CAPÍTULO 57

Era domingo, eso significaba que teníamos que volver para Estados Unidos. Estaba haciendo mi maleta, cuándo siento unos brazos rodear mi cintura

—¿Sabes que es lo que más voy a extrañar de todo esto?—preguntó Samuel dándome un beso en el hombro

—¿Qué cosa?—pregunté apoyándome en su pecho

—Tenerte todo el día para mí, conmigo, que seas lo último que vea al acabar mi día y lo primero al comenzar. Carajo, extrañaré tanto tenerte entre mis brazos cada noche—dijo mientras me hacía girar y quedaba cara a cara con él

—Te amo—lo mire a los ojos

—Extrañaré escuchar eso todo el día. ¿Tienes la mínima idea de lo que ocasionas en mi con solo esas dos palabras? Mueves mi mundo entero—dijo mientras juntaba su frente con la mía

—Te amo Samuel Javier Jones—dije lentamente

—Amo la forma en que tus labios pronuncian mi nombre. Ahora que te amo, sé que jamás antes me había enamorado, porque jamás nadie había logrado tenerme, enloquecerme como tú lo haces

Lo mire a los ojos y lo besé. Lo besé tan dulcemente, tan lleno de amor, queriendo darle lo mejor de mí a través de ese beso, queriendo explicarle todo lo que sentía. Me acostó en la cama sin separar nuestros labios, rodee su cuello con mis brazos. Cuando llegó el momento de separarnos por falta de aire, nos miramos a los ojos, estaba segura que tenía el mismo brillo especial que él. Pensé que se iba a levantar de encima de mí, pero me equivoqué, me empezó a hacer cosquillas

—N-no, pa-pa-para—dije entre risas

—Oh no, esta es mi venganza—Dijo Samuel riendo

—¿Ven-veng-venganza d-de qu-qu-qué?—dije tratando de respirar por la risa

—¿Crees que puedes darme un beso así, y salir limpia de eso?—dijo con malicia

—S-si—reí—ya-ya para po-por fa-favor—reía a carcajadas

—Oh no niña, ¿sabes cómo me pusiste con ese jodido beso?—preguntó mientras paraba de hacerme cosquillas. Negué con la cabeza mientras intentaba regular mi respiración—¿A no? Pues ahorita no más te hago saber—se movió encima de mí haciendo que nuestros miembros choquen, ¡mierda que la tiene parada! (Por no decir otra cosa) y sin poder evitarlo jadee, gruñi, gemi no sé, me salió todo junto por la sorpresa, me mordi el labio inferior—mierda Alma, si haces ese jodido sonido nuevamente te juro que no podré controlarme—se acercó a mí y mordió mi labio inferior, evitando que pueda seguir mordiendomelo. Lo besó, chupo y succiono—no hagas ese gesto, me matas cada vez que lo haces—susurró en mi oído una vez que soltó mi labio—en fin, tuve que hacerte cosquillas para quitar mis ganas de hacerte mía ahora mismo—lo mire con malicia

—Oh, ya veo. Pero es mi turno de vengarme por las putas cosquillas. Sabes que las odio—dije mirándolo con los ojos entre cerrados. Se rio

—Sabes que no tengo cosquillas—me miró triunfante

—Lo sé—dije pasando mi dedo índice por su pecho, bajando hasta el borde de su pantalón de dormir.

Me mordi el labio inferior en un intento de parecer deseosa y sexy, y volví mis ojos hacia su cara, Samuel trago saliva

—¿Qu-qué ha-haces?—trago saliva nuevamente

—Oh nada—dije pasando mi dedo por su bulto, me miró con lujuria. Sabía que me estaba metiendo en un terreno peligroso, pero no me interesó. Debía mostrarle que yo siempre soy la que gano en estos juegos—solo, me dio curiosidad aquí, justo en este lugar—dije agarrando el bulto con mi mano y dando un pequeño apretón suave, cosa que lo hizo gruñir y tragar saliva, sonreí victoriosa—¿te agrada qué haga esto?—pregunté mientras movía mi mano. Él puso su frente en mi hombro

—Tienes 3 segundos para parar, si no quieres que te desvista ahora mismo y te haga mía de todas las formas posibles. Me estas matando Almita—dijo con la voz ronca

Sabía que su amenaza iba en serio, pero me estaba divirtiendo, así que decidí ignorarlo

—¿Tanto poder tengo en ti?—susurre en su oído y luego mordi levemente el óvulo de su ojera

—En serio Alma, estoy haciendo mi mayor esfuerzo para poder controlarme—dijo con la voz ronca y apretando la mandíbula

—Solo—dije dándole un beso en el cuello—quiero ver—otro más—que tanto—y otro—resistes—le di un beso en el hombro esta vez

Samuel levantó la cabeza y me besó con necesidad, con pasión, con toda la intensidad acumulada en el aire posible. Me sacó la camiseta y volvió a besarme pero esta vez en el cuello, pasó su mano por debajo de mi espalda y desprendió mi brasier, sin sacarmelo metió la mano por debajo, agarrando uno de mis pechos y empezó a masajearlo, mierda así no recuerdo qué es lo que quería lograr, ni lo que quería hacer, Sam se empezó a mover sobre mi miembro haciendo que soltara un pequeño gemido en su oído y volvió a besar mis labios. Bajó su mano desde mi pacho por mi abdomen, hasta mi short, lo desprendió y metió su mano tocando mi miembro sobre la tela de mis bragas, suspiré sobre el beso y me moví rozando ahora yo, mi miembro con el suyo