Un Amor Poco Común #2

CAPÍTULO 7

Desperté con un mensaje de Maya invitándonos a almorzar a su casa, a todos. Le respondí que sí iríamos, cuando sentí un brazo rodear mi cintura y luego como me besaban el cuello

—Buen día— dijo Peter con la voz ronca— ¿Qué haces despierta tan temprano?— me atrajo más a su cuerpo, haciendo que mi espalda choque con su pecho

—Hola amor— me giré para estar cara a cara con él, para luego depositarle un pequeño beso en los labios— me desperté y ya no pude volver a dormir— me reí levemente— estamos invitados a almorzar en casa de Maya

—¿No podemos quedarnos así, todo el día?—dijo mientras intensificaba el abrazo

—Ya confirme nuestra asistencia— le sonreí con dulzura, para luego tocar su mejilla— así que no, ahora levántate y ve a bañarte— me miró con picardía

—¿Y si mejor nos bañamos los dos juntitos?—me pegó aún más a su cuerpo, si eso es posible, estábamos tan cerca que su nariz chocaba con la mía

—Conozco tus intenciones cariño— me reí para luego darle un beso

Giré su cuerpo, para posicionarme encima de él y seguir besándolo. Sentí como su agarre fue perdiendo fuerza, para sus manos terminar en mi trasero, entonces aproveche el momento y salí de encima de él y de la cama. Peter me quedó mirando entre sorprendido, divertido y con un toque de lujuria

—Eres cruel. Demasiado— me reí mientras me ponía su pantalón de chandal y su camisa— Estaba por preguntarte que por qué eres mi prometida, pero vestida así ya contestaste mi pregunta. Te ves tan hermosa con mi ropa— soltó un suspiro mientras que yo me reía

—Yo me veo hermosa con cualquier cosa— dije mientras pestañeaba rápidamente

Peter se levantó de la cama y camino hacia mi, intenté salir corriendo porque veía sus intenciones. Pero antes de que pudiera dar un paso más, él me agarro de la cintura levantándome en el aire y me hizo girar en el lugar, para luego tirarme en la cama haciéndome reír. Peter se posicionó encima mío, para luego empezar a hacerme cosquillas

—Pa-para— dije riendo como loca

Peter luego de un rato, paró y se acercó a mi para besarme

—Te amo bonita— dijo mientras me sonreía como bobo

—Te amo más, pero te amaría aun más si me dejas ir a hacer el desayuno que muero de hambre— le sonreí con inocencia

Peter soltó una carcajada, para luego bajarse de encima mío y ayudarme a pararme de la cama. Fue a buscar una toalla y se encaminó hacia el baño, pero antes de entrar se giró hacia mi

—¿Segura que no quieres bañarte conmigo?—me sonrió pervertidamente 

—Sí, segura. Ahora báñate, que si no estás a tiempo, yo desayunaré sola eh. Estás advertido—lo señalé con mi dedo índice y luego salí de la habitación escuchando su risa de fondo

Llegué a la cocina, y empecé a sacar lo necesario para hacer el desayuno. Decidí que haría unos waffles con dulce, unos huevos revueltos, tocino, tostadas, café y un jugo de naranja. Hoy me sentía con los ánimos por las nubes, como para hacer este tipo de desayuno. Normalmente el que hace los desayuno es Peter, porque sino, comeríamos cereal con leche todas las mañanas si fuera por mí.

Digamos que no me agrada demasiado cocinar, pero encantada lo hago cuando estoy de buen humor. Cuando estoy feliz, puedo hacer hasta un banquete. En realidad, cuando estoy mega feliz, puedo hacer todo aquello que no me gusta, con gusto, no tengo problema. Aunque bueno, supongo que es así, uno cuando está completamente feliz, hace todo a lo grande

Prendí la música y empecé a cocinar mientras bailaba al compás del ritmo de la canción Bad Romance de Lady Gaga. 

Ya estaba terminando de hacer el desayuno, cuando Peter me abrazó por atrás para luego depositar un beso en mi cuello

—¿Por qué tan feliz?— dijo al ver todo lo que había hecho. Me encogi de hombros

—No lo sé. Amanecí así—me giré y le di una mirada pícara haciendo que se sonroje

El Peter de esta mañana ya se había ido y había regresado el vergonzoso

Me reí y le di un corto beso, para luego volver a mi labor de exprimir las naranjas para el jugo

—A ver, déjame seguir haciendo eso. Tú mientras haz el café— me besó la cabeza, para luego empujarme a un costado

—¡Hey!— dije por su acción, haciéndolo reír

Me di la vuelta y empecé a hacer el café.

Una vez todo listo, nos sentamos en la mesa a disfrutar del desayuno. No es por alardear ni nada, pero me había quedado exquisito todo

—Amor, te quedó bastante bien. Tendría que ponerte más feliz a diario para que vuelvas a hacer el desayuno— dijo Peter con la boca llena, provocando que haga una cara de asco

—Sueña mi amor, sueña que es gratis—le di palmaditas en el brazo mientras sonreía con inocencia

Terminamos de desayunar y Peter se ofreció a lavar las cosas, mientras que yo me iba a bañar. Acepté gustosa, porque odio lavar, y de todas formas iba hacer que lave él para yo irme a bañar, así que su oferta me cayó de diez

Una vez que ya elegí qué ropa iba a usar, me entré a bañar


 


Noo, no es amoor, lo que tu sientes, se llama obseesioon. Unaa iluusioooon, de tus pensamientos, que te hace haceer cosaaas, así funciona el coraazooon— canté en español al compás de la canción "Obsesión" de Aventura

Estaba por salir de la ducha, cuando me resbale por el agua en el suelo, y logré no caerme de culo, pero sí me golpee la pantorrilla. Carajo. Me dolía demasiado, puta. Seguramente se me hará un morado o algo. Caminé hasta el espejo del baño y abrí la puertita que hay ahí, para luego sacar mi crema. Me seque bien con la toalla, para luego ponerme mi ropa interior. Me senté en el filo de la bañera y empecé a colocarme la crema, pasé mi mano por la pantorrilla, justo en donde me había golpeado y solté un pequeño quejido. Mierda, dolía como la mierda. Me vi la pierna y estaba roja, bastante. Si, definitivamente tendré un morado ahí.

Una vez lista, salí del baño para ya cambiarme y arreglarme, pero antes de llegar a la cama me resbale y esta vez no podía agarrarme con nada, así que me tape la cara esperando el impacto, pero nunca llegó, en su lugar, sentí una mano agarrandome fuertemente del brazo y otra agarrandome de la cintura, envolviendo mi cuerpo. Saque las manos de mi cara y abrí los ojos, viendo que se trataba de Peter. Aunque claro, es obvio que era él, no hay nadie más en la casa.




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