Capítulo 11. Me iré con ustedes

Una hora después, cuando en el reloj de Cristal daban las cinco y media de la mañana, los abuelos de esta estaban llegando al apartamento de Paula.

Ella los hizo entrar y se dio cuenta de que el apartamento de Paula, aunque era un poco más grande que el de ella, seguía siendo muy pequeño para que todos ellos cupieran adentro, ya que contando con el chofer eran cuatro personas.

Luego se dio cuenta de que solo habían entrado sus abuelos y la señora perla.

Doña Adelina fue la primera en entrar y cuando vio a su nieta se quedó con los ojos bien abiertos, por el hecho de que esta era el mismo retrato de su hija.

Después de que se recuperó de la impresión dijo, por un momento pensé que eras mi Zafiro.

Eres la viva imagen de tu madre cuando tenía tu misma edad y comenzó a tocarle su rostro, posteriormente le dio un abrazo.

Después de que la soltó Cristal, solo los miraba a todos y no sabía qué decir, por un lado, se sentía feliz de conocer a otras personas que llevaban su misma sangre, pero cuando recordaba que estas mismas personas fueron que votaron a su madre de la casa años atrás, y no sabía cómo tratarlos.

Doña Adelina se le volvió acercársele con lágrimas en sus ojos y la abrazo de nuevo, pero esta vez lo hizo con tanta fuerza que no la estaba dejando respirar muy bien.

Cristal solo dijo si me sigues apretando, así no podré respirar por mucho tiempo más.

Ahí fue que la señora la soltó y le dijo perdóname mi nieta querida, es la emoción que por fin conocí a mi única nieta.

Después de decir estas palabras le hizo una pregunta ¿sabes cuantos años llevo buscando a tu madre?

Cristal no dijo nada y la señora Adelina continúo diciendo, desde hace diez años después que se fue con ese mal hombre, empezamos a buscarla por cielo y tierra porque nos dimos cuenta de que él le había quitado todo y la había dejado en la calle por ese motivo comenzamos a buscarla para que regresara con nosotros y no pasara ninguna necesidad, ya que ella tiene una familia que la respalde y era nuestra hija y la única heredera de la familia De la peña.

Después de su emotivo reencuentro, cristal entendió que ellos habían buscado a su madre, solo que su madre se había escondido muy bien de esto y no entendía por qué se escondía de su propia familia, puesto que esto se le veía el amor que le tenían a su madre.

En ese momento recordó que su padre quería que se quedara con él y su amante, por eso ella se había ido de esa casa y había buscado a su madre y después de eso su madre se había cambiado de ciudad y se había cambiado de nombre también.

Luego dijo y yo que pensando que su nombre se lo había cambiado para que mi padre no nos pudiera localizar y me obligara a irme con él y su nueva familia.

Pero ahora entiendo que quizás lo había hecho para que su familia no pudiera encontrarla.

Después de esto que ella había dicho su abuela dijo, yo me imagino que tu madre no quiso que la viéramos hasta donde había caído por un hombre con el cual nosotros no estuvimos de acuerdo y nos opusimos hasta el cansancio a su relación, ya que sabíamos muy bien que ese mal hombre lo único que quería de nuestra hija era el dinero que ella tenía y tu madre al comprobar que nosotros teníamos la razón no quiso que la viéramos en ese estado tan lamentable que su esposo la había dejado.

Cristal ahora se estaba dando cuenta de lo orgullosa que era su madre y nunca permitió que sus padres la vieran en lo que se había convertido por culpa de su mal marido y por no hacerle casos a sus progenitores.

Después del funeral de la madre de Zafiro, sus abuelos hablaron con ella, para llevársela con ellos y así no estuviera sola.

Pero ella les dijo que preferiría quedarse ahí, ya que no conocía otro entorno que no fuese lo que había vivido hasta ahora.

Don Gerardo, que todavía no había hablado mucho desde que había llegado, miró a su nieta y le dijo que ya estaban muy viejos para continuar con el legado familiar y la única familia que le quedaba era ella, y si ella no se hiciera cargo de ellos y de su patrimonio familia quien más podría hacerlo.

Cristal lo pensó por un rato y no dijo nada hasta qué doña Adelina dijo, deja de estar presionando a nuestra nieta, y dejémoslas que sea ella que tome la decisión de si quiere venirse a vivir con nosotros.

En ese instante el señor comenzó a toser y en el pañuelo lo mancho con sangre, la señora Perla saco sus medicamentos de su bolso y se los dio, después le dijo señor no debe esforzarse mucho, recuerde lo que le dijo el médico la última vez.

Cristal se le acercó a su abuela y le preguntó ¿qué tiene?

Esta le respondió que últimamente había estado un poco enfermo y lo que más le preocupaba era irse de este mundo sin encontrar a nuestra hija.

Luego dijo, y ahora que dimos con ella, pero ya no está con nosotros.

Cristal, al ver a sus abuelos tan triste, dijo está bien me iré con ustedes, igual no tengo nada y a nadie en esta ciudad.

Paula al escucharla decir eso intervino diciendo y yo que pensé que nos convertiríamos en las mejores amigas, porque desde que te conocí me caíste muy bien.

Cristal dijo el hecho que me vaya a los llanos con mis abuelos no quiere decir que no seremos amiga, para qué existen los teléfonos y las redes sociales.