Un Amor Poco Común #2

CAPÍTULO 11

No pude dormir en toda la noche, al saber que Peter se encontraba durmiendo a unos metros de mi, y no conmigo.

Peter decidió dormir en el cuarto de invitados, ¿será que él tampoco habrá podido dormir?

Yo jamás quise que esto pasara al contarle lo sucedido, si lo hubiera sabido, jamás se lo hubiera contado. Si, así es, hubiera sido la primera cosa que le ocultaría.

Decidí que ya era momento de levantarme de la cama e ir a desayunar. Sería extraño estar con él y lo sabía, pero no me voy a rendir, trataré de convencerlo de que lo que está haciendo es una idea tonta, porque yo lo amo a él, no estoy confundida con mis sentimientos y quiero que eso él lo comprenda

Me puse lo primero que encontré, que, curiosamente, era una camiseta de color azul marino de él y un pantalón deportivo color gris. Me hice un moño en el cabello y bajé descalza hasta la cocina, encontrándome a Peter sentado en la isla desayunando leche con cereal, tenía una cara horrible. Cara de no haber dormido, esa cara tenía

Ambos nos quedamos viendo a los ojos por un rato, hasta que él carraspeo y bajó la mirada a su tazón

—Buen día— dije yo mientras caminaba hasta el gabinete

Saqué un tazón, para luego ponerle cereal y leche, saqué una cuchara y me senté enfrente de Peter para empezar a desayunar

La verdad es que no tenía muchas ganas de desayunar, pero si esta iba a ser la última vez que pasaba tiempo con él, debía de aprovecharlo.

—Buen día— dijo él luego de un suspiro— ¿esa es mi camiseta?

Me sorprendió su pregunta, ya que él sabe que suelo usar su ropa cuando tengo un mal día o cuando simplemente no tengo ganas de producirme y es lo primero que encuentro. Él lo sabe. Sabe que uso su ropa

—Eh... Si— dije mirando la camiseta para luego mirarlo a él— ¿Quieres que me vaya a cambiar y te la dé?— trago el cereal que tenia en la boca mientras negaba con la cabeza

—No, no, solo era curiosidad

—Ah— fue lo único que se me ocurrió decir en estos momentos

Desayunamos lentamente y en silencio, en uno, que jamás creí decir estando con él, un silencio incómodo.

Él ya estaba casi acabando, yo por el contrario, ni me asomaba a la palabra acabar. Parecía como si recién estuviera por empezar a desayunar

—Por cierto— dijo él haciendo que salga de mis pensamientos y prestarle atención— ya encontré a dónde ir a vivir mientras nos tomamos nuestro tiempo— solté un suspiro

—¿Sigues con esa idea eh?— dije desanimada— Peter — lo mire a los ojos y él hizo lo mismo— ¿por qué tomarnos un tiempo si estamos bien?

—Ya te lo expliqué Alma. Primero debes resolver tus problemas emocionales y luego podremos estar juntos

—¿Qué problemas emocionales Peter? Yo no estoy confundida con respecto a lo que siento si eso es lo que piensas— lo mire a los ojos para luego pasar la lengua por mis labios que se habían resecado

—Si que los tienes Alma, tu crees que no, pero sé que sí. Sé que sientes algo aún por Samuel, y, aunque te ame con locura, no merezco eso— dijo seguro de sí mismo, pero a la vez, con un tono triste en la voz

—No, no es así. Estas creyendo lo que tu quieres creer, pero no es así. Yo no siento nada por Samuel, no estoy confundida. Yo te amo a ti Peter, ¿por qué te cuesta entenderlo?— dije al borde de la desesperación— si, es cierto, tu no te mereces la duda de nadie, pero yo no estoy dudando respecto a lo que siento por ti

—Te hará bien este tiempo Alma— me sonrió Peter con lo que parecía ser, comprensión

—¿Y a ti Peter?— me miró confundido— ¿te hará bien el tiempo?

—No lo sé— esa respuesta sí no me la esperaba, y para ser sincera, me dolió el pecho— tal vez sí. Tal vez me hace madurar y ver qué es lo que realmente quiero— se encogió de hombros

—Peter... ¿Tú estas dudando acerca de lo que sientes hacia mí?— sentía el nudo formarse en mi garganta

—No mi amor, digo, Alma, no. No dudo de lo que siento hacia ti. Pero uno nunca sabe qué es lo que podría pasar— asentí con la cabeza

—Entiendo— suspire rendida— bien, si no hay forma de hacerte cambiar de idea, de hacerte entender que te amo con locura y es solamente a ti y no siento duda alguna sobre mis sentimientos, pues, creo que el tiempo nos hará bien— corrí el tazón y me bajé del taburete para luego mirarlo— ¿Será que me puedes hacer un favor?— me miró curioso

—Claro, dime

—¿Me podrías llevar a casa de Emma?— frunció levemente las cejas, para mirarme con curiosidad— iré a preparar mi ropa en una maleta con una que otra cosa personal, y estaré lista para que me lleves— le sonreí y él empezó a negar con la cabeza

—No tienes que irte, lo haré yo, no te preocupes por eso— ahora era yo quién negaba con la cabeza

—Esta es tu casa, y estar aquí me dolería bastante teniendo en cuenta que todo aquí me recuerda a ti— mire a mi alrededor para luego volver a verlo a él—además, Emma necesita compañía y yo también, así que lo justo sería que tú te quedaras en tu casa y yo vaya con Emma, encima aprovechamos todos ya que estaré veinticuatro horas con ella y podré cuidarla correctamente— me encogí de hombros

Peter me miro con tristeza para luego mirar hacia otro lado

—Pero estarás más tiempo con Samuel— murmuró más para él que para mi

Para su mala suerte, lo escuché. Pero decidí que lo mejor sería no responderle, no quería terminar peleada con él

—¿Qué?— dije haciéndome la que no lo había escuchado

—Nada— me miró y me dio su mejor sonrisa forzada— ve, ve a preparar tus cosas que cuando estés lista, te llevaré. Sabes que te llevaría a dónde quieras y que haría cualquier cosa por ti

Le sonreí, pero me salio bastante forzada. Okey, esto se había vuelto extraño.

Señale las escaleras, abrí la boca para decir algo, pero así como la abrí, la cerré, no sabia que decir, así que decidí que lo mejor sería irme de ahí y eso hice

Llegué hasta el cuarto y empecé a sacar toda mi ropa, o bueno, casi toda. Ahora me llevaría una que otra cosita, por las dudas Peter cambiara de opinión mañana o pasado, no perdía la esperanza.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.