su bolsa para su sensible amigo, en cuanto a Jules pues ese volvía a estar más que dormido.
      El vestíbulo estaba lleno de reporteros aguardando el final de la obra, así que se quedó apartada donde nadie la viera, entonces alguien le pegó un susto cuando la cogieron del brazo y la llevaron lejos de ahí. Era Chazz y llevaba una peluca rubia, ya no vestía con el atuendo de la obra, sino de etiqueta; y aunque corría delante de ella tironeando de su brazo sin poder verle el rostro sabía que era él, por el tacto de su mano que le aferraba con fuerza la muñeca aunque llevara puesto los guantes, además de su perfume. Salieron por otro lado del teatro a la calle totalmente libre de fotógrafos, reporteros o paparazis, algunos transeúntes les echaban una mirada a los emperifollados jóvenes que caminaban por la acera con prisa, ella con cara de preguntarse a donde iban y él con semblante serio. Ester se soltó antes de que se alejaran más del teatro.
      _ ¿Se puede saber por qué salimos corriendo así?_ quiso saber ella.
      _Quiero que me acompañes_ dijo él.
      _ ¿A dónde?_ preguntó Ester.
      _Vamos a celebrar_ respondió Chazz, con una sonrisa de maniaco.
      _ ¿A celebrar qué?_ inquirió ella.
      _Pues mi actuación ahí dentro en la obra.
      _Obra que te recuerdo ni siquiera había terminado cuando me pediste que dejara el palco.
      _Eso no importa, sin Hamlet el resto de la obra no le interesa a muchos.
     _Que egoísta eres ¿Qué hay de los demás? No podemos irnos así como así. Amanda podría preocuparse y Jules, y a Steven estoy segura de que le encantaría venir…
      _Los demás no te importen, Amanda no se preocupará. Fox se encarga de todo. Tú y yo nos vamos a ir de fiesta.
      _No puedo irme así como así, Chazz.
      _Mira, ya te dije que Fox se encarga de todo, él avisará que estás conmigo y si quieres le envías un mensaje a Amanda. Pero por favor, ven conmigo ¿Quieres que me arrodille? Porque soy capaz de hacerlo.
      _No, no te arrodilles, sería algo vergonzoso y me daría más pena que a ti. Está bien, iré contigo.
      Ester no podía decirle que no, el actor tenía una mirada de esas que convencen a cualquiera. Contento, Chazz detuvo entonces un taxi, le abrió la puerta y una vez dentro, le pide que se ponga unos auriculares y escuche la música que tenía en un MP4, ella pregunta para qué y él le dice que le gustaría que escuche las canciones le gustan, que desea le conozca un poco más, que eran en su mayoría canciones compuestas por su padre y que quiere llevarla a un lugar sorpresa mientras escucha la música. Ester acepta y una vez suena la banda de una balada de Rock en sus oídos, no escucha la dirección que Chazz le da al conductor. El coche se pone en marcha y ella ve por la ventana cómo se alejan del teatro, y abandonan luego la calle Broadway; siente entonces la mano se Chazz, cubriendo la suya que descansaba en sus piernas aferrando el sobre, lo mira y él le sonríe dulcemente. No puede apartar la mirada de los ojos del actor, se siente perdida en ellos mientras suena otra canción y aunque siente que él le está quitando el sobre, no hace ningún movimiento para detenerlo. Luego lo ver sobresaltarse ligeramente y extraer de alguno de sus bolsillos su móvil, responde un mensaje de alguien, apaga el móvil y lo vuelve a guardar. Chazz fija la vista al frente.