CAPÍTULO 16

Luego de que Emma haya llamado a su mamá para decirle que iba a almorzar en mi casa. Partimos rumbo a ella.

Llegamos y las hice pasar hasta la sala mientras yo iba hacía la cocina para ver si ahí estaba mi mamá

—Hola ma—me estaba dando la espalda, ya que estaba cortando las verduras

—Hola mi amor —seguía de espaldas

—Ma, invite a una amiga a comer, espero que no sea molestia

—No cariño, claro que no. ¿Cómo te fue? —se giró y gritó horrible. Su cara era un dilema —¡¿Qué te pasó?!

—¡¿Qué pasó, están todos bien?! —entró mi papá corriendo a la cocina debido al grito de mi mamá, y junto a él entraron mi hermana, mi sobrino y las chicas —¡Ahhh tu cara está más fea! —gritó mi papá, sé que bromeaba porque así somos siempre

—¡Alma Isabella Smith, quiero una explicación pero ya! —gritó mi madre furiosa

—Tía, relájese, ella solo se defendió de la pu.. —mi mamá la miró mal —de Savana —sonrió Maya 

—¿Savana? —dijo Camila —Pero… ¿ustedes no eran amigas?

—Exactamente, ÉRAMOS amigas —puntualice yo

—Mi amor, pasemos a comer y que ahí las chicas, por cierto Hola —dijo mi papá saludando a Emma, ella solo le sonrió tímida y movió su mano —nos cuenten qué sucedió, ¿sí? —dijo abrazándola y dándole un beso en la frente.

Mi papá siempre sabía cómo calmar a mi mamá por todos los problemas en los que yo me metía y él me encubría

—Está bien. Vayan chicas a lavarse la cara y las manos

Guíe a Emma hasta mi habitación, y luego le enseñé dónde quedaba el baño. La primera en entrar fue Maya con ropa en la mano para cambiaese. Al rato salió ya cambiada y con el cabello arreglado, ya que nuestra ropa estaba sucia y ella era la que más despeinada estaba, bueno entre ella y Emma, yo no se cómo estaré. Luego entró Emma, que salió haciendo muecas debido que venía tocándose los arañazos de la cara, le debe de doler hasta el culo cómo a mi. Luego entre yo y ¡ay, santa virgen de la papaya! No sé por dónde empezar. Al cabello lo tenía hecho un desastre, parecía una loca, tenía el labio partido y un poco morado, un arañado cerca del ojo y en la mejilla derecha tenía arañado como unas garras, maldita gata, luego los brazos también tenía moretones y arañazos, ¡hasta una moridida! Si así estoy yo, no quiero imaginar cómo estará ella, sonreí satisfecha

Fuimos al comedor con las chicas. Le narramos todo a mi familia, mi mamá seguía enojada pero no tanto, porque decía que todo se soluciona hablando, pero si así pude calmar las aguas, lo aceptaba. Mi papá sólo se reía y decía que habría pagado por ver esa pelea y mi hermana estaba igual que mi papá, pero le explicaba a John que eso estaba mal.

Y así pasamos la tarde, a mi familia le cayó bien Emma y se sorprendieron cuando les dije que era hermana de Samuel, puesto que no parece.

Emma llamó a Samuel para que viniera a buscarla, y estoy segura que querrá hablar conmigo, después de todo le di una paliza a su novia.

Sonó el timbre y fui a atender

—Hola Samuel, pasa —le sonreí como si nada de ésta mañana hubiera pasado, soy una zorra por hacer eso, lo sé

—Vine por Emma, dile que la espero aquí —dijo cortante

—Uy, ahora le digo —me estaba dando vuelta cuando me agarró del brazo

—Tú y yo tenemos que hablar —hice una mueca de dolor, él bajó la mirada y se dio cuenta que me estaba agarrando justo donde tenía arañado y me soltó —disculpa —yo solo asentí y me metí a la casa

—Emma, te buscan

—¡Ya salgo!

Abrí la puerta de nuevo, puesto que se la había cerrado en la cara, y le dije que ya salía

—¿Podríamos hablar ahora? —me preguntó impaciente

—Está bien, habla —me crucé de brazos

—¿Por qué te peleaste con Savana? Ella ya me dio su versión, pero ahora quiero escuchar la tuya —dijo totalmente serio

—Y porque tu novia me tenia las tetas y los ovarios por el suelo—le dije en español

—La boca Alma —giré los ojos, odiaba cuando me retaba por mi vocabulario —¿Qué te pudo haber hecho ella?

—Si empiezo a enumerar, no acabo más

—Ella me dijo que tú le decías cosas, y que en la cafetería se defendió cuando le dijiste puta y por eso te tiró su bebida

—¿En serio te dijo eso? ¿Y tú le creíste? —me reí en su cara —ella me viene insultando desde que nosotros somos amigos. Sí, hace unos 3 meses me viene arruinando los días. Y hoy, me cansé

—¿Segura que es así? ¿Segura que no eras tú diciéndole cosas de nosotros que nada que ver? —¿Cómo dijo?