Un Amor Fuera De Lo Común #1

CAPÍTULO 23

Llegué a mi casa y rápidamente fui hasta mi habitación, que por cierto, también era la de Maya temporalmente. Cuándo entré, vi a Maya llorando, me acerqué a ella y sin preguntarle nada, la abracé. Al parecer, hoy no era un buen día para nadie.

Estuvimos abrazadas un buen rato, hasta que Maya se calmó y ya su respiración era tranquila

—¿Qué paso?—pregunté con calma, mientras le acariciaba el cabello 

—Fa-facu-cundo me-me termi-minó—decía entre sollozos. 

Si así es, mi prima querida tenía un novio en Argentina

—Maldito hijo de snow. Pero cuéntame bien, ¿qué sucedió? 

—Pu-pues—inhaló y exhaló fuertemente, para poder calmarse y así hablar bien—¿Viste que nosotros íbamos 2 años de noviazgo? Pues bueno, cuando tuve que venir para aquí, ambos concordamos intentarlo a distancia, porque sólo sería un año y se iba a pasar volando. Bueno, hace como un mes exactamente, él ya no actuaba igual, ya no me hablaba igual. Antes hacíamos vídeo llamadas todos los días, hablábamos por mensaje la mayor parte del tiempo y así. Entonces, como dije, hace un mes ya nada de eso sucedía, los mensajes eran cada vez más cortos, las llamadas más inexistentes, y ahora le acabo de reclamar todo eso, y y me-me dijo—y no pudo seguir contándome que se largó a llorar de nuevo, no sabía que hacer, ni que decir al respecto, así que dejé que se calmara para que pudiera terminar de contarme. Una vez ya calmada, pudo continuar con la historia—y pues, me dijo que ya se había aburrido de la situación, que estos meses separados le habían hecho entender que yo no era lo que él quería, que él merecía mucho más, que él necesitaba una chica ahí, a su lado, o sea pues en Argentina, y yo no lo estaba. En fin, y al último me dijo, que él pensaba que ese mes que ya casi no nos hablábamos había quedado claro para entender que él me había terminado, explícame tú, ¡¿cómo va a quedar claro algo así?! Yo creía que no sé, que había tenido algún problema, un accidente, ¡algo! y yo aquí como estúpida preocupándome por él, cuando él no tuvo las pelotas necesarias para decirme que habíamos terminado. ¡No! Claro que no, él decidió abandonarme así, sin más, y para el colmo, soy cornuda también. Por qué si, así es, en este mes él hizo lo que se le cantó la jodida gana, y yo aquí, siéndole fiel y diciéndole a todo el mundo orgullosamente que tengo un novio espectacular, esperando por mi allá en Argentina. ¡Soy una boluda de primera! Pero él, él no se queda atrás, no no, ¡él es un sorete mal cagado! 

Tenía demasiadas ganas de reírme, porque cuando se enoja empieza a insultar a todo y todos, pero sabía que si me llegaba a reír iba a recibir un buen golpe de su parte, así que me tuve que morder el labio inferior para contener las ganas

—¿Te puedo decir algo fuera de tema?—pregunté jugando con mis dedos. Ella solo asintió, y me miró atentamente—extrañaba escuchar insultos en español, no no, extrañaba escuchar insultos argentinos. ¡No, no, es más! Extrañaba escucharte insultar a ti a todos, en español. Ya que últimamente, lo has hecho en inglés, y no tiene mucho sentido si lo haces en inglés, en español todo es mucho más lindo—sonreí emocionada, logrando sacarle una sonrisa 

—Bueno, ya no importa el zopenco ése, lo superaré, lo sé—dijo secándose las lágrimas y limpiándose la nariz —ahora cuéntame, ¿qué sucedía con Samuel?

Y así, nos pasamos la tarde hablando, le conté lo de Samuel y como me sentí con su abrazo, ella me dijo que me gustaba y yo le dije que no, porque en serio no me gustaba. Luego comimos helado, y vimos todas las películas románticas que ella quiso ver. Soy buena gente, lo sé

Al ser viernes, y recordar la situación que estaban viviendo los Jones, con Maya nos pusimos de acuerdo e invitamos a Samuel y a Emma a comer pizza e ir a bailar, sólo para hacerlos olvidar un momento por lo que pasaban. Pero Samuel no podía ya que se iba a ver con Savana, y la única que podía era Emma. Así que pedí permiso a mi mamá para que ella se quedara a dormir y pedimos pizzas, hasta eso hicimos karaoke, Emma cantaba muy bien, mientras que Maya y yo parecíamos dos morsas a punto de parir. Luego de comer y reírnos toda la noche, nos fuimos a una fiesta que Maya logró encontrar, y logró hacer que nos invitaran, ¿cómo? No lo sé, pero le estoy agradecida ya que hace MUCHÍSIMO tiempo, no iba a bailar, a mover el culito que dios me había dado. 

Una buena fiesta, con buena música, mucho baile y buenas bebidas, siempre alegrará un corazón, por más roto que esté

Y así pasamos la noche con las chicas, riendo, bailando, ellas tomando y luego coqueteando con los del lugar.

Estaba yendo a la barra a pedir un jugo, si así es, yo no tomo alcohol queridos, cuándo alguien chocó conmigo. Gracias a dios no derramó su bebida sobre mí, al levantar la cabeza me encontré con Drake...




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