Un amor eterno

Angelito

Canción: (falling for you the 1975)

y Seguimos recorriendo toda la secundaria. Ángel me enseñó el gimnasio y la cancha; parecía una escuela muy cara. La verdad, no sabía cómo hacía mi mamá para pagar la mensualidad. Ya le había preguntado un par de veces, y tanto Adán como yo queríamos ir a una escuela pública para no gastar tanto dinero. Consideraré preguntarle otra vez.

—Bueno, Aria, he dado lo mejor de mí para darte un tour decente. ¿Tienes alguna duda?

—Muchas gracias por eso... Espero no haberte causado una molestia —dije nerviosa, confundiendo las palabras.

—Para nada, todo lo contrario. Fue un placer hacerlo... Así nos podemos conocer un poco más.

Dios, ¿qué le digo ahora? Hay mil revoluciones en mi cabeza; las palabras parecen no querer salir y me estaba perdiendo en el reflejo de sus ojos.

—Claro que sí, aunque no hemos hablado mucho de nosotros, solo de la escuela y de todos los pasillos que tiene —sonreí, un poco apenada.

—Bueno, pues, según mi observación... tienes un hermano llamado Adán, que espero no me odie. Eres nueva y aún estás muy triste porque dejaste muchos amigos y seguro muchos novios en tu antigua escuela. Así que hablemos de las cosas más triviales de las que todos hablan: color favorito, comida favorita... ¿qué más? —dijo sarcástico.

Me quedé un poco boquiabierta al escuchar su análisis. La verdad, todo el recorrido fue muy reservado y no entabló conversación con nadie en los pasillos.

—Pues no te equivocas mucho, excepto en la parte de los "novios". En eso te falló la lógica; no creas que voy dejando por ahí tantos novios como tú comprenderás, aunque es un buen análisis. Y dime, ¿qué más pudiste observar?

—Que eres hermosa y que el color de tus ojos me distrae mucho en clases, más aún cuando me miras —hizo un silencio, luego de cortar sus propias palabras—. Mmm, lo siento, no debí decir eso. ¿ Me escuche muy raro?.

Me quedé mirándolo fijamente después de lo que dijo y, la verdad, no sabía cómo reaccionar ante un cumplido.

—noo para nada al contrario Muchas gracias por lo de "hermosa". Tus ojos y tú también eres muy guapo. —¡NOOO! ¿Qué estaba diciendo? ¡Maldito subconsciente, me traiciona otra vez!

—¿En serio piensas eso? Porque mis ojos y yo no tenemos nada especial. Si quieres, mira de cerca.

Acercó su rostro al mío, quedando a mi altura. La verdad, no me considero una chica baja con mi humilde 1.65, aunque al lado de Ángel me ganaba en estatura y eso consiguió ponerme aún más nerviosa.

—Son muy bonitos... —respondí tartamudeando.

—Aquí de cerca tú te ves más hermosa, ¿lo sabes? —En este punto, estaba roja como un tomate.

—Mmm, gracias. Tú también te ves muy bien. —Él miraba mis labios y, por un momento, pensé que intentaría darme un beso, aunque solo cambió su cara risueña por una seria y se apartó de mí.

—Bueno, comencemos contigo. Dime qué te gusta, qué no te gusta y, claro, tu color favorito —dijo mientras me miraba fijamente. Debería dejar de hacer eso de una vez o perderé la poca cordura que me queda.

—Bueno, luego de tu análisis, no queda mucho por decir.

—Pues dime lo poco que hay para decir —dijo sonriendo otra vez.

—Pues mi color favorito es el rojo, amo leer, las películas y... no sé qué más, la verdad.

—¿Cuál es tu libro favorito? O más bien, ¿qué lees?

—Bueno, pues... hay muchos entre todos los géneros, aunque "La República" es un libro que me encanta bastante. —Claramente, no le iba a decir que leía dark romance o ese tipo de cosas que me hacían desvelarme leyendo romances apasionados.

—Mmm, okay, es interesante saber eso. Y... ¿qué hay con tus padres?

—Bueno, pues mi mamá se llama Vanessa, es enfermera y mi papá... la verdad no lo conocí tanto, así que... —dije, un poco incómoda por saber su reacción.

—Disculpa si te incomodé. No quería que te sintieras mal o te incomodaras.

—No me incomoda... en realidad, las personas que me preguntan parecen más incómodas que yo en este tema.

—Y... disculpa por eso también.

—Otra vez, no hay problema. Pero bueno, cuéntame de ti. Creo que ya hablamos bastante sobre mí.

—Bueno, pues, ¿por dónde empiezo? Mmm, mi color favorito es el verde, me gustan los documentales, la música y se supone que soy bueno en clases...

—¿Y tus padres?

—Bueno, pues mi papá se llama Alejandro Moretti y trabaja en bienes raíces, aunque no está en el país por el momento.

Había cierta tristeza en el tono de voz de Ángel, por lo que intuí que no quería hablar más acerca del tema, tanto así que apretaba su mandíbula al terminar de hablar.

—El verde es un color muy bonito —le dije para romper un poco la tensión que se estaba formando.

Él sonrió y enfocó su vista en otra cosa para después mirarme con una risa perfecta, no solo una sonrisa. Joder, qué guapo que se veía.

—Seguro eres de Slytherin —dije ante el silencio.

—¿Qué es Slytherin? —respondió mientras caminábamos de regreso al aula.

—¿No sabes qué es Slytherin? ¿Nunca has visto Harry Potter?

—No —respondió seco. Qué feo caso.

—Pues deberías verlas. Es una saga y son bastante entretenidas.

—Vale, vale, las veré... —dijo mientras caminábamos por los pasillos.

—No te arrepentirás —le dije entusiasmada. La verdad, soy muy fanática de la saga y me encanta recomendarla.

Una vez estábamos frente al aula, divisamos a todos nuestros compañeros ya dentro de esta. Aunque antes de entrar, me sorprendí con lo que dijo.

—Gracias por no preguntar más sobre mi familia... es un tema delicado para mí —dijo mientras me tomaba del brazo, evitando que entrara.

—No hay de qué. Aunque si algún día quieres hablar, aquí estaré, sin presionar, claro. —La verdad, en aceptar cumplidos no soy buena, pero en empatía me pinto sola.

—Es bueno saber eso —respondió mientras me abría la puerta para que pudiera pasar primero. Caballero y guapo, necesitamos más de esos.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.