Capítulo 4. Sé aprovechan de ti

Después de que había pasado una hora, Paula volvió hasta donde había dejado a Cristal y esta no se había movido nada, lo único que hizo fue acostarse en las sillas de forma fetal, se veía tan desvalida, así, que a aquella enfermera casi se le salen las lágrimas al verla de esa forma.

Ella se acercó y le dijo, que todo estaba listo y ya se habían llevado el cuerpo de su madre para arreglarlo, luego le dijo, dime a donde quiere que te lleve.

Paula esperó un tiempo para que Cristal le respondiera, pero ella no le dijo nada. Ella sabía que, así como estaba, no la podía dejar sola, así que le dijo —acompáñame entonces, y no dejó que Cristal le respondiera para cogerla del brazo y a ayudarla a levantarse y llevársela con ella.

Cuando iba camino a su casa, Paula le comentó: "Te voy a llevar para que te quedes en mi casa hoy y así nos hacemos compañía la una a la otra, ya que vivo sola.

Enseguida de haber llegado a la casa de Paula, esta le saco un pijama y se la dio para que se cambiara de ropa, mientras ella se iba a la cocina para prepararle algo de comida.

Cristal al escucharla decir eso se le volvieron a salir las lágrimas, porque una desconocida estaba haciendo muchas cosas por ella, que las personas que en un momento le habían dicho que siempre estarían con ella.

Paula, al verla así, la abrazó y le dijo: "Llora todo lo que quieras, y que no te importe que yo esté presente, ya que esta es una forma de desahogarte por lo que estás pasando en este momento.

Después de que Cristal había llorado un buen tiempo, le preguntó ¿por qué me estás ayudando si no me conoces?

Luego siguió diciendo, puesto que ni siquiera las personas que me conocen están conmigo en este momento.

Paula la miro, mientras le decía que ella venía de un pueblo muy pequeño y cuando había llegado a esa ciudad, solo venía con su hermana pequeña, la cual estaba enferma, y a ella le había tocado muy duro, para mantener a su hermana con vida.

Después de decir eso se quedó callada por un buen rato, para luego continuar diciendo, lo mismo que estás viviendo tu hoy me tocó vivir a mí dos años atrás, ya que mi hermana murió, y me dejo sola.

Y dijo: y al verte a ti en ese estado, se me vino a la mente el día en que murió mi hermana, estaba sola en el hospital, sin nadie que me apoyara.

En ese momento me sentí tan sola y desprotegida que hasta pensé en quitarme la vida, enseguida continuo, pero Dios fue muy bueno conmigo, porque me mando un angelito que me ayudó mucho, cuando más necesitaba a alguien.

Así que, por eso, al verte así, quise devolver lo que un día hicieron por mí. Posteriormente, siguió hablando: esto es algo como una cadena de favores, que devuelve a otra persona lo que algún día hicieron por ti.

Cristal solo le dio las gracias por ayudarla con todo, y luego dijo gracias por estar conmigo en este momento que todos me abandonaron.

Después comenzó a contarle por todo lo que le había pasado en ese día, que hasta Paula le dijo, eres muy valiente, porque si a mí me fuese pasado todo el mismo día me hubiera enloquecido.

En ese momento le sonó el teléfono a Cristal, ella lo sacó de su bolsillo y se dio cuenta de que era su jefe de la discoteca. Ella dijo: ¡uy! Se me olvido que tenía turno hoy, mientras deslizaba el dedo para responder la llamada.

Tras contestar el teléfono, ella le explicó lo sucedido con su madre, y su jefe le dijo que tenía que haberle avisado con tiempo, para conseguir que alguien le hiciera el turno.

Cristal le estaba explicando lo más decente posible: el motivo por que no le había avisado con tiempo, cuando de repente su jefe le estaba gritando y tratándola de irresponsable por no haber avisado que no podía ir a trabajar porque su madre había muerto.

Ella quería seguir explicándole, pero luego sintió que Paula le quitaba el teléfono de sus manos y le decía a su jefe, usted cree que, en una situación de esa, ella va a tener cabeza para avisarle que no puede ir a trabajar porque se murió su madre, o quería que ella con su madre muerte fuese a trabajar sin importarle nada.

Y Paula estaba como un fosforito a punto de encenderse, ya que continuó diciendo, déjame le digo algo, que, si no fuera porque yo le ayude y la traje a mi casa, esa chica estaría perdida en sus sentimientos y usted viene a regañarla en un día como este para ella.

Paula tenía tanta rabia en ese momento que estaba a punto de explotar, y no se contuvo ahí, sino que siguió diciéndole hasta de que se iba a morir.

Cristal solo pensó que ya se había quedado sin ese trabajo, después de que Paula colgó, dijo déjame, llamo al restaurante a avisarle que estos días no voy a ir por la muerte de mi madre.

Pero Paula no la dejó, y le dijo: solo dime cuál es el teléfono de tu otro jefe que yo hablo con él, porque veo que tú eres muy pasiva, y por eso tu jefe te habla así y se aprovecha de ti.

Luego que había hablado con el jefe de Cristal del restaurante le dijo este si es más humano.

Hasta te manda a decir que no se preocupara por ir estos días, que te tomarás una semana libre y descansarás, además de decirme que quería que le mandé el lugar donde va a ser el sepelio, para acompañarte en estos momentos tan duros para ti.