Un Amor Fuera De Lo Común #1

CAPÍTULO 26

—¿Estás celoso?—preguntaron Emma y Maya a unísono, a mis espaldas

—Eh.. Bueno, mejor nos vamos, ¿no?—le pregunté a Maya

No dejé que me respondiera, cuando agarré su brazo y la saqué de ahí. No quería que respondiera, no quería pasar un momento incomodo. Así que sí, preferí huir.

Todo el transcurso a mi casa fue en silencio, Maya sabía cuándo callarse y cuándo hablar, eso es lo que amo de ella. Sabe que estoy pensativa, y que no necesito preguntas, porque me confundiré y no necesito eso ahora

*Tres semanas después*

Pasaron tres semanas desde que vi a Samuel. Según me dijo Emma está mucho tiempo últimamente con Savana. Hasta me dijo que cree que está enamorado, ¿qué cosas no? Lo único que espero es que Savana no sea una completa perra con él, porque no se lo merece, es buen chico, eso lo sé.

Cómo pasa el tiempo, hace cuatro meses que conozco a los Jones, y tengo entendido que hace cinco meses Samuel y Savana salen. Es comprensible que Samuel esté enamorado. Creo que es la relación más larga de Savana, le debe gustar poder controlarlo.

Ahora, Drake.... Él, pues me estuvo buscando, pero aún no es tiempo de volver a verlo o hablar con él, aún duele, aún no lo perdoné del todo, así que cada vez que lo veo, lo esquivo o en otras palabras, huyó de él. Soy una cobarde, lo sé.

Entré a la clase de calvito, odiaba esta clase, amo matemáticas pero calvito la hace aburrida. Estaba yendo a mi asiento, cuándo veo que ahí se encontraba un chico ¿eqiumy? Ese era mí lugar, ¿qué nadie le dijo, o qué? Caminé hacía él

—Perdón, creo que estás sentado en mí lugar—se puso a ver todo el banco y la silla, ¿qué hace?

—Mmm no, no veo tu nombre por aquí—me golpee la frente con la mano

—¿Acaso te sabes mi nombre?—me crucé de brazos

—Me lo hubieras dicho antes, ¿todo ésto es porque quieres que sepa tu nombre preciosa?—me sonrió galán

Si serás pendejodije en español al estilo Emma Jones

—¿Sabes español?

—¿A ti te entrenaron desde bebé, no es cierto? Si te hablé en español, es porque sé italiano—le dije sarcástica

—¿Por qué el sarcasmo primor?

—¿Me devolverás mi lugar o no?—le pregunté ya harta de la situación

—Está bien, está bien, pero con una condición. Dime tu nombre

—Estefanía, ahora vete—¿Qué? Está mal mentir, lo sé, pero era odiosa y no lo podía evitar

—Mucho gusto, yo me llamo Héctor—lo miré impaciente—¿No puedes ser amiga del chico nuevo acaso?— preguntó haciendo puchero

—Mis padres me dijeron que no hable con extraños, así que no—le sonreí falsamente, en cambio él se rió

—Vale vale, me voy atrás. Un gusto Estefanía—lo miré extrañada,

¿Estefanía? ¡Ah cierto que le dije que ese era mi nombre!

Le sonreí y lo saludé con la mano. Me senté en mi lugar, y saqué mi cuaderno, al mismo tiempo que entraba Robertito el calvito amorosito.

La clase pasó más rápido de lo normal, y eso me agradó. Agarré mis cosas y estaba dispuesta a salir, cuándo alguien me chocó, levanté la mirada y era Ethan

—¿Podemos hablar?—me preguntó serio

—¿La cosa es así? ¿Hablamos cuándo tú quieras? Me ignoraste dos semanas Ethan. Dos. Pero claro, ahora cómo te sientes sólo vienes a que hable contigo, ¿no?

—Cariño, ¿nos vamos?—me preguntó Héctor atrás mio.

¡Es mi salvador! No tengo ganas de discutir con Ethan

—Oh, claro que sí. Chao Ethan, ya me comunicaré para hablar contigo—le sonreí y agarré de la mano a Héctor

Íbamos de la mano con Héctor, aunque en realidad yo lo llevaba a rastras hasta la cafetería cuándo me choqué con Savana. ¡GENIAL! ¿no querés mandarme también un dinosaurio? Digo..

—¿Nueva conquista querida?—preguntó con burla, aunque vi cómo se comió con la mirada a Héctor.

Porque hay que admitirlo, el muchacho era lindo, tenía lo suyo. Alto, cabello rubio, ojos castaños hermosos y lo más lindo, ¡tenía pecas!

—¿Nueva cara de puta? Ah no, ya esa la tenías—la empuje y seguí con mi camino

Iba tan concentrada en mi mundo, que me olvidé por completo de Héctor. No entiendo por que el tema de Ethan me molestaba tanto.

Llegamos a la cafetería y le presenté Héctor a las chicas, al parecer les cayó bien. Sinceramente no les presté mucha atención, estaba concentrada en mi pizza de peperoni, tenía demasiada hambre.

Y así transcurrió el día, normal, eran las seis de la tarde cuando me llegó un WhatsApp de Samuel




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.