CAPÍTULO 15

Ahora mismo no paraba de llorar mientras veía Postada, Te Amo

Dios mio, que película más hermosa. Se trata de un matrimonio, y luego él se muere. Un año después de su muerte, a ella le empiezan a llegar cartas que él le había dejado para ayudarla con su dolor. ¿Cómo es que hombres así solo existen en las películas?

A ver, qué tampoco me gustaría que el amor de mi vida se muriera y me dejara cartas. Pero, hasta muerto él es hermoso. ¿Qué estoy haciendo mal con mi vida?

—¿Alma?

Me giré para encontrarme a Maya y Emma mirándome entre curiosas y divertidas

—¿Qué rayos traes puesto?— me preguntó Emma

Miré mi atuendo y las volví a mirar a ellas

—Mi vestido de bodas, ¿por qué?— las mire curiosa

Maya y Emma se miraron al mismo tiempo, para luego decir a unísono

—Danos cinco minutos— se dieron vuelta y empezaron a caminar. Lo único que me salió hacer y, se me ocurrió, fue fruncir el ceño

Maya se detuvo a medio camino y se giro sonriente

—Bueno, a mi denme unos diez o quince

Sin decir más siguió caminando hasta que escuché la puerta principal. Me encogi de hombros nuevamente

Me levante y camine hasta la cocina, abrí el refrigerador y dejé el tacho de helado en él. Abrí la heladera y saqué un six de cerveza en botella, cerré la heladera y volví a la sala para sentarme nuevamente en el sofá.

—¡¿YA LLEGÓ MAYA?!— gritó Emma desde su habitación

—¡NO, AÚN NO!— grité para luego tomar un sorbo de la cerveza

A ver, hoy es sábado, hoy sí puedo tomar cerveza. No era normal en mi, pero hoy puedo y hoy quiero. No tanto como para ponerme ebria, pero tampoco poco como para seguir igual de triste. Ya sé que tomar para estar feliz está horriblemente mal, y también sé que se deben estar preguntado. ¿Alma, qué pasó? Tu no tomaba, no te gustaba el alcohol. Pues, déjenme decirles que, la universidad me cambió completamente.

Aunque, para serles total y completamente sincera, hace muchísimo que no tomo ni una gota de alcohol. Esta sería la primera cerveza después de tres años. Digamos que hace tres años, me puse tan, pero tan ebria, que hice cosas horribles y muy vergonzosas, y desde ahí me prometí a no ponerme así de ebria nunca más. Y bueno, no volví a tomar, pero porque ya no me apetecía, como que esa noche me curó de querer tomar o algo así.

Pero, hoy quise tomar. Como dije, no para ponerme ebria, porque en ese estado soy muy peligrosa, pero, si como para estar un poquitin alegre siquiera.

Escuché como se abría la puerta principal, para luego escuchar un grito

—¡EMMA, LLEGUÉ!— gritó Maya

—¡AHORA BAJO!— grito Emma desde arriba

La película terminó, agarre el mando del televisor y saque la película, vi a Emma y Maya aparecer en la sala. Al verlas abrí la boca en una gran O, totalmente sorprendida.

Ambas estaban con vestidos de novias. Maya caminó hasta mi y se sentó a mi lado sacando una botella de cerveza. Emma se fue hasta la cocina para luego aparecer con un six, pero de gaseosa. La dejó al lado de mi six, sacó una botella y se sentó a mi otro costado. Las tres bebimos al mismo tiempo de nuestras botellas.

Me empecé a reír, porque parecemos Mónica, Rachel y Phoebe, de la serie Friends


 

—¿Qué te pasa?— me pregunto Emma

—Estamos en Friends— volví a reír— Maya, tu serias Mónica, yo soy Rachel y Emma, Phoebe— las chicas se miraron entre sí y también rieron conmigo

Una vez que pararon las risas, volvimos a tomar nuestras bebidas al mismo tiempo

—¿Y ese vestido Emma?— preguntó Maya y yo asentí con la cabeza estando de acuerdo con su pregunta

—Oh pues, éste iba a ser mi vestido para cuando me case con Héctor, era de mi mamá, pero como ya no me voy a casar, puedo usar el vestido— alce mi mano y ambas chocamos los cinco

Ya ninguna de las dos nos íbamos a casar, por eso también usaba el vestido que iba a usar en mi casamiento

—Pero, tu no entras aquí— dije mirando a Maya y Emma afirmó lo que dije— tu estas casada y con un hombre genial

—Si, es cierto— Maya asintió con la cabeza — pero no quería estar excluida de esto, así que hagamos de cuenta que no me casé, ¿va? — me reí junto con Emma

—Por cierto, ¿y los melliz?— preguntó Emma

—Se fueron con Cameron, hoy es día de papá. O sea, pasan todo el día con él. Como Cameron no tiene mucho tiempo para pasar con ellos por el trabajo, elije un día en donde eno trabaja y pasa todo el día con ellos. No sé qué es lo que harán, porque las mujeres no están invitadas, pero los niños vuelven muy felices a la casa

—Owww— dijimos Emma y yo al unísono

—¿Y tú Alma?— me preguntó Maya

—Ah pues, ya me resigne a casarme alguna vez, así que...— me encogí de hombros

Tocaron el timbre y me levanté para ir a atender

—¡Debe ser tu futuro esposo! — gritó Emma haciéndome reír

Abrí la puerta y...

—¡Acepto...!— mierda. ¿Por qué no vi antes de gritar eso?

Delante mío se encontraba Samuel y Peter. Ambos me miraban sorprendidos y anonadados

Escuché risas de fondo y pasos acercándose a nosotros

—¿Quién será tu futuro espos...? oh mierda— dijo Maya

Ahora ellos miraron a las chicas confundidos.

—Pasen, pasen— me hice a un lado para que los chicos pudieran pasar

—Eh... Yo vine para hablar contigo Alma, pero si estas ocupada, puedo venir luego— dijo Peter rascándose la nuca

—¡No, no! Hablemos

Le agarre la mano y caminé hasta la sala, con mi mano libre agarre el six, y volví a guiarlo hasta las escaleras. Los dos subimos hasta mi habitación. Le solté la mano y cerré la puerta.

Apoye mi frente en la puerta, dándole la espalda a Peter, tratando de agarrar fuerzas y valor para poder hablar con él. Una vez que lo conseguí, me giré

—¿De qué quieres...?— mi pregunta quedó en el aire ya que Peter me interrumpió uniendo sus labios con los míos

Peter me quitó las botellas de la mano y las dejo en la mesita que estaba cerca de la puerta, para luego agarrarme las piernas y hacer que rodee su cintura con ellas. Me arrinconó contra la puerta y yo rodee su cuello con mis brazos mientras que hundía mis dedos en su cabello, profundizando aun más el beso. ¿Dignidad? ¿Orgullo? Si, si, aja, esas dos cosas me abandonaron apenas agarre la mano de Peter, así que, ¿qué más esperan de mí?