Capítulo 9: Samantha Coleman

11 de Enero, 2023

 ―Paquete para Amanda  ― nos interrumpe el repartidor.

 ―Si, soy yo  ― dice Mandy risueña mientras recibe el enorme ramo y firma.

 ―No sabía que tenías pareja, Mandy  ― mencionó alguna vez unas citas pero jamás algo fijo.

 ―No tengo, Samie. Lo más probable es que sean de mis hermanos. Si te conté que todos los años para mi cumpleaños me mandan rosas.

 ―Que suerte, amiga. Lo único que me dan mis hermanos en mi cumpleaños es dolor de cabeza  ― río con nostalgia. Los extraño. Mandy nota mi cara de tristeza en un milisegundo.

 ―Tranquila, cuando atrapen al asesino los vas a ver de nuevo. Hola Josh!  ― saluda a mi amigo que venia detras mio, y luego desvía su atención para abrir la nota del ramo.  

 ―Me asusté cuando no te vi en casa esta mañana  ― vuelve a reprocharme como durante todo el camino a la oficina.

 ―Ya te dije que fui al cementerio y a comprar lo del desayuno, pesado  ― me doy vuelta para seguir hablando con Mandy, pero veo que esta palida y temblando.

 ―¿Mandy?  ― la sacudo con fuerza hasta que sale del trance en el que estaba y me entrega la tarjeta mientras comienza a llorar.

“Feliz cumpleaños, Mandy. Te voy a dedicar mi asesinato N°34. Con cariño, X. PD: nos vemos pronto, Sammy.” 

Luego de calmar el ataque de llanto de Mandy, me dirijo a la sala de conferencias donde el equipo está revisando la nota.

 ―Claramente sabe mucho de nosotros. Dónde vivo, el cumpleaños de Mandy. ¿Estamos seguros que no es nadie del FBI?  ―   digo sarcásticamente. 

 ―Es imposible que se haya convertido en agente si es un asesino. Tendría que haber engañado a los perfiladores más experimentados para hacer el ingreso. Además, acordarte que se hace una verificación de antecedentes. Estadisticamente, este tipo de asesinos en serie no comenzaron con asesinato, pero si con cosas pequeñas y, si tenia antecedentes criminales, no hay forma que fuese aceptado en la academia  ― Will me recuerda, aunque ya lo sabia y solo estaba bromeando.

 ―Yo era super problemática en mi adolescencia y jamás tuve antecedentes ― digo intentando encontrar una explicación.

 ―Vender respuestas de exámenes no es ser problemática, Sammy  ― agrega Josh y todos ríen.

 ―Dormí con un ojo abierto, Joshua  ― lo miro con cara de pocos amigos y le saco la lengua.

Luego de un buen rato de revisar la información que teníamos me doy cuenta de algo.

―La nota dice “Te voy a dedicar mi asesinato N°34”, o sea que todavia no pasó  ― todos me miran y coinciden.

 ―Pero, ¿Cómo vamos a saber quien es su proximo objetivo?  ― pregunta Andy.

 ―No sé, pero tenemos que encontrarlo antes de que vuelva a matar  ― sentencia Butler.

 Cinco horas y seis jarras de café más tarde, no encontramos absolutamente ninguna posible victima. Revisamos todas las bases de datos, hicimos correlacion entre las victimas conocidas y otros con crimenes similares pero nada tenia sentido.

 ―Propongo que tomemos un descanso y vayamos a comer, ya es tardisimo y tengo hambre  ― dice Andy y todos estamos de acuerdo.

 ―Quiero pasta, ¿alguien quiere algo de Robioli? Estoy deseando su fetuccini con camarones ― pregunto al resto del equipo.

―Yo te acompaño ― dice Butler ― estoy deseando tambien pasta.

―Mmmmm esos antojos.. ¿Sara no estará embarazada de nuevo? ― me río de su cara de horror.

―Callate, suficiente con los gemelos ya ― me dice riendo.

Sara es la esposa de Will. Una rubia de metro cincuenta con un caracter que asustaria al mismisimo diablo. Apesar de eso, es muy buena y siempre nos hace galletas cuando tenemos alguna vigilancia larga. 

De camino a Robioli, Will me preguntó si el apartamento de Stan ya estaba listo para mudarme.

―Si, hoy me confirmaron que el sistema de seguridad esta funcionando asi que a la noche movemos las cosas con Josh. Planean turnarse para dormir en el sillon y cuidarme, ¿lo sabias? ― digo riéndome con incredulidad.

―Sí, fue idea mia y de Josh ― sentencia ante mi burla.

―No es como que sepa usar armas y pueda protegerme sola, claro ―  añado sarcastica. Un poco molesta tambien.

―No me importa. Estas en la mira de este psicopata, no te va a venir mal tener un poco de apoyo si decide aparecer ― se encoje de hombros y me da una sonrisita.

―Bueno, pero no se sorprendan si me les escapo para tener algo de paz ― digo mientras cruzo mis brazos en clara señal de molestia.

Recogimos el pedido de Robioli y volvimos a la oficina sin hablar mucho más. Luego de comer seguimos investigando un poco más pero nuevamente sin suerte. A las 17, Josh y yo nos despedimos del resto del equipo en el estacionamiento y nos dirigimos a casa de Josh para buscar mis cosas.

―Podes quedarte un dia más, no hace falta que te vayas hoy ― Josh casi suplicaba.

―Nop, me voy hoy. Ya demasiado te usurpé la casa ― dije decidida. ―Aparte esté donde esté me puede pasar algo, asi que deja de protestar.

―Bueno, pero el equipo de vigilancia se queda afuera del apartamento y vas a tener un policia en la puerta todo el tiempo hasta que lo atrapemos. Además, uno de nosotros siempre va a estar con vos ― me miró como diciendo “no es negociable” y me encogí de hombros derrotada.

―Bueno, si. Ya habia aceptado esa parte igual, Butler me dijo que fue idea tuya y de él ― le tiré una camiseta a la cara enojada. Odiaba tener niñero.

De camino al apartamento pasamos por pizza para cenar, mañana Josh iba a acompañarme a hacer las compras para la casa. Al llegar, avistamos al equipo de vigilancia A quienes nos indicaron que debiamos esperar hasta que ellos ingresen y hagan una revision. Luego de la revision entramos y comimos la pizza.

―Bueno, traeme sabanas asi acomodo todo en el sillon ― indicó Josh mientras ponia lo que ensuciamos en el lavaplatos.