Un Acto Casi Nada Infantil

3

Parecía que había un concierto en mi mente, en el que había un público alocado gritando la letra de alguna canción. Tuve que sostenerme de la barra de la cocina al mismo tiempo que apretaba mi cabeza. Cuando regresó parte de la estabilidad, intente enviar un mensaje a Jordi, pero siempre tengo problemas con mi celular.

        Termine por llamarle. No le explique nada de lo que había sucedido, me gusta tratar este tipo de cuestiones en persona, solo le explique que hay una emergencia que requiere de su presencia. Fue un alivio saber que ya estaba cerca.

        Llego sudando y jadeando, se dirigió hacia mí y me agarro por los hombros mientras me preguntaba cientos de veces si me sentía bien; no pude contarle lo sucedido sin que me interrumpiera. Lo calme diciendo que el problema es para ambos.

        Exasperada e irritada le explique casi todo, me calle aquellas partes personales, no tienen importancia en el asunto principal.

        — Así que me ayudarás a resolver esto, parte es culpa tuya por insistir en ese absurdo paseo- agregue al final, no podía dejar perder la oportunidad de culparlo por todo esto.

        — ¿Por qué no te negaste?- preguntó ignorando la última parte de mi comentario.

        Era más que obvio que debí negarme, es lo que hubiera hecho usualmente, pero es que llegó a mi puerta un crimen en tiempos de necesidad, y luego aquel niño… tan parecido a mi hermano…

        — Por mi trabajo, obvio, si estas personas hablasen mal de mí, mis ventas bajarían.

        — Tus ventas están bajas porque no has escrito nada últimamente.

        — Es que la calidad se lleva su tiempo- Jordi parecía dispuesto a luchar hasta el final, pero el tiempo que tenemos tal vez sea apenas lo justo—. Pero ese no es el punto ahora. La cuestión es que nunca he fallado, así que debemos conseguirlo.

        — Pero yo no tengo experiencia en esto, usualmente resolvías casos así con…— no era necesario que terminase su comentario, además, el error ya fue cometido y no hay necesidad de que lo arregle.

        Solo una vez le hable de mi hermano, aclarando que no sé debe mencionar nada acerca de él. Ese día acordamos no discutir sobre los temas que queríamos mantener alejados.

        — Disculpa, no era mi intención…

        Levante la mano, no tengo ganas de escuchar excusas absurdas ni de molestarme por su comentario, debo aprovechar su descuido.

        — Solo di que eres parte de esto y que todo empezó por tu loca idea de ir a pasear.

        Entiendo en parte su rechazo en apoyarme en esto, pero hace mucho tiempo que no estoy en contacto con el exterior como él, así que lo necesito.

        Lo dijo a regañadientes y luego fue a sentarse al sillón de siempre. Yo hice lo mismo, lista para planificar los pasos a seguir para resolver estos crímenes y evitar que se consuma el tercero.

        — Te prometo que no tendremos que ver cadáveres, ni  sangre y no habrá heridos- aclaré esperando que se relajase un poco— Mi trabajo es investigar, no detener a quien o quienes hicieron esto.

        — De acuerdo- cedió, aunque no sonó nada convencido—, pero lo hago por nuestra amistad.

        Su intento vano de hacer que olvide su error que lo metió en esto tuvo que ser ignorado, de momento conseguí lo que deseaba, ya llegarán otras oportunidades de recordarle por qué término ayudándome en esto.

        — Primero, esto requiere de la mayor atención posible, así que haz lo que te diga al pie de la letra- aclaré para establecer el rol que tomara en este asunto—. Necesito que investigues todo lo relacionado con los crímenes, lo que haya en los periódicos, en internet, lo que rumora la gente; consigue lo más que puedas.

        — No me subestimes- dijo en forma de asentimiento.

        — Y yo voy a encargar una copia de los expedientes.

        — ¿Cómo vas a conseguirlos?- preguntó con gran interés.

        — Usando esta cosa y mi gran carisma- dije con el celular en la mano.

        Quedamos de vernos al día siguiente en la tarde, en lo que realizamos nuestro trabajo de recaudación de datos. Tuve que hacer varios intentos hasta que mi contacto en la policía me respondió.

        Siempre he creído que la persistencia da resultados, y no me fallo ésta vez, aunque tuve que soportar varios minutos de una conversación casual en la que se me pregunto con asombro mi intervención en este asunto. Nos citamos al día siguiente en una cafetería, en su tiempo libre para que me entregase los documentos, además de que desea hacerme un sinfín de preguntas.

        Sin mi amigo en mi casa y con mi bloqueo, no me quedaron más cosas que hacer. No tengo hambre y ya casi son las ocho, dormir sería lo más apropiado contando que mañana será un día atareado.

 

“Dormir temprano para despertar temprano”, es de los pocos consejos que mi madre me dio, por suerte fue útil. Me arregle lo más casual y cómodamente posible, un pantalón café oscuro, una playera negra y las botas de siempre.



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En el texto hay: asesinatos, crimen, detective

Editado: 22.03.2020

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