Capitulo 11

La hipnosis de la castaña. 

Blake

La primera semana de regreso a clases se basaba prácticamente en acoplarte a los horarios y maestros elegir las actividades extra curriculares que querías hacer para sumar puntos para tu graduación a futuro, yo ya tenia todo eso arreglado desde un mes antes de regresar a la escuela, solo me faltaba entregar los documentos, siendo de los primeros en realizar este tramite siempre encontraba todo vacío.

Las clases que tenia en su mayoría me gustaban, hasta la de literatura solo para ver a esa chica que entro tan confiada de si misma a la clase de los de ultimo año, necesitaba volver a verla, tenia tanta curiosidad por ella, no es como si eso no hubiera pasado algunos alumnos eran tan entregados al estudio que podían exentar materias o adelantarse, pero es chica, esa chica nos dejo hipnotizados a todos los varones en esa clase, para mi suerte hoy teníamos clase de literatura las ultimas horas.

— Por favor recuérdame hacerte caso con respecto a las fiestas entre semana, no soporto el ruido que hacen al arrastrar las sillas para sentarse. — Chace se encontraba sentado a un lado mío al final del aula, tenia una cruda infernal que no se le quitaba con nada.

— De todos mudos nunca me escuchas así que no me hagas prometer cosas a lo estúpido. — deje mis cosas listas sobre mi mesa, esperando a que entrara aquella chica, Nathaly creo recordar su nombre.

— Los mejores amigos están para ayudarse Blake. — Chace tomo su cabeza entre sus manos intentando calmar su dolor.

— Te estoy ayudando al no hablar mucho para que no empeore tu estado idiota. — básicamente de unos años para acá Chace se había vuelto un adicto al alcohol, responsable pero adicto a fin de cuentas.
 

La campana sonó indicando el inicio de las ultimas horas de clase, y yo seguía sin ver a la persona que me tenia con tanta intriga desde el día que entro por esa puerta, hasta que unas risas y murmullos tomaron lugar por el pasillo pude distinguir a tres figuras de mujeres, pero mi vista solo capto a una, ahí estaba ella, Nathaly se despidió de otras dos mujeres y entro en la clase, todo el mundo se quedo callado, se podía escuchar uno que otro mormullo pero nada de eso la impedía seguir con su camino.

No podía dejar de observarla, su seguridad en ella era algo que atraía tanto, eso era lo que hipnotizaba de ella, al igual que su figura delgada, con cabello largo y brilloso el castaño le relucía su perfecta piel que se podía ver suave, me picaron los dedos por poder tocarla, su perfume de vainilla llego hasta mis fosas nasales al momento que ella se sentó delante de mi y Chace, las mangas de la camisa del uniforme  las traía arremangadas hasta los codos, diablos esta chica tiene algo que no puedo dejar de mirarla.

— Hey amigo, cierra la boca que estas babeando. — Chace me palmeo la espalda en un intento de que yo despertara de mi hipnosis por la chica que tenia enfrente.

— Tomen asiento chicos la clase va a empezar. — el profesor entro haciendo que yo recobrara el conocimiento, tenia que hablar con ella. — Bueno chicos si no mal recuerdo la clase pasada les pedí que leyeran todo lo posible acerca de las obras de teatro históricas y me hicieran un resumen de las que a ustedes les llamaron más la atención así que por favor, trabajos en mi escritorio, regreso en cinco minutos necesito contestar esta llamada. — tomo su celular contestando la llamada antes de salir del aula, esa tarea la había echo ese mismo día a falta de vida social, vida escolar, tome mi folder y el de Chace que se encontraba a medio sueño.

Emprendí el camino al escritorio del profesor éramos unos treinta cinco alumnos en el aula y solo había como diez trabajos en el escritorio, gire para irme de nuevo a mi lugar negando con la cabeza, esto se veía a diario aquí, no les importaba las tareas ya que la mayoría le pagaba a alguien para que se las haga oh bien ni se molestaban en hacerla ya que como buenos junior tenían su graduación asegurada por donaciones desinteresadas de sus padres. Me sorprendió ver a bastantes chicos y chicas haciendo una bolita pidiéndole a alguien que les pasara la tarea y ofreciendo cantidades exagerantes por algo que tu mismo puedes hacer.

— Hagan algo malditos hijos de papi. — me sorprendí al escuchar eso, nadie se negaba al dinero, pero esa chica lo hizo, se abrió paso entre toda esa gente a su alrededor pasando por mi lado ignorándome, la nueva, Nathaly. —permiso. — me hice a un lado ya que de nuevo me encontraba hipnotizado por ella, pero dios esa chica que tenia, no podía dejar de verla. 

— Bueno bueno, pero que tenemos aquí. — el profesor entro de nuevo al salón viendo los pocos trabajos que había sobre su escritorio. — Chicos no solo por que sea la primera semana no van a entregar trabajos y tareas, son de ultimo año, es mejor que se centren desde un inicio para que a finales puedan disfrutar de su graduación sin tener la presión de los profesores encima por no estar al corriente. — me dirigí a mi lugar no sin antes ver de reojo a esa chica, ni si quiera le prestaba atención al profesor, estaba anotando no se que cosas en una pequeña libreta. — Para que aprendan un poco y debido a que la mayoría no hizo su tarea, tomaremos un trabajo al azar para que puedan tener algo de información y la clase sea más entretenida. — genial ahora nos trataba como niños pequeños. — Tomson Nathaly, bien veamos que hay aquí. — el profesor ojeo el trabajo de la nueva. — Muy bien Señorita Tomson debo decir que me impresiona su trabajo, y la obra que eligió es una de las mejores, me puede decir el por que la eligió. — todas las miradas de nuevo se centraron en ella. 

— La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca, tras la muerte de su segundo esposo Bernarda se recluye he impone un riguroso y asfixiante luto por ocho años en sus hijas, en esta obra se puede ver la envida, el odio, la ambición y el poder jerárquico, no es muy raro a lo que se vive actualmente, solo que más evolucionado actualmente, si lee mi trabajo puede ver mi comparación de esa obra a nuestra actual socialidad, imponiendo con quien y cuando casarnos, decidiendo por nosotros.