CAPÍTULO 20

Alma

¿Saben?, es lindo estar suspendidas con tu mejor amiga, no les negaré que por ahí sí puede ser un poco aburrido, pero después no. O sea, dormir hasta tarde, salir a molestar todo el día. Oh si, y eso no es todo, también salimos con Emma, la madre de ella me ama, no les miento, cree que soy buena gente, y eso qué hice que suspendieran a su hija. ¿Pero qué se puede hacer? Soy un ángel ante sus ojos.

Hoy es viernes, y desde el incidente del martes con Samuel, no lo he visto. Le mandé WhatsApp y no responde, lo llamé y me manda a buzón de voz, más nada no puedo hacer. Digamos que tampoco soy de las que ruega. Si él no quiere saber nada más de mi por una simple estupidez, pues bien, yo tampoco quiero.

En fin, ahora estoy sola en mi casa puesto que Maya salió al centro a comprarse ropa, y yo como buena amiga que soy, me quedé durmiendo. Ahora estoy aburrida, con hambre y sobre todo muy inspirada, pero no encuentro mi cuaderno dónde tengo todos mis escritos. Lo necesito urgente, sin él no soy nada. Tengo escritos desde que tengo 6 años en ése cuaderno, y eso no es todo, si alguien lo llegará a leer me moriría de la vergüenza, simplemente me moriría, ahí está toda mi vida. Nadie más lo ha leído a excepción de Maya. 

¡Maya! Claro, ella debe de saber donde esta mi cuaderno

Llamando a Maya la más bella <3 

—¿Hola? 

—Nena olor a culo, ¿no sabes dónde dejé mi cuaderno? 

—¿El de tus escritos? 

—Si sí, ese mismo 

—Creí que hace mucho no escribías —estoy segura que se puso un dedo en la barbilla 

—Si, hace como 4 meses que no lo hago, pero ahora quiero y lo necesito. ¿No se te ocurre algún lugar? 

—¿Debajo de tu colchón? 

—¡Bingo! No me acordaba, gracias, eres la mejor, no sé que haría sin ti, te amo apestosa

No dejé que respondiera y le colgué. Fui hasta mi habitación y ¡si! Ahí estaba. 
Me senté en mi escritorio, y dejé que la pluma llevara a mi mano, que mi inspiración me lleve hasta dónde ella decida..

En la vida nos prometen tantas cosas, promesas que vienen de personas cercanas y queridas; y que no queda más que creerlas. Y al final vuelan. Se convierten en nada. Y no digo que en el momento de prometer no tuvieran la intención de cumplir, pero las cosas no son eternas, y por mucho que quieras a una persona eso tiene que estar claro, lo que conlleva a que ciertas promesas acaben vacías con el tiempo. La vida cambia, las circunstancias también. Cuidado al prometer, y al confiar en lo que te prometen. Porque "nunca" y "para siempre" es mucho tiempo, para una vida tan corta...

*Llamada de WhatsApp entrante de Samu niño lindo precioso*

Tengo que recordar cambiar ése nombre apestoso que él solo se puso. Lo odio, me cortó la inspiración

—¿Si? —respondí de mala gana 

—Uy, pero que humor niña —se rió 

—¿Pero qué humor niña? ¿En serio? Claro, como tú sí puedes desaparecer y volver sin importar qué —bufé

—Perdón, ¿sí? Tengo problemas, y no sé qué hacer. Te necesito —todo el enojo se había ido

—Voy para allá —estaba por colgar cuando escuché su grito 

—¡No! No, aquí no vengas. Ya voy yo allá, ¿puedo? 

—Claro pedorro, aquí te espero 
 

Y colgó..

Pasaron 20 minutos en los cuales esperé sentada al frente de la puerta, cuándo tocaron el timbre. Fui abrir la puerta, y sin esperármelo unos brazos me rodearon

—Abrázame por favor, te necesito —decía entre sollozos. 

No sabía que hacer, ni que decir. Así que solo le correspondí el abrazo