Capitulo 2

   Desperté en la cama. Diablos que no respetaban mis deciciones! Me levanté y caminé hacia en baño. Ehh, no, era el vestidor...pero, tiene el tamaño de mi calleón, meirdas! La tercera puerta era el baño, era enorme, también. Me bañé rápido, sin usar las bueboas no nada. Luego, entré al vestidor. Entraron a la habitación tres muchachas a ayudar a vestirme. 

Yo- Hola, siéntense en la cama mientras me visto

Chica Uno-No, no podemos, en nuestro deber ayudarla en la tarea de vestirse.

Yo-No, no hace falta. Me gusta mi privacidad. Si quieren, luego desayunamos juntas.

  Bajan la cabeza y se van. Yo agarro la más siple de todo, una chaqueta de cuero blanco, con una camisa, unos jeans negros, unas tenis blancas y listo. Voy de vuelta al baño y me lavo el pelo y lo dejo suelto. Salgo del baño y voy al pasillo. 

  Luego de miles de vueltas, acabo perdida. Rendida, toco la primera puerta que veo. Espero y cuando abren, sale un chico rubio ceniza(parecido al de portada) y oos verdes oscuros. Tiene el pelo mojado y en su cintura está amarrada una toalla. Una fina fila de vello se pierde hacia abajo. También, es dueño de unos abdominales de pelicula. Para no bebear, fijo mi mirada en su cara.

Chico Hermoso..digo...el pájaro vuela-Que pasa mam...Quién diablos eres?

Yo-Ehh, la nueva hermana del heredero

Chico-Yo soy el heredero.

Yo-Imposible, el heredero es Jackson, yo hablé con él.

Chico-Jackson no e sel heredero. Él, es un hijo Ups, fuera del matrimonio. Y además, su deber era traer a mi nueva esposa. Y veo que la consiguió. Mi mamá te adoptó, cierto?

  Sin reponder, me di la vuelta y regresé por donde había venido. Otra vez, me perdí. Me metí en una habitación vacía. Snetía un vacío dentro mío. Como si me hubieran vuelto a dejar en el tacho de basura, pero que yo lo recuerdo. Bajé la almohada y dormí allí.

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 A la mañana siguiente, desperté con los ojos todos roos e hichados. Fui al baño y me tiré un poco de agua, me bañé y me preparé para salir. No sé como, llegué a la sala de desayuno. Allí, todos desayunaban felices y contentos. Solo estaba el rey. Luego, Flor no estaba, la niña tampoco...Jackson tampoco. Estaban el rey y el chico dice verdades. Tomo asiento a su lado.

Yo-Buenos días.

Chico-Son buenos para ´mí, saber que el idiota de Jackson logró su cometido, all igual que su maddre.

  Las ultiimas palabras tenían un deje de amargura.

Chico-No importa; ahora, dime tu nombre.

Yo-Solo si tu lo dices primero.

Chico-Sabe negociar, eh?

Yo-Cuando vives en la calle, aprendes de todo.

Chico-Así que salió de duras, eh. Ya bueno, mi nombre es Peter. Soy ell heredero, pero gracias a unos negocios antiguos de mi padre, debo esconderme para que no me pase nada. Pero, necesito a alguien para casarme. Ahora, tú.

Yo-Bien, mi nombre es Felicity, aunque en realidad no lo sé, porque me dejaron en un cubo de basura cuando nací. Dos vagabundos me encontraron y me enseñaron todo. Murieron hace unos 10 años, más o menos. En las calles, me dice Tormenta Plateda por mi pelo. Y fui traída aquí mediante engaños sucios, como mi pelo después de una semana

Peter-Oye, la verdad es que los siento, pero no puedo hacer nada. Acá, vivirás mejor. No tendrás que estar cuidándote la espalda todo el rato, robando las bolsas de los demás para vivir. Lo único si, es que...tendrás que darme un hijo.

  Peter se puso rojo y miró hacia abajo. Seguro pensaba que me iba a negar, pero lo cierto, es que siempre quise un bebé. Lo cuidarí hasta que me muera, cuidaría que nunca le faltara nada. Pero, si te ganas una reputación de peligrosa en la calle, es medio difícil que alguien quiera hacerlo contigo para tener un hijo.

Yo-Si, perfecto, siempre quise un hijo. 

  Los dos me miraron estupefactos. Les expliqué todo y me entendieron. Les pedí por favor, que no mandaran mucamas a que me vistieran, odio que me vean desnuda.

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  Estaba tocando el piano en una habitación que encontré. La verdad, es que me es raro, nunca aprendí a tocar el piano. Pero algo me decía toca est tecla, ahora otra y así. El tiempo pasaba y no me daba cuenta. Al final, se abrió la puerta. Peter estaba ahí, jadeando. Me dijo por señas que viniera. Caminamos silenciosamente hacia una cámara bajo suelo. Allí, nos metios. Ahí, había montones de comida y una cama. Y unas cunas. En cada cuna, había un bebé

-Peter, que mierdas es esto?

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