CAPÍTULO 51

—¿Y qué tal pasaste tu cumpleaños número 18?—dijo Emma

—Bastante bien, casi perfecto a decir verdad—me reí—me regalaron demasiadas cosas, y eso qué solo fueron cinco personas las que lo hicieron eh..

—Y falta mi regalo—canturreo—pero dime, ¿por qué casi perfecto y no perfecto completamente?

—Pues.... No tengo ganas de hablar de eso, la verdad—dije sentándome en el sofá de la sala, para ver televisión

—Alma, ¿qué pasó?—dijo Emma con seriedad

—Samuel no me saludó... —solté un suspiro—pero bueno, no importa

—¡¿CÓMO?!—gritó—Ah no, pero ése es un... Un... ¿Qué usan en España para insultar?—preguntó

—Gilipollas fue lo que escuché....

—Es tremendo gilipollas entonces. No, es que yo lo mato, lo castro, todo.

—Tranquila, no importa. A cualquiera le pasa

—Nena, ¿te estas escuchando? ¡Claro que importa! Si, es cierto, a cualquiera le podría pasar, PERO ÉL ES TU PUTO NOVIO. Ay no, mejor te dejo antes que me de un paro. Chao nena, te quiero

—Te quiero—y colgó

Siendo sincera, si me importaba, bueno, si me importa que no me haya saludado. Es más, le envié un mensaje hoy día, y no me respondió. Me afectó bastante eso a decir verdad. 
Solté un suspiro justo cuándo venía Lucía

—Wow, que gran suspiro—se sentó a mi lado y puso los pies en la mesita ratonera que estaba en frente—¿Qué ocurre?

—Bueno, pues... Samuel no me saludó, se olvidó de mi cumpleaños—dije con la voz triste.

—¿Samuel es tu novio?—preguntó

—Sí, así es. Qué estúpido de mi parte ponerme así, porque no me haya saludado, ¿no crees?

—No, no creo eso. Estas así, porque tu realmente lo quieres, y te decepcionó. Es realmente feo y doloroso, cuando alguien que quieres demasiado te decepciona—dijo haciendo que me acueste y ponga mi cabeza en su panza—Tranquila, no me duele. Tu hermano lo hace siempre que está cansado, triste, enojado o solo quiere hablar con la bebé—sonrió

—Si lo hizo por haber estado enojado, me parece una tremenda inmadurez—dije soltando un suspiro

—¿Y por qué estaría enojado?—dijo Luci mientras me acariciaba el cabello

—Pasa que el día que me presentaste a tu hermano, hablamos en la noche antes de que me vaya a dormir, y se puso celoso, peleamos, se enojó y no me habló más

—Es desconfiado. Vaya novio que te has conseguido—se rio

—Lo es y lo entiendo. Sucede que su ex novia le fue infiel muchas veces, y él se enteró tarde de eso—acaricie su panza, era tan linda y tierna

—Ahh, ahora entiendo todo

—Tal vez y estoy mal interpretando todo, tal vez no tuvo tiempo...—Luci me interrumpió

—No mi pequeña. No existe falta de tiempo, existe falta de interés. Porque cuando la gente realmente quiere, la madrugada se vuelve día, el martes se vuelve sábado y un momento se vuelve oportunidad—dijo terminando de peinarme

—Tienes razón—suspiré—en fin, si le importas a alguien, se nota, ¿no?

—Así es mi pequeña. Ahora quiero que me respondas algo—asentí con la cabeza—¿por qué tanta inseguridad de tu parte? Porque, que creas que siempre todo es tu culpa, eso se llama inseguridad

—Es solo... Que... No sé—me senté como índio, con las piernas cruzadas, y la miré a la cara—no tengo un buen físico, y hoy en día si no tienes un buen físico... No tienes nada. Obviamente no creo en eso, pero ¿qué importa lo que yo crea? Vivimos en un mundo donde la forma de vestir y la silueta de tu cuerpo, son más importantes, se valoran más que la forma de pensar y de actuar

—Tienes razón cariño, pero ahora respóndeme... ¿Quién te hizo ser tan insegura de tí misma?—preguntó

—Pues, mucha gente a decir verdad. Así entendí que tenía que levantarme sola, para ser fuerte. Porque siempre me había tocado la gente equivocada. Aunque la que más me lastimó fue mi abuela. Cuando era más chica, era gorda, así completamente, y ella siempre recalcaba que mis amigas, primas o mi hermana, eran super flacas y hermosas, cuando crecí y entre en la pubertad bajé de peso, pero como veras, sigo con unos cuantos rollitos de más, pero estos son notables. Hay gente que dice "mira mis rollos" y no se le nota nada—me reí para que no notará que es un tema que realmente me afecta

—Entonces....no estas insegura de tí, sino de tu cuerpo

—Exacto... No sé cómo explicarlo. Soy segura de mi cuerpo cuando alguien me hace burlas o cosas así, pero sola en mi cuarto me avergüenzo de él