Ubi sunt: ¿qué fue de quiénes vivieron antes que nosotros?

Schadenfreude

Desmond había decidido ir a visitar a su profesora todos los días, pues pensaba que lo que mas necesitaba era compañía para que pudiera sentirse mejor. Lo sabía por experiencia.

—No tendría problemas, esta ciudad es tranquila —respondió Walter, dando su aprobación.

Así fue como en los días siguientes, luego de desayunar, viajaría a la plaza a acompañar a su profesora, llevando unos panes con él. El trayecto era breve, llegando muy rápido y siempre encontrando la tienda de campaña correcta. El primer día, durante el viaje, se topó por primera vez con un mendigo, el cual le estrechaba una mano, pidiendo comida. El joven estaba sorprendido, aunque no tardó en darse cuenta que era un refugiado. Sacó dos panes que llevaba y se los entregó. El hombre sonrió y le dio las gracias para empezar a comerlo a grandes mordiscos.

Cada vez que ella lo veía llegar, una sonrisa radiante se dibujaba en su cara. Para Rose-Marie, verlo llegar era motivo de alegría, la única luz que le quedaban en un mundo desconocido y en el que todo lo que le llenaba antaño se la habían arrancado de cuajo. Lo mas curioso es que ella pensaba que a lo mejor terminaría haciendo clases al joven, pero no fue así, si no que sus conversaciones giraron a otra dirección.

—¿Por qué decidió ser profesora? —fue lo que le preguntó en una ocasión, cosa que le dejó pensativa. Hacía mucho que no pensaba en aquello, aunque lo supiera perfectamente.

—Cuando era niña, yo nunca fui a la escuela. Lo que aprendí fue el oficio de mi familia, que era ganadera. Mis padres ni siquiera sabían leer y escribir, eso lo aprendí con un anciano que era vecino nuestro. 

"Hacerlo me abrió a un mundo de posibilidades que quería compartir con mas gente, pues pensaba que así mas gente saldría ganando. Supe que existían las llamadas escuelas, que eran la norma en las ciudades, pero no fuera de ellas. Con el tiempo, conocí a mas gente que compartía mis intereses, y juntando dinero, logramos viajar a Craco a estudiar pedagogía. Allí aprendí que a los profesores se iban a trabajar a las zonas amarillas les llamaban 'profesores normalistas'. Al graduarnos, viajamos de vuelta a nuestros pueblos para enseñar. El alcalde de Concord estaba muy interesado en levantar una escuela, así que me apoyó en todo lo que necesitaba. La escuela a la que ibas era mi sueño y mi vida, y ahora..."

El silencio que le siguió dejó incómodos a ambos. Sin embargo, no se dejaron llevar por la tristeza, pues una fuerza renovada les dominaba, logrando sobreponerse.

—¿No ha pensado en seguir siendo profesora aquí?

—Sí, y lo veo difícil. Ya cuando estudié entendí que a la gente de las ciudades no gusta de los pioneros. Será complicado que me acepten, mas en la actual situación. 

Eso último fue algo que el mismo Desmond se daría cuenta mientras regresaba a su casa, pues alcanzó a escuchar a dos personas conversar entre ellas.

—Esos refugiados se están llevando la comida.

—Y lo peor es que algunos ni siquiera gustan de ella, bola de malagradecidos.

—Esa gente nos odia. Es solo cuestión de tiempo de que intenten robarnos o hacernos daño. Deberían irse.

Pasó de ellos, considerando que simplemente eran un par de cascarrabias, y terminó por olvidar el suceso, mas interesado en la conversación con su profesora que algo que le ponía ansioso.

Sin embargo, al día siguiente, tal capacidad de ignorar no pudo ser aplicado. Cuando iba de camino a la plaza, vio un asalto. Dos personas trataban de arrancar el bolso de una mujer y su pareja. Ambos forcejeaban, pero no podían quitársela. La pareja de la atracada corrió hacia uno de ellos y le propinó un golpe tan fuerte que le hizo soltarlo. La sorpresa impidió a su acompañante reaccionar, el cual recibió un golpe en los brazos que hizo finalmente soltar a su presa. La pareja logró escapar, mientras que las personas que estaban cerca corrieron sobre los atracadores y comenzaron a golpearlos y patearlos en el suelo. 

Era la primera vez que el niño veía un robo, y quedó tan consternado que en lugar de ir a la plaza, regresó corriendo a su casa, donde se le contó a Walter y Joseph lo que pasó.

—Al menos, chico, no te pasó nada —le dijo su tío tras suspirar.

En la noche, durante la emisión de las noticias en la radio, se dio una en directo que llamó la atención de la familia Gallagher y Péricand, quienes se sentaron en los sillones a escucharla.

—Aquí Carlos Williams desde la Plaza Craco donde se está llevando a cabo la manifestación contra los refugiados, todo por el asesinato de dos de ellos tras que intentaran atracar a dos mujeres —decía mientras de fondo se escuchaban gritos y cánticos. "Pioneros de mierda, fuera de nuestra ciudad". "Que lo zombies os coman afuera". "Ladrones, asesinos, idiotas", entre otras eran las cosas que se alcanzaban a escuchar.

—Y una mierda —dijo Joseph para luego beber un sorbo de cerveza.

—La policía de la ciudad —continuó el periodista —ha acordonado la plaza para proteger a la gente que se mantiene allí y protegerlos de los manifestantes.

—¡Deberían protegernos a nosotros, no a esa gente! —exclamó uno de los habitantes de la ciudad.

—¡Traidores, solo se preocupan de los delincuentes, no de las víctimas!

La transmisión se cortó, pasando el conductor a anunciar que iban a pasar a una declaración del alcalde, que habló con un tono mas serio y formal de lo normal.

—Damas, caballeros, y otros. Pioneros y habitantes de la ciudad, les habla el alcalde Roman Scarlet. Con consternación me he enterado de los eventos ocurridos en la mañana, y cómo esto ha crispado a todos los involucrados en la actual crisis. Es mi deber informar que tales actos no serán tolerados, y que haremos todo lo posible por perseguir cualquier acto que vaya en contra del bien común. Pero esto no implicará irse en contra de los refugiados que no han caído en actos reprochables. Muchos de ellos solo buscan subsistir en la actual situación, y nada se conseguirá yendo contra ellos. Debemos mantener la sana convivencia entre nosotros y no dejar que las manzanas podridas nos pudran también a nosotros. Espero que para mañana esté todo mas tranquilo, por el bienestar de todos lo que están escuchando esta transmisión. Gracias.




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