Un Amor Fuera De Lo Común #1

CAPÍTULO 1

—¡Deja de quejarte Alma y camina más rápido, ya tienes diecisiete años, comportarte como tal!— exclamó mi mamá enfadada— ¿Tanto te cuesta acompañarme a la tienda por unas cosas?— preguntó viéndome con mala cara 

Sólo me dediqué a bufar y girar los ojos, a veces era desesperante mi querida madre (que se note mi sarcasmo)

Hoy me levanté con ganas de nada, ni siquiera con ganas de respirar, ¿y por qué? Por el maldito clima, porque hoy, justo hoy, decidió ponerse frío. Toda la semana con calor y cuando planeamos con mis amigas ir a la playa, bangh, se pone frío. Odio el frío. Odio el clima bipolar de San Francisco. Odio a la gente. Odio que respiren. Púdranse todos. Si. Tú, tú y.. tú también. Para el colmo, mi amada madre (¡que se note mi hermoso sarcasmo!) me obligó, a que la acompañe a esta tienda de porquería (si se dieron cuenta, odio todo) y bueno, como la chica grande que soy, me vine quejando todo el camino.

—Ay mamá, no voy a entrar contigo, te espero aquí afuera, sabes cuanto odio el amontonamiento, y la gente, iugh, no. Te espero aquí —anuncié entre enojada y frustrada

—Como quieras, Alma—contestó mi mamá

Ella soltó un suspiro de cansancio y se entró a la tienda

Estaba sentada en un escalón, cuando escucho a alguien detrás de un auto a pocos pasos de mi, maldecir y llorar en voz baja. Decidí ignorarlo por unos momentos, hasta que la curiosidad pudo más conmigo y me acerqué allí.

Era un chico, está tan metido en su dolor, que ni siquiera se dio cuenta que yo estaba ahí. No me simpatizan las personas, pero juro que éste chico me rompía el corazón de tan solo verlo así, llorar tan dolorosamente, tan roto, así que hice lo primero que se me ocurrió..

—¿Sabes? Cuando era más pequeña, tal vez unos 6 o 7 años, mi abuelita, que en paz descanse, siempre me decía “no llores cariño, porque cuando lloras, te salen mocos y a nadie le gustan las personas mocosas” —dije mientras me sentaba a su lado—así que no llores, porque a nadie le gustan los mocosos—me giré con una sonrisa para verlo.

Quedé más idiotizada de lo que ya estaba, ¡tiene unos ojazos de muerte! Color azul, tan profundos como el mar, pero a la vez tan transparentes que te hacen ver más allá de sí. El chico me miro extrañado, para luego regalarme una linda sonrisa

—Además, tienes una sonrisa muy linda como para andar por ahí sin sonreír y con los mocos por el suelo— le sonreí

Sólo intentaba que él vuelva a sonreír, que conste que no le estoy coqueteando, solo quiero que sonría y no llore

—Eres una chica extraña, ¿lo sabias? —dijo secándose un par de lágrimas rebeldes que le salieron.

¡Oh, ahí esta, ahí esta su linda sonrisa de nuevo!

—Me lo dicen seguido —le sonreí

—Y yo que creía que podría ser el primero —me dio una sonrisa coqueta, que por cierto, también es igual de linda que su sonrisa casual

—¿De mocoso pasamos a coqueto? Veo que eres bipolar. Así que… ¿por qué llorabas mocoso?—dije curiosa

Lo sé, lo sé, no me incumbe, pero como dije la curiosidad puede conmigo

—Lo siento si sueno grosero, pero no suelo contarle mis problemas a extraños—dijo cambiando su sonrisa, por una cara seria.

Tengo que admitir que este chico es guapo, bastante

—Alma Smith —dije estirando mi mano para que pueda estrecharla

—Samuel Jones —dijo sonriéndome y estrechando mi mano

—Bien, ya no soy una extraña. Bueno, no del todo —le sonreí. Justo ahí, fue cuando vi a mi mamá salir de la tienda, volví a verlo a él—Bueno, me tengo que ir, un placer Samu—dije riéndome, mientras me paraba para irme.

Estaba por dar un paso, cuando él me agarro de la mano y me giré para verlo

—¿Me das tu número?

—No —sonreí inocente

—¿Qué? ¿Por qué? —dijo medio entristecido

—Porque yo no creo en las casualidades, y si te conocí hoy fue por algo. Quiero ver si el destino te pone nuevamente en mi camino, si es así, yo misma te daré mi número telefónico, y sino… ya habrás aprendido que hay gente extraña como yo en este mundo —y me fui sonriendo.

El resto del día sólo pude pensar en esa sonrisa y en esos ojos azules que ocultaban tanto pero a la vez eran tan transparentes.

Este chico será un remolino en mi vida, estoy segura de eso.

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.