Un Amor Fuera De Lo Común #1

CAPÍTULO 46

—¿Qué está pasando aquí?—dijo Emma

Nos volteamos automáticamente con Samuel, mierda. Apuesto todo lo que tengo, aunque no es mucho, a que estoy bordo, sonrojada, peor que un tomate, como quieran decirle. Maldita Emma, siempre aparece en momentos menos indicados

—Nada Emma—dijo Samuel con tono de enojo

—Mjm, y yo nací ayer hermanito. Sólo venía a ver si necesitaban ayuda para algo, pero veo que Alma te tiene bien cuidado, ¿verdad?—sonrió burlona, logrando así que la mire con los ojos entrecerrados. Puta. 

—No, si quieres puedes venir, hacemos cambio, nos turnamos, como desees, no tengo problema alguno—dije cruzándome de brazos 

—¡No!—dijo automáticamente Samuel, ambas lo miramos—No Alma, no le prestes atención a la inadaptada de Emma, quédate tú, ¿sí?

—No tranquilo, yo puedo venir luego. ¿Qué me dices Emma?—la mire

—Alma, sabes que lo decía de broma. Yo no quiero cuidar a éste—dijo mirándolo 

—Emma, necesito que te quedes un rato con él. Luego te explico que sucede, ¿sí? y tú—dije girándome hacia Sam— ya volveré, te dije que hoy te cuidaría y así lo haré, no falto nunca a mi palabra—le guiñé un ojo y salí de la habitación

Aprovecharé esta oportunidad, para ir hablar con la señora Jones. Fui a la cocina, que había sido el último lugar dónde la había visto y en efecto, ahí se encontraba. Ahora que la veía mejor, se la notaba cansada, con un sufrimiento interno que seguramente nadie conocía más que ella misma. Me acerqué hacia ella, al parecer la saqué de sus pensamientos.

—¿Qué sucede cariño?—me sonrió.

Estoy segura, que si su sonrisa dijese todo lo que piensa, más de uno al verla sonreír, lloraría con ella. Pero es tan buena, que su sonrisa sólo transmite un "estoy muy bien"

Me acerqué y la abracé. La abracé tan fuerte como mis brazos me lo permitieron, la abracé tratando de transmitir un "todo estará bien, lo prometo", ella no dijo nada, pero aceptó mi abrazo con lágrimas en los ojos. No sé por qué lo hice, sólo pensé en qué haría si mi madre estuviera en ésta situación, y esto fue todo lo que se me ocurrió. Espere a que se calmara un poco y le dije lo que tenía pensando decirle

—Denúncielo. No lo piense más. Hágalo, yo puedo ayudarla—dije, ella se separó de mi

—¿Cómo?—me preguntó. Ahora sí, con toda su tristeza notable, con toda su tristeza y dolor en el rostro—Alma, ya lo he denunciado, allá en México pero la policía no hizo nada, y eso sólo generó problemas, por eso nos mudamos a éste lugar. Quise hacerlo aquí, pero cada que intentaba, él no sé como, pero lo descubría y, como verás, eso generaban golpes para Sam no más, así que ya no lo intenté más—dijo con lágrimas en los ojos

—Señora Jones, tengo primos que son gemelos, se llaman Luca y Aron. Luca es abogado, un gran abogado y no sólo lo digo porque sea mi primo, sino porque nunca ha perdido un caso, y Aron es policía, es bueno, en serio. Sólo deje que la ayude, prometo hacer lo mejor que pueda—dije agarrando sus manos—por favor, sólo quiero ayudar

—Lo sé mi cielo—me apretó las manos—está bien, acepto tu ayuda pero con una condición. Sin que Emma y Samuel lo sepan, Sam nunca te lo perdonaría, él te quiere mucho como para ser capaz de meterte en una situación así. Y yo no es que quiera hacerlo, pero después de la golpiza que le dio, no puedo permitirlo más—dijo mirando hacia el suelo

—No se preocupe, ellos no sabrán nada. Tiene mi palabra. Yo quiero muchísimo a sus hijos, por eso hago ésto—le sonreí

—Sé que los quieres muchísimo. Cómo también sé, que tú y Sam se quieren más de lo que se quieren los amigos. No sabes lo feliz que me hace, que ambos te hayan encontrado—la volví abrazar y así estuvimos un buen rato

—Bueno—dije separándome—tengo que volver allá arriba, le prometí a su hijo que hoy sería yo su enfermera personal—nos reímos

—Claro hija, ve, pero antes, llévate algo para que tengan para comer. Si me esperas 5 minutos, te preparo una bandeja—le sonreí y asentí con la cabeza

Mientras ella hacía eso, yo le mandaba un mensaje a Luca 

*Luca el molesto*
Primito querido de mi corazón, necesito que me ayudes con algo. Es urgente, por favor. Te espero mañana por la tarde en mi casa, ¿sí? ¡Te aamooo!

Justo cuándo apreté el botón de "enviar", la señora Jones me habló

—Aquí tienes cariño. Gracias, nuevamente por lo que estás haciendo—le sonreí en forma de respuesta y agarré la bandeja




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