CAPÍTULO 8

Al fin, había salido de la casa, para conocer un poco Houston.

Thomas no tenía que trabajar hoy, así que por eso decidió darme este tour. Salimos en "familia". Thomas, Martina, Sophie, Amira y yo. Digamos que Martina vino un poco obligada, pero ahora creo que la está pasando bien. Tampoco me puedo quejar, yo también la estoy pasando bien.

Ahora estamos por ir a una heladería, porque si bien estamos por entrar a invierno, aquí aún hace calor.

Llegamos a la heladería, dejamos a las niñas en una mesa, para luego Thomas y yo caminar hasta la fila, pero sin perder de vista a las niñas.

—Gracias —hablé de repente, llamando la atención de él, quién se giró a verme confundido

—¿Por qué?— preguntó con el ceño fruncido

—Por esta salida, realmente la estoy pasando bien— sonreí para luego avanzar junto con la fila

—Es un placer— me devolvió la sonrisa

Luego de eso, ninguno volvió a decir alguna otra cosa, por suerte hay una pareja delante nuestro y luego de ellos, es nuestro turno. 

La pareja se retiró, haciendo que Thomas y yo avancemos un paso para llegar hasta la muchacha que atendía. Al hacerlo, no puedo creer a quién estoy viendo y al parecer, ella aún no cayó en mi presencia.

—Buenas tardas, bienvenidos a...— dejó la frase a medio terminar cuándo me vio y dio un pequeño gritito —¡Alma, dios!

Rodeó el mostrador, para venir prácticamente corriendo hacia mí y cuando menos lo esperé, ya tenía sus brazos rodeando mi cuerpo, así que yo también la abracé y reí ante su emoción.

Digamos que luego de conocer a Scarlet en aquel baño del Starbucks, tuvimos unos cuantos encuentros más y nos manteníamos en contacto de vez en cuando, pero muy pocas veces, ya que, como habrán notado, mi vida se volvió un completo caos de un momento para otro.

—¡Oh por dios, ¿qué haces aquí?!— preguntó separándose de mí y deshaciendo el abrazo

—Lo mismo te pregunto a ti— sonreí 

—Oh bueno, surgieron cosas y me dieron una beca en una de las universidades de aquí y me vine con una amiga, ¿tú?— me miró feliz, para luego ver de manera fugaz a Thomas

Supe con ese acto, que su pregunta más bien era "¿quién es el hombre que está detrás tuyo? ¿te diste cuenta del Adonis que es?"

—Oh bueno, surgieron cosas y me casé con él y me vine a vivir aquí— respondí usando casi las mismas palabras que ella

Scarlet abrió su boca en una O tan grande, que temí que se le fuera a desencajar la mandíbula.

—¿Qué sucedió con Peter?— preguntó aún sorprendida

—Larga historia— quité importancia al asunto con mi mano— mi amor, ella es Scarlet una de mis amadas fans— Thomas elevó una ceja y yo me reí— no, mentira, ella es una vieja amiga. Scarlet, él es mi esposo, Thomas Mendes— los presenté con una sonrisa

Thomas agarró la mano de Scarlet y depositó un beso en ella.

—Un placer conocerte, Scarlet— habló Thomas tan encantador como siempre y ella por poco y no babea

—E-el gusto es mi-mio— tartamudeó ella en respuesta

—Y por allá —hablé llamando su atención mientras señalo a la mesa dónde están las niñas— se encuentran mis hijastras 

Scarlet volvió abrir la boca, logrando que no pueda aguantarme por más tiempo la risa. Ella hizo el intento de decir algo, pero antes de poder pronunciar palabra alguna, la interrumpieron

—Bueno, ¿nos van a atender o no?— habló una persona detrás nuestro haciendo que ella se ponga roja como tomate

—Si, disculpe señor, ahora mismo lo atiendo— contestó Scarlet de manera apresurada, que casi casi, no se le entendió 

Scarlet nos otorgó una sonrisa de disculpa, para luego girarse y empezar a caminar hasta su puesto, nuevamente

—Es guapa la muchacha— murmuró Thomas en voz baja, para que sólo yo lo escuchara 

—Guarda ahí, tiene dieciocho años— respondí yo en su mismo tono de voz 

—¿Qué? ¿celosa?— preguntó a modo de burla y yo gire los ojos— tranquila, que aquí la única que me gusta y gustará, eres tú

Luego de decir aquello, Thomas me dio un corto beso en los labios que me descolocó por completo.

Esperen, esperen, esperen, ¿qué acaba de decir? ¿qué acaba de hacer?. Estaba por decirle algo, hasta que recordé que estamos en publico y hay que aparentar ante todos que nos amamos, así que me callé, entendiendo el por qué hizo y dijo aquello.

Cuando menos me di cuenta, él ya había pedido los helados y ahora se encuentra guiándome hasta la mesa, con nuestros dedos entrelazados.

—¿Quién es esa chica?— preguntó Martina hacia su papá

—Una amiga de Alma— respondió él con una sonrisa

Los helados no tardaron mucho en llegar y me sorprendí al ver que Thomas sabía el sabor que me gusta, bueno, me gustan todos, pero mi favorito, chocolate con nuez y me sorprendí aún más, que también sea el favorito de Martina, al parecer, ese pequeño detalle también le sorprendió a ella, pero decidió no decir nada.

Quiero hacer algo, para que nuestra relación mejore. En serio no me gusta estar así con ella y, tampoco me gusta saber, que tendré que estarlo por varios meses más, pero, he ahí el problema, tampoco quiero encariñarme, entonces decido que lo mejor es no hacer nada, y dejar las cosas así tal cual están. Esto es un completo dilema, porque quiero y no quiero, y, ya no sé qué hacer.

Hablé de esto con Thomas, él me dijo que le gustaría que me lleve bien con ella, pero que entiende mi punto, ya que tampoco le gustaría que ella se encariñe y luego ver como me voy de su vida. Pero que, lo que decida hacer, estará bien para él, que aceptará cualquier decisión. Según, lo que me dijo, es que aprecia muchísimo el hecho de que le haya consultado a él el qué hacer con su hija.

La verdad es que tengo una curiosidad enorme, con respecto a la madre de las niñas, de su ex esposa. ¿Qué ocurrió? ¿Habrá muerto de alguna enfermedad? ¿un accidente?. Por ahí me dan ganas de preguntarle a Leti, cuando se le escapa "la señora, que dios la tenga en su gloria, era una excelente persona", pero no creo que sea correcto invadir de esa forma tan mediocre y vil la privacidad de Thomas. Supongo que, él me contará lo ocurrido, cuando crea que es el momento adecuado, ¿no?