Un Amor Verdadero para mi

Capítulo 13. ¿Qué le pasó a mi nieta?

La señora le explico la tradición familiar que tenía el collar, el cual le pertenecía al miembro de la familia más joven, siempre y cuando está fuese mujer.

Cristal tomó el collar en sus manos y todavía no podía creer que su madre guardara algo tan valioso con ellas, habiéndolas podido ahorrarse muchos contratiempos que habían tenido por culpa de que no tenían dinero, hay veces ni siquiera para comer.

Mientras Cristal estaba perdida en sus pensamientos, doña Adelina abrió la carta que le había dejado su hija a ella, la cual decía perdóname mamá por no haberte hecho caso, cuando me decías que Pedro no me convenía, cada vez que la señora leía más sobre lo que estaba escrito en la carta sus lágrimas se iban derramando por sus mejillas más y más, hasta llegar al punto de no poder seguir más con la lectura.

Ella, al ver que no podía seguir con la lectura, le paso la carta a la señora Perla para que esta continuara leyendo por ella.

Después que le habían pasado la carta a la señora Perla, esta continuó leyendo por donde la había dejado su señora, y siguió diciendo, que por favor que la perdonara y esperaba que la muerte de ella sea el motivo para que la perdonara y aceptaran a su hija en la familia de nuevo, ya que esta era inocente de todo lo que ella había hecho.

Mamá, sé que por mi estupidez me aleje de ustedes que, si me querían de verdad y siempre velaron por mi bienestar, no como pedro que solo quería mi dinero y yo como estúpida caí en su red de mentira y me case con él, encontrad de lo que ustedes querían para mi bienestar, sin saber el sufrimiento que vendría después y no solo para mí, sino para mi hija que es la más inocente de todo lo que yo hice por mi enamoramiento estúpido.

La señora hizo una pausa para sonarse los moscos, ya que las lágrimas se le estaba saliendo, para luego continuar diciendo, que le dijera a su padre que la perdonara también, que les dejaba lo más precioso que pudo tener en esta vida, la cual era su hija Cristal, que se quitaba la vida porque no quería ver a su hija crecer en la miseria y esperaba que su muerte sea el perdón que necesitaba desde que los dejos con aquella maldición colgando en sus hombres y todo por ella no aceptar su destino.

Por último, se despidió de ellos, no sin antes decirle que no le dijeran el motivo de su suicidio a su hija, ya que ella sabía muy bien que ella nunca se perdonaría que por su bienestar su madre se haya quitado la vida.

Cuando la señora Perla termino de leer la carta Cristal que había escuchado toda la carta estaba temblando y decía no mamá, no pudiste hacer esto por mí ¿cierto?

Doña Adelina la abrazo de inmediato, mientras la calmada, puesto que ella estaba temblando y no se podía controlar sola.

La señora Perla corrió a la cocina a buscarle un vaso con agua, mientras se decía pobre niña enterrar a su madre y el mismo día y enterarse de que se quitó la vida por ella, ese dolor debe ser muy grande.

Don Gerardo que la alcanzo a escuchar le preguntó ¿qué le pasó a mi nieta?

La señora le contó todo, mientras le decía que todo era por su culpa y leer la carta en voz alta.

El señor no esperó que ella siguiera hablando, sino que camino lo más rápido que sus pies lo dejaba para ver en que podía ayudar a su nieta y por dentro maldijo una y otra vez a esa mala hija por haber hecho lo que hizo y dejar a su preciada nieta sin su madre y con este dolor tan grande.

Cuando entro a la habitación y vio que su mujer trataba de consolar a su nieta sin ningún resultado.

Él de inmediato se les acercó y se arrodilló en la cama que ambas estaban sentadas y comenzó a decirle, que ella no era la culpable de que su madre se quitara la vida, si había que buscar algún culpable serían ellos por haber echado a su hija de su casa sabiendo que ellos sabían que ese Pedro solo estaba con ella por lo que le podía sacar Zafiro.

Luego le dijo y si esto no te convences, debemos de decir que la culpable de todos esto es tu madre que, por su orgullo, no fue capaz de buscarnos para pedir ayuda.

Sabiendo que nosotros seriamos incapaz de dejarla sola en la situación en que se encontraba y menos contigo, además si estaba tan arrepentida porque no nos pidió perdón antes de quitarse la vida.

Cristal, cuando su abuelo dijo estas palabras, levanto su cabeza del cuello de su abuela y le preguntó ¿abuelo lo que dice es verdad?, ¿cierto?

Yo no soy la culpable de la muerte de mi madre Y lo miraba con sus ojitos llenos de lágrimas esperando la respuesta de este.

El señor le volvió a repetir lo mismo que le había dicho anterior, luego dijo y tú que eres su hija, me imagino que te diste cuenta de lo orgullosa y testaruda que era tu madre, ella nunca daba su brazo a torce, tanto así que prefirió quitarse la vida, antes de volver con su familia y admitir que se equivocó.

Cristal, después de un rato que su abuelo la pudo calmar, estaba sentada en el sofá con él, mientras las dos señoras recogían las cosas en la habitación.

Ella le dijo abuelo, será que mi madre no pensó en mí al tomar esa decisión ¿verdad?

El señor que le tenía las manos agarradas le dijo no lo sé mi amor, lo único que estoy seguro de que ella te amaba de una manera que nosotros no podemos entender, pero te amaba tanto, así que pensó que, quitándose la vida, esa sería su mejor forma de mostrar el amor que te tenía, pero sin saber que dejándote sola te estaba haciendo un daño irrecuperable, pero yo sé que te amaba con todo su corazón.




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