Tus últimos seis días

✦ Epílogo — Cuando el sol ya no quema ✦

El palacio de Lierhart, antes tan dorado, ahora brillaba de forma distinta.

Las banderas nuevas ondeaban con orgullo: tres estrellas resplandecientes y una luna plateada en el centro.

Los pueblerinos ya no caminaban con miedo.

El silencio de siglos se rompió.

Las puertas se abrieron.

La gente salió.

El palacio fue abandonado por los hombres…

Pero no por los recuerdos.

Ahora, si uno pasaba cerca, podía escuchar risas.

Risas verdaderas.

En los jardines, bajo el sol suave y entre las hydrangeas azules, cuatro niñas corrían.

Allora Alva Althea y Eloís.

Saltaban. Se tomaban de las manos.

Jugaban por fin.

Eran libres.

El reino no volvió a ser igual.

Pero fue mejor.

Más justo.

Más humano.

Y así terminó.

No con una corona.

No con un trono.

Sino con una verdad que, después de tanto tiempo, se negó a morir.




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