Parpadeo, parpadeo.
Desperté herido y con mis ropas destruidas incapaz de recordar.
Con dificultad me levanté y mire mi alrededor.
"Brillante"
Mire los grandes árboles brillantes hasta que.
Un dolor abismal recorrio mi cabeza cayendo me al piso, mientras me retorcía en agonía.
Luego de unos minutos el dolor disminuyo y volví a levantarme débilmente.
Al mirar mi alrededor me di cuenta que al parecer estaba en una especie de bosque encantado.
"Que este lugar"
Cuando trate de caminar sentí un dolor punzante en mi pierna izquierda, era una daga que está enterrada en ella.
(Es su propia daga)
Con dolor la saqué de mi pierna, al momento de sacarla nuevamente sentí dolor y me sujete mi pierna que sangraba.
Con la poca fuerza que aún mantenía rasgue mi camisa teñida de rojo.
La envolví como pude, creando presión para dejar de sangrar.
Con cansancio y no solo dolor de mis heridas si no también dolor muscular me moví cojeando al árbol más cercano y me recosté en el, con por fin un punto de apoyo observé detenidamente mi alrededor.
El aire golpeó mi cabello suave y cálido. Los sonidos de los insectos llenaron mis oídos.
Antes de caer en trance por el ambiente observé una espada verde oscura con un brillo apenas perceptible clavada en el suelo dónde antes estaba recostado.
Cómo es que no pude verla.
Por suerte aún conservaba mis fundas y cinturón, guarde la daga y me acerque a la espada.
Cuando finalmente toque la espada un dolor punzante cruzo por mi cabeza y pude recordar una cosa que me había pasado.
Hace mucho tiempo cuando yo era niño, fui a la capital con mi padre como su heredó, tenía que ir junto a él a la reunión de nobles.
Una vez que terminó la reunión caminamos por el jardín del palacio, mi padre desinteresado me dejó solo para que vagara por el jardín.
Cuando me pasee ví a un hombre de unos cuarenta años discutiendo con uno de los guardias.
"Por favor déjame pasar hay algo que tengo que entregarle a mi hermano"
El guardia lo miro molesto y hablo.
"Cómo y te hemos dicho el capitán Roan está en una misión y no volverá hasta que concluya su misión"
Me acerqué y me oculte en uno de los arbustos cercanos para escuchar su conversación.
"Bastardos siempre repitiendo lo mismo, ¿como va a estar 3 años en una misión?"
Grito molesto con furia hasta que uno de los guardias lo detuvo.
"Sir Petrov tendré que pedirle que se retire o tendremos aplicar sanciones a ustedes"
El señor enfadado se alejo de los guardias con lo que parecía un gran baúl a cuestas.
Decidí escabullirme y seguirlo.
Cuando lo hice lo seguí hasta un pequeño parque, al llegar el se sentó y dejo enfrente de el, el baúl. Cuando lo abrió ví una gran espada.

"Te prometí darte está espada, ¿Dónde estás hermano?"
Dijo para sus adentros cuando saco la espada del baúl y la sostuvo con ambas manos.
"Wooow"
Las palabras se me escaparon de la boca haciendo que Petrov me escuchará.
"¿Quien anda ahí?"
Al escuchar su pregunta nervioso me acerque hacia el
"O es un niño, ¿como te llama pequeño?"
"Hola señor, me llamo Rohan Bond Tyrsh"
"¿Eres un noble?"
Asentí mirando la gran espada que sostenía.
"O, ¿te gusta está espada pequeño?"
Volvi a asentir en silencio.
"Te gustan las espadas, ¿a caso quieres ser un caballero de mayor?"
"No yo quiero ser un gran aventurero de grande"
"Es raro ver a Niño que quieran ser aventureros y más si son nobles"
"A papá tampoco le gusta la idea"
Dije tímidamente.
"¿Quieres tocar Mint?"
Mint, ¿quien es Mint?
"Disculpa, ¿pero a qué te refieres con Mint?"
"A la espada claro."
Dijo Petrov sonriente.
Fin del recuerdo
Observé la que anteriormente era una gran espada.
Cuando la desenterre volví a sentir la descarga de fuerza en todo mi cuerpo.
"Lo siento por dejarte Mint, no volverá a suceder"
Luego de eso procedí a enfundar el arma y con la nueva energía renovada en mi cuerpo empeze a recorrer el lugar.
Camine escuchando los pájaros cantar conformando una armonía.
Casi dejándome llevar por el sonido no me di cuenta de la bestia estaba enfrente de mi.
Era un conejo de 2,5 metro aproximadamente, que tenía múltiples ojos como de mosca en su cabeza.
Antes de acercarme más ví lo que estaba haciendo. Estaba comiendo un lobo negro azulado, lamentablemente este animal ya había Sido mutilado por la bestia y estaba por seguir comiendo hasta que se giró y me vio.
Antes de que pudiera reaccionar el conejo rugió, el silencio reino por unos segundos en el bosques. Inmediatamente después el suelo debajo de mi empezó a temblar.
Los arbustos de mi derecha y izquierda sonaron y de ellos salieron otros dos bestiales conejos.
No estoy rodeado aún puedo irme.
Me dí la vuelta para corre y escapar de las bestias pero luego una sensación de sangre me lleno y un leve dolor se originó en mi muslo que chocaba con mi espada.
Irme, aún es muy pronto.