CAPÍTULO 16

EMMA

Es raro estar de nuevo sin Alma, ya me había acostumbrado a vivir con ella, y eso que recién pasó un mes, bueno, casi un mes.

Aunque la verdad es que mi vida cambió muchísimo en tan poco tiempo. En todo lo que lleva este año, cambió demasiado.

Solo para decir que, lo empecé con Héctor y ahora, creo, lo terminaré con Ángel. Lo empecé con mi mamá y ahora, acabaré todos los años sin ella. Tengo una hija. Es demasiado.

—Hey —saludo Ángel entrando a la cocina con Viky en sus brazos, vino hasta mi y me dio un casto beso en los labios— buenos días, fideito —gire los ojos al escuchar su apodo

—Buenos días y, ya te dije que no me digas fideo— comenté agarrando a mi hija para darle leche

—Pero si eres un fideito— eleve una ceja mirándolo mal— ¡es cierto! Pero eres el fideito más lindo que jamás pude ver— intenté seguir viéndolo mal, pero no pude y me empecé a reír

Según él, me parezco a un fideo, porque las pastas son amarillas y muy flaquitas y yo soy rubia y flaca. ¡Pero no me parezco a un fideo!

Me quejé de dolor y separé a Viky de mi teta, para después volverle a dar. Es horrible darle leche a un bebé. No veo las horas de que Victoria empiece a tomar leche del biberón.

—Viky, ¿qué hablamos? No hagas así, que le haces doler a tu mami— habló Ángel de manera autoritaria, pero, a su vez, cariñoso

Miré a Viky y está solo miró a Ángel con sus grandes ojos color miel, como los de Héctor.

—¿Qué comeremos? —pregunté hambrienta

—Lo que gustes —se encogió de hombros, mientras se servía agua en un vaso

—Voy a llamar a Maya y Drake, para ver si quieren que almorcemos juntos—hablé emocionada y él asintió con la cabeza

—¿Y a tú hermano? —suspiró

—Está con Savana y sabes que no va a venir— inhale profundo— desde que están, él no ha aparecido más de dos veces por aquí y ha rechazado cada invitación que le propuse

—Igual y deberías entenderlo— me miró apenado y yo hice una mueca— según Alma, Savana ha cambiado

—Si cambió y mucho, porque ahora me cae bien, pero ésto lo está sofocando, estresando, estoy segura que ni dormir bien puede... —mire a Viky, quien se estaba quedando dormida —bien, cambiemos de tema porque esto me pone de malas. ¿La llevas a practicuna que está en la sala por fa? —dije, mientras me acomodaba y ropa

Ángel camino hasta mi y agarró con cuidado a Viky, para luego desaparecer por la puerta de la cocina.

Saqué mi celular del bolsillo trasero de mi jean y abrí WhatsApp, para ir al chat con Samuel

*Yo

Hey, cara de pendejo, almorzamos todos juntos, ¿quieres venir? Pueden venir los tres eh, es una invitación para todos

Espero que esta vez, por lo menos, se digne en responder. Mientras, le envío un whats a Drake y Maya, invitándolos a comer.

Ángel volvió a la cocina y llegó directo hasta donde estoy sentada, agarró mis mejillas con una mano y unió nuestros labios.

Mi corazón comenzó a palpitar tan rápido que temí que me diera un infarto, pero sé que no es así. Mi corazón late así cada que él está cerca mío.

Sus labios saben tan bien y más con ese sabor a café, son tan cálidos...

Cerré los ojos con lentitud, disfrutando de los suaves y cortos besos que esta dándome con ternura, lo que hace que sienta mariposas en todo el estómago, o tal vez son más que mariposas. De repente, dejó de darme cortos besos, para posar sus labios sobre los míos, haciendo que los abra un poco y él colo su lengua, encontrándose con la mía y ambas empezar una guerra que sólo ellas saben cómo acabarán.

Nos separamos por falta de aire y él antes de separarse por completo de mi, mordió mi labio inferior de manera lenta y tentador.

—¿Te he dicho cuánto te amo y cuánto me encantas, fideito? —habló a unos centímetros de mis labios y pude sentir su aliento chocar contra los míos

—Mmm, se me hace que hoy no— sonreí y él lo hizo igual

—Te amo, Emma Carolina Jones y no tienes idea de cuanto —suspiró para luego darme un besito en la nariz

Sonreí ante ese gesto. Desde que le conté que ese beso, para mí, es una forma de expresar tu ternura, dulzura y amor, no ha dejado de darme un beso en la nariz. Lo juro. Al menos uno, en el día, me da y me hace sonreír siempre que lo hace, porque yo se lo decía de broma.

—Te —le di un corto beso— amo—hablé sobre sus labios, para luego volver a besarlo

Nos separamos y Ángel caminó hasta la heladera y sacó el jugo de allí

—¿Vendrán los chicos? Así se qué cocinar

—Ahora te digo —dije agarrando mi celular de la mesada y empezar a leer las respuestas de los chicos— Viene la familia completa

—¿Hasta Samuel? —preguntó sorprendido

—Hasta Samuel, con Savana y Almita

-------

Ya estábamos comiendo, a la final Ángel se dignó por hacer pollo a la parrilla y ahora estamos todos sentados en la mesa

—Y cuéntanos Savana, ¿cómo estás? —preguntó Maya quién se encuentra a mi lado

Todos estamos sorprendidos de verla, porque realmente hace mucho que no la vemos ni a ella, ni a Samuel. A Almita si, pero porque Samuel me pide que la retire de la escuela o que la tenga en mi casa a veces.

—Mejor —sonrió amable

—Que bueno, esa es una buena noticia que hay que celebrar con helado —dijo Cameron haciendo que los niños festejen

—¿Saben? Estoy sorprendida de que ahora mismo, estemos comiendo en la misma mesa— me reí a y mire a Drake, Maya y Savana

—Tienes razón, nos odiábamos —contestó Savana riendo

—¿Y yo qué tengo que ver en su pleito? —preguntó Drake ofendido

—A ti te odiábamos por ser el ex de Alma y haberla engañado con ella —contestó Maya riendo

Drake quedó con cara de Sheldon, cuando grita ¡¿POR QUÉ?! ¡¿POR QUÉ?! y luego se da cuenta del porqué y dice "Ah, por eso", bueno, esa cara tiene ahora Drake.