Un Amor Verdadero para mi

Capítulo 8. La maldición

Por otro lado, Mateo, que solo deseaba que sus padres aceptaran a la mujer con la que él se quería casar, estaba furioso con sus progenitores y todavía no creía en esa supuesta maldición que tenía su familia junto con los De la peña.

Él lo único que quería en ese momento era que sus padres aceptaran el matrimonio con la mujer que había elegido pasar el resto de su vida junto con su querida y amada novia.

Pero sus padres le habían dicho que no, antes de decirle el motivo por qué se quería casar con su novia, ya que ellos guardaban la esperanza de que Zafiro tuviera una hija, para así poder casarlo con esa chica que él ni siquiera conocía.

Y si corrían con suerte terminar con aquella maldición que no los había dejado ser felices.

Puesto que desde hace diez generaciones ambos linajes solo habían podido tener un hijo por cada generación. Y así le era imposible agrandar la familia con esa maldición que pesaba sobre ellos.

Y eso era lo que más querían todos en su clan: tener una gran familia con muchos integrantes y así poder hacer los banquetes que su madre acostumbraba hacer para la gente del pueblo, pero esta vez solo con integrantes de su enorme familia, donde hubiese tíos, primos, sobrinos, tíos abuelos y demás familiares.

Pero para lograrlo tenían que primero deshacerse de aquella maldición que una bruja les había echado, y todo porque ninguna de las dos familias más grandes de la región se quiso casar con su hija.

Porque según aquella bruja, que la única forma de poder salvar a su hija de la muerte era casándola con alguien de la familia De la peña o Casquete.

A lo que su antepasado, el gran Mateo Casquete, se negó a aceptar a la hija de una bruja de la región que entrara en su gran familia, y está de resentida los había maldecido.

Mateo del presente era otro que se negaba a aceptar a otra mujer en su vida, que no fuera su novia, ya que él solo se quería casar con su novia Viviana, a la cual ya le había pedido matrimonio, solo estaba esperando que su familia aceptara su matrimonio con la mujer que amaba y había elegido para él.

Pero por lo visto, sus padres no estaban dispuestos a que su único hijo se casara con una mujer que ellos no habían elegido para él.

Después de estar pensando por un tiempo en cómo hacer para que sus padres cambiaran de parecer, él le dijo papá que pasa si la tal Zafiro no ha tenido ningún hijo, ya sea hombre o mujer.

Pero su padre don José Casquete le respondió de inmediato, que eso era imposible, ya que la maldición era muy clara, diciendo así que la familia buscaría por generaciones en agrandar a la familia, pero solo un retoño tendría la oportunidad de liberar aquella maldición de su linaje.

Y eso era hasta que llegase el día en que se unieran en matrimonio con el otro clan que había sido maldito por aquella misma bruja. Y cada uno tenía que ser nacido de un elemento zodiacal diferente. La mujer fuese nacida bajo un signo de agua y el hombre bajo el signo fuego; este era la manera de poder eliminar aquella maldición de sus vidas.

Y todos los integrantes de las dos familias sabían muy bien de qué se trataba aquella maldición y han estado luchando por todos los medios de liberarse de esta, sin tener ningún resultado posible todavía.

Después de que su esposo terminara de decir las palabras anteriores, la señora Olivia, madre de Mateo, dijo y es por eso que guardamos la esperanza de que Zafiro haya tenido una niña en todos estos años que estuvo por fuera.

Mateo le contestó y que pasa si no llegan a encontrar a Zafiro nunca, ya que llevan más de veinte años buscándola y nada que la encuentran todavía, y continuó con su relato a ver si podía convencer a sus padres de que lo apoyaran en su matrimonio con Viviana.

Para luego decirles, en los planes de ustedes está que me quedé soltero para siempre, ¿no es verdad?

Don Aurelio, le contesto un poco enojado diciendo: muchacho, deja la impaciencia que desde pequeño tú sabías que tenía un destino que cumplir, siempre y cuando del lado de la otra familia naciera una niña y no importara que naciera bajo los elementos mencionado ya.

Solo que era más efectivo nacido bajo estos dos elementos del Zodiaco y que ambos buscaran lo mismo en la vida, el cual sería un amor verdadero para ustedes, sus destinos estarían entrelazados para siempre y así podernos librar de esta maldición que no deja que nuestra familia crezca con más integrantes.

Y además, tú sabes que nunca te hemos pedido nada desde que naciste, lo único que te hemos pedido es que contraigas matrimonio con la otra familia, siempre y cuando del lado de la otra familia haya nacido una niña, te tendrías que casar con ella.

Don Aurelio se quedó callado por un rato, mientras tosía un poco, para después de recuperarse volver a hablar diciendo: además, ya debes de saber en cuántas generaciones no hemos coincidido, ya que en las pasadas solo nacían hombres en las dos familias. Y solo tuvimos la oportunidad de casar a tu padre con Zafiro, pero esta huyó con otro hombre, dejándonos así con esta maldición colgando entre nuestros hombros aún.

Mateo, que por nada en el mundo quería casarse con una mujer que no conocía, dijo: Solo por una dichosa maldición, me están obligando a que deje a la mujer que amo por alguien que ni siquiera sé que exista en este mundo, ya que él no creía todavía en esto, puesto que pensaba que en pleno siglo veintiuno, y su familia todavía seguían creyendo en brujas y maldiciones.




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