Un Amor Para Nada Común #3

CAPÍTULO 20

Hace una semana que Thomas volvió a Houston y yo me quedé aquí. Se siente extraño, ¿saben? Porque si bien sólo estuve un mes allá, ya me había acostumbrado a estar ajetreada por las niñas y ahora aquí, no sé qué hacer.

Hasta puedo decir que los extraño. A todos y cada uno de ellos. Sobre todo a Thomas. Quien, no ha dejado de mandarme mensajes o llamarme, para estar al tanto. Me deja mensajes de buenos días, buenas noches, me pregunta si comí bien, si dormí bien, cómo estoy, que me cuide y cosas así, que para ser sincera, son mensajes que a una la hace sentir bien. Él me hace sentir bien.

—¿En qué piensas? —preguntó Maya mientras come una manzana

Ya le dieron el alta, pero debe estar con el yeso unos dos meses más y las contusiones en su cuerpo, desaparecerán con el tiempo. Fuera de ello, está mejor.

Ahora estoy en su casa, porque Cameron me pidió que la cuide, así que vine con Emma y la pequeña Viky. Pero ella ahora le está cambiando el pañal.

—Sinceramente, en Thomas —contesté para ver como ella eleva una ceja

—¿Qué hay con Thomas? —preguntó Emma ingresando a la sala

—Que nuestra querida amiga, está pensando en él —respondió Maya por mí y Emma me miró burlona

—Apa, eso es nuevo —se sentó en el sofá individual con Viky en su regazo —¿Hay algo que debas contarnos?

—¿Ocurrió algo en este mes que no nos hayas dicho? —preguntó Maya mirándome aún burlona

—No, es sólo que, no sé. —suspiré y me encogí de hombros —No voy a negar que Thomas me atrae y mucho

—¿Cómo para llegar a gustarte? —preguntó Maya con una sonrisa divertida

—Si, tal vez, pero ese no es el caso— afirmé y vi el rostro lleno de desilusión de ambas— si me atrae y muchísimo, digo, es un gran hombre, tierno, cabelloroso, por ahí me desespera, pero lo normal —reí y ambas volvieron a verme con la ceja elevada— pero no me gusta, ¿okay? Es muy distinto una atracción, que un gusto

—Lo que digas, Alma— hablaron las dos a unísono

—¡En serio lo digo!

—¿Y por qué estabas pensando en él? —preguntó Emma, para luego mirar a Maya y ambas volver a verme

—Es que no estaba pensando sólo es él, sino también en las niñas y todo Houston—suspiré mientras cruzaba mis piernas —ustedes saben que no me cuesta nada adaptarme a algo, y ya me había acostumbrado a estar allá, rodeada por Sophie y más por Amira, discutir con Martina y... —me callé y más se inclinaron un poco más hacia mí

—¿Y...? —preguntaron curiosas

—Y de Thomas. Me acostumbré a verlo todos los días, desayunar juntos, jugar con las niñas como si en verdad fuéramos una familia, no sé, me acostumbre a él —me encogí de hombros

—Yo sólo tengo una duda —habló Maya y yo la mire para que continuara hablando— si ustedes vuelven a casarse, ya saben, de verdad y por amor, ¿puedo ser la dama de honor?

—¡Hey, yo también quiero! —exclamó la rubia

—Tú cállate fideo, que fuiste dama de honor de mi casamiento— comentó Maya haciéndome reír a carcajadas

Sí, aún no superó el apodo que le puso Ángel a Emma. ¿Quién chingados le pone "fideito" a su pareja?

—Bien —se rindió Emma, para luego sacarle la lengua

—Chicas, ¿se están escuchando? No me voy a casar con Thomas, dentro de cinco meses me volverán a tener aquí, jodiendoles la vida —aclaré y ambas se miraron, para volver a verme

—Ajá —contestaron ambas haciéndome girar los ojos

—A veces me caen muy mal, ¿lo sabían? —dije haciéndome la ofendida

—Si —volvieron a contestar a unísono

—¿En algún momento dejarán de decir lo mismo y al mismo tiempo? —pregunté un poco fastidiada

—Por supuesto que no— volvieron a decir lo mismo, pero esta vez se miraron sorprendidas— pollo, azul, Alma, pizza, nubes, ¡camaleón! ¡Santísimo Jesucristo! —exclamaron las dos sorprendidas

—Okay, eso ha sido demasiado extraño —murmure extrañada mirándolas a ambas

—Demasiado extra... ¡Unicornio! —se taparon la boca con una mano y se miraron

—Bueno ya, me voy hacerle la leche a Viky —dijo Emma cortando con toda esta situación extraña

—Si, será lo mejor —contestó Maya aún sorprendida

Empezó a vibrar el celular en mi bolsillo trasero, así que lo saque, notando que es una llamada de Thomas. Fruncí el ceño y mire a Maya en forma de disculpa, para luego contestar.

—Hola —dije apenas atendí

—Hola Alma— habló Amira haciéndome sonreír

—¡Cielo! ¿Cómo estás, preciosa? —pregunté un poco alegre, porque si, ella me pone alegre

—Bien, creo, ¿y tú? —fruncí el ceño

—Bien cariño, pero dime, ¿por qué crees que estás bien?

—Es que, te extraño mucho — comentó algo triste y yo hice un mohín con mi labio inferior— y también, es porque Ximena volvió a regañar a Martina y ahora ella está muy triste —fruncí el ceño preocupada

—¿Y por qué Ximena regaño a tu hermana? —pregunté dándome cuenta que sone como toda una madre

—No lo sé —sonó un poco triste— le pregunté, pero no quiso decirme, esto me lo contó Sophie

—Escuchame Ami, ¿y tú papá se enteró?

—Si, ahora mismo están discutiendo— escuche un ruido y luego uno que otro grito, para volver a escuchar un ruido— ¿escuchaste?

—Si cielo, gracias por mantenerme informada

—¿Cuándo vuelves? Porque yo te extraño mucho— habló un poco más emocionada— nadie quiere jugar a las princesas conmigo, aunque estuvo viniendo Maca, pero no es lo mismo —eleve una ceja al escuchar su nombre

—¿Y qué hacía Maca, por allá? —pregunté tratando de sonar desinteresada

Va, ya sé que dije que ya no me ponía celosa de ella, pero, a ver, alguien dígame qué hacía ella allá, mientras YO no estoy. Que vaya los días en donde SI estoy, no hay problema, la puedo mantener vigilada, pero... Que raro, ¿no? Y justo Thomas me pidió que me quede, que él se volvía solo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.