Capítulo II — Creer

¿Por qué no puedo crear un futuro en el que seas feliz? 
 

Pero siempre te acabo lastimando.
 

¡Voy a salvarte!
 

Esa fue mi promesa, ¿verdad?
 

                                      *******
 

Aún sin entender que sucedía, la pequeña comenzó a moverse bruscamente.
 

—¿Que ha pasado?—
 

Se preguntaba la joven, asustando se al ver ese bebé en sus brazos.
 

La pequeña niña comenzaba sentir una fuerte presión en su pecho, haciendo que comenzara a llorar.
 

Con cuidado de agacho, dejando a la pequeña en el suelo del jardín.
 

—Lo siento, te lastime—
 

A los pocos segundos el dolor desapareció, haciendo que se tranquilizará.
 

La joven miraba a su alrededor, tratando de buscar a la persona responsable de la pequeña, pero no encontró a nadie.
 

Se toco la cabeza.
 

—No puedo recordar nada ¿acaso alguien te dejó en mi jardín?—
 

Se veía algo adolorida.
 

—"No se lo que pasa, pero no me preguntes a mi, no es como si pudiera hablarte."—
 

La pequeña la miro algo confundida.
 

Lo que hizo que la joven sonría.
 

La pequeña la miro con más detalles, una joven chica de cabellera larga este tenía un color azul muy oscuro, de ojos color rojos, en su cabeza traía una tiara de rosas, alrededor de su cabeza, al igual que sus muñecas.
Pero estas parecían tener espinas.
 

—Mi nombre es Thia—
 

Decía amablemente, mientras se levantaba.
 

—Debería ir a buscar alguien que te cuide, no creo que pueda hacerme cargo de ti....alguien como yo...solo podría llegar a lastimarte—
 

Decía esas palabras con tristeza, para luego enfocarse en la pequeña.
 

—Seguro no sabes de lo que hablo ¿verdad?, tranquila buscaré a alguien, espérame aquí—
 

Corrió hacia el castillo, dejando a la pequeña sola.
 

—"Debería irme"—
 

Trataba de levantarse, moviéndose de un lado a otro.
 

Levantando sus pequeñas manitas de un lado a otro.
 

—"Esto es demasiado difícil"—
 

A los pocos minutos dejo de intentarlo para quedarse quieta.
 

Observaba el cielo estrellado, y algunas flores que tapaban su vista.
 

Quedándose poco a poco dormida.
 

Al día siguiente 
 

Poco a poco abría sus ojos, para encontrarse con siete personas que la veían fijamente.
 

—Al parecer ya despertó—
 

Decía la joven que la había encontrado.
 

—Es tan adorable—
 

Comentaba otra joven que se encontraba ahí.
 

—La encontré ayer en mi jardín—
 

—¿Es bueno tenerla aquí?—
 

Algo preocupado preguntaba.
 

—Dijiste que estaba sola ¿verdad?—
 

Algo curioso preguntaba.
 

—Así es....—
 

Respondió.
 

—Bueno, podríamos cuidarla—
 

—Eso dependerá de el....—
 

—Es algo serio.....¿tal vez la mate?—
 

—No digas tonterías, puede ser serio, pero no creo que mande matar a alguien, especialmente matar a una niña—
 

—Tiene razón, de hecho deberíamos llevar con el ahora.—
 

Una de las jóvenes toma a la niña en brazos y salieron de la habitación.
 

Se dirigieron hacia una enorme sala.
En donde encontraron a un hombre mayor sentado en una mesa.
 

Se encontraba escribiendo.
 

—Padre, ¿podemos hablar?—
 

Con algo de miedo preguntaron.
 

Su vista se dirigió hacia ellos, y luego a la pequeña.
 

—"....."—
 

—¿Que sucede?—
 

Thia comenzó a contarle lo sucedido, el hombre poco a poco entendía la situación.
 

—Ahora, ¿Queremos saber que haremos con ella?—
 

—Es decisión suya—
 

Antes esas palabras se quedaron atónitos.
 

—Ya son lo suficiente mayores, para tomar decisiones por ustedes mismo, hagan lo que hagan tienen mi permiso–
 

Estos se miraron 
 

—Muy bien, gracias por escuchar padre, nos retiramos—
 

Se marcharon en silencio.
 

Todos se quedaron afuera de la sala.
 

—Bien, ¿qué haremos?—
 

Preguntaba la mayor del grupo.
 

—Cuidar de un bebé, no es fácil.—
 

—Si, pero, ¿tal ves debería quedarse?—
 

—Si, quisiera tener una hermanita—
 

—Deberíamos hacernos cargo de ella—
 

—Entonces nos quedaremos con ella—
 

—Hagan lo que deseen, no me importa, pero ustedes se harán responsable—
 

Decía mientras se marchaba del lugar.
 

—Si yo también, debo irme—
 

El otro joven también se marchó.
 

—Se que suena duro, pero tampoco cuenten conmigo.—