Hola mi nombre es Jose Jackson, pz que digo, no soy de aquí, no solo de este barrio, ni ciudad, ni país, sino no soy de este planeta y todo por mi torpeza os contare que me paso.
Habíamos venido con mis compañeros de nuestro planeta, que está escondido porque otros alienígenas nos quieren robar nuestra tecnología, pues nosotros somos avanzados en eso y viajamos a planetas diferentes para estudiar; también vemos que podemos sacar para poder crear nuevas cosas y venderlas a un buen precio. Hasta que llegamos aquí, el planeta tierra, es el primer planeta que veo con muchas cosas verdes ya que los demás planetas son desierto o hay puras naves que creamos; y al llegar, queríamos saber sobre su tierra que potencia tenía hasta que vi algo moverse entre los arbustos me dio miedo al principio pz de mi especie solo somos cerebritos, como lo dirían ustedes y eso es nuestra mayor defensa, os bueno seguiré contando ya que siempre me desvío, la cosa es que al ver algo que se movía decidí curiosear y ver si podía estudiarlo, pero me asombre al ver que era un animal de cuatro patas, estaba sangrando nose como se llama pero me dio pena así que decidí ayudarlo y el animal se movía cada vez que le tocaba, pero de un momento a otro empezó a correr y cómo el torpe que soy, no me di cuenta que me aleje de mi nave espacial y seguía persiguiendo al animal raro, cuando le alcancé, decidí ponerle mi toallita en su pata adolorida.
Después quise regresar a mi nave, caminé demasiado, sentí que caminaba en círculos y me acordé que mejor pedía ayuda a uno de mis compañeros.
Por un tipo brazalete, sonaba uno, dos y nada no contestaban... me empecé a preocupar pero decidí volver a llamar y lo que más me temía ya se fueron, y sin mí, me quede en este planeta y nose que hacer... lo bueno es que antes de venir decidimos hackear unos datos y ver como son aquí, y bueno más yo por ser demasiado curioso investigue de más, así que decidí caminar y vi una tienda tenía hambre pero para comprar algo necesitaba dinero, cosa que no tengo ya que lo que yo manejo es diferente a este planeta joder que aré, me habría perdido mejor en el planeta vecino, al menos ahí había comida en cada paso que se daba, pues ya empezó a salir el sol, es hermoso para mí, ya que en mi planeta es débil su color y aquí es hermoso; miro el cielo tan bello que esta, pero mi estómago sonó y decidí seguir caminando para olvidar el hambre y encontré un lugar creo que se llamaba plaza, decidí sentarme en una silla hasta que me quede dormido ya que toda la noche estuve merodeando, hasta que escuche sonidos, era un lloriqueo así que decidí ver y era una chica en el suelo con cabello castaño, que era ondulado en sus puntas, que daba hasta sus hombros, sus ojos eran marrones y su piel era blanca, tenía pecas en su cara era hermosa pero estaba tan débil. Alrededor había 3 chicos grandulones y decidí ayudarla, aunque mejor uso mi brazalete. Que creían que no servía pz ese brazalete me daba fuerza y muchas cosas más que descubrirán, decidí ir a ver a la chica y escuché.
No eres nadie, eres poca cosa y no sirves para nada -le dijo un pelacho.
Y quien te crees tú, que eres la gran cosa -decidí intervenir ya que eso no era trato para una mujer, en mi planeta las mujeres son reinas en sus naves si ellas dicen que no, es no ya que ella nos da la vida y para nosotros faltarlas el respeto es quitarnos la vida.
Quién te crees tú mocoso, esto es entre ella y yo, tu vete en tu mami a llorar- me dijo el pelado de nuevo.
Yo soy alguien que vino a rescatar a esta linda dama que no se merece ese trato de patanes como ustedes que no valoran su vida ni a nadie- les respondí con mucho orgullo en eso vino el más grandulón a mi frente y cuando me iba a dar un puñetazo, decido golpearlo ya que estaba en mi momento de confianza y antes de arrepentirme también, lo bueno que mi brazalete estaba activado y le mande 7 metros más allá al pelado, sus amigos le recogieron y se fueron cargándole. Quise ayudarle a la chica a recoger sus cosas, pero ella me miro y se fue, y como soy torpe e idiota por algo me perdí, decidí seguirla.
Ósea ni unas gracias, te he ayudado y no me agradeces es de muy mala educación, siendo usted una chica muy linda - le dije cuando quedé en su frente con una sonrisa.
Pz nadie te pidió tu ayuda, ahora estaré en problemas y cuando vuelva a recuperarse me buscará, para pegarme y eso si sería gracias a ti- me dijo la bella chica, pero me quedé en shock.
Pero si quieres puedo estar a tu lado para ayudarte cuantas veces sea necesario, ya que yo no soy de aquí, vine de un lugar lejos y sinceramente no conozco a nadie, y quiero también un lugar para mí, si es mucho pedir por favor- le dije ya que no tenía, donde dormir y me sentiría culpable si algo le pasa a la bella chica.
Entonces me puedes acompañar a mi pequeña casa y ayudar con las cosas que necesitamos, ya que me ayudaste aun sin conocerme y eso habla mucho de ti -me dijo la bella chica.
Con gusto solo dime en que puedo ayudar y donde podría conseguir un trabajo... a y olvide presentarme, mi nombre es Jose - dije con una gran sonrisa por querer escuchar su nombre.
Bien mi nombre es Dulce y pues vamos- me dijo la bella chica Dulce, ese nombre me encanta desde ahora, tan linda y tímida.
Caminamos un buen rato, me sorprendí por dónde íbamos ya que estábamos por donde me había perdido, pero había una casa al frente, pequeña de madera que ayer no me di cuenta de su existencia, así que decidimos entrar y vi al pequeño animal de ayer que seguía con mi toallita en su pata.
Hola pequeño sigues mal de la pata- le dije como si me contestará.
Así que conoces al perro, ¿cómo lo conoces? - me pregunto Dulce con una cara de curiosidad muy linda.
Pz ayer estaba merodeando con unos amigos por el bosque, lo había visto herido así que decidí ayudarlo y sin querer me perdí, pero cuando había vuelto mis amigos se habían ido y me quedé aquí sin nada - le dije con la mayor sinceridad a dulce.