CAPÍTULO 19

Samuel

¿Qué acabo de hacer? ¿En serio quería besarla? ¿Será cierto lo qué me dijo mi hermana, qué estoy confundiendo al amor con la necesidad? ¿En serio me gustará Savana o... siempre me gustó Alma? Pues admito que en su tiempo me gustó, es que ella no es cómo las demás chicas. Todavía no la conozco a fondo, pero pienso hacerlo. Su diversión, su carisma, no sé, algo tiene que me llama la atención

—¿En qué piensas hermanito? —preguntó Emma entrando a mi habitación 

—En Alma y Savana —a mi hermanita le contaba todo, amaba la relación que tenía con ella 

—¿Y eso? ¿No me digas que te besaste con Alma, y no sabes cómo decírselo a Savana?—preguntó poniéndose las manos en la cara 

—No seas imbécil, que bien sabes que no podría hacerle eso a Savana. Más bien, estaba pensando en lo que me dijiste. Eso de que estoy confundiendo necesidad con amor. ¿A qué te referías he?—pregunté dudoso 

—Pues si Samuel. Estabas tan empeñado en encontrar a alguien que te hiciera feliz, en.. en.. Pues en enamorarte, que vino Savana y la colocaste en ése lugar, cuándo ella no es amor, es necesidad. Sí, ya se que estoy confundiendo muy rápido la palabra "amor" pero también cuenta como "querer" así que seguiré usando esa palabra, ¿ok? —yo solo asentí mientras me reía. Ella siempre sabe como sacarme sonrisas —A ver hermanito, estás confundiendo amor con necesidad, porque tu no necesitas a nadie, te estás interiorizando un ideal basado en superficialidad, en el chip que te encajo la "sociedad", la propagandas, la cultura sobre el "amor ideal", sobre esa ridiculez absurda de que alguien es "tuyo" y de nadie más, "que no mires a ninguno, llámame, extrañame, ámame a mí y a nadie más"—respiró profundo— perdón, me he salido un poco de tema. Volviendo, volviendo. Déjate de joder y aprende a amarte primero a ti, después vas a saber cómo amar sin necesidad. A amar de verdad

Se levantó de mi cama, y se fue. ¿Será cierto o sólo es una mala jugada de mi cabeza? Alma me gustó un tiempo atrás, sí, pero sólo un corto tiempo y sólo porque llamó mi atención con su misterio y sonrisa, pero ya no me gusta... ¿o sí?

Estaba sumido en mis pensamientos, cuándo tocaron la puerta de mi habitación, y por ahí se asomó la cabeza de mi primo

—¿Qué onda bro? —me dijo viniendo a saludarme 

—Nada, pensando 

—¿En tu sexy novia? —preguntó jugando, yo lo miré con mala gana 

—Si serás idiota. Y no, en Alma 

—¿En la gorda? ¿Qué puede tener ella, para que en vez de Savana pienses en ella? En serio primo, creí haberte enseñado a tener mejores gustos —se rió burlón 

—Lucas, no voy a permitir que le digas así ¿okay? Además, esas son estupideces. En serio primo, creí que tenias más cerebro —le dije cabreado 

—Wow wow, tranquilo fiera, lo decía bromeando, porque la gor—lo miré mal—porque Alma no está mal, es linda y simpática —lo miré extrañado 

—¿La conoces? 

—Tuve el placer de conocerla, sí. Y estaba con su novio 

—¿Novio? —ella no tiene novio, o eso creo 

—Si. Oye, ¿salgamos hoy? Ya sabes, eso de que hoy viene...—lo miré alarmado— me lo dijo la tía —levantó los brazos 

—¿En serio viene hoy? —mi primo asintió con la cabeza —entonces a dónde sea, pero no quiero estar aquí. No quiero estar cuando vaya a venir mi...

Tocaron la puerta, y automáticamente apareció mi mamá 

—Tenemos que hablar