Un Amor Verdadero para mi

Capítulo 16. Compromiso obligado

Cristal al escuchar esas palabras se había quedado estupefacta, sin decir nada, lo único que podía hacer era respirar y seguir respirando, porque en ese momento sabía qué responderle a su abuelo.

Después de un largo tiempo le peguntó, abuelo, porque motivo me tengo que comprometer con algún que ni siquiera he visto ni una sola vez en mi vida.

Don Gerardo le explicó parte de la historia, y le dijo que después le seguían contando toda la historia que tenía que saber sobre la familia, ya que en ese preciso momento le habían tocado la puerta, informándole que el señor gobernador y el alcalde de la zona ya habían llegado y estaban preguntando por él.

Don Gerardo de inmediato le dijo a su nieta, que iba a salir a reunirse con la gente y que se calmara un poco, para poder presentarla con sus invitados.

Ella solo pudo asentir con su cabeza, porque todavía no se podía creer que se iba a casar con un perfecto desconocido.

Doña Adelina, que se había quedado con ella en el estudio, le dijo mi querida Cristal, nosotros sabemos que es muy pronto para que tú hagas esto, pero del otro lado de la familia son los que quieren ese compromiso de una vez y eso que ellos querían matrimonio de una, pero tu abuelo se opuso y les dijo que primero se anunciaría el compromiso entre ustedes dos, para así darles tiempo que se conocieran mejor.

Cristal le contestó, pero abuela recién me estoy acostumbrando a todo en este lugar y de repente me dice que desde que nací ya tenía un prometido y que me tengo que casar con él.

Luego dijo, esto ya se parece a los tiempos de la antigüedad, donde los padres no esperaban que sus hijos nacieran y ya le tenían la persona con las que se iban a casar.

Doña Adelina se sintió un poco mal por su única nieta, ya que desde que nació se le había estipulado su destino ya y solo por hacer parte de esta familia, ella le volvió a explicarle de nuevo el motivo de su compromiso, para que no se sintiera tan mal por estos momentos.

Luego le dijo en parte tienes razón y me siento muy mal por ti y no poder hacer nada, lo único que puedo hacer por ti ahora, es que solo acepta este compromiso y si después de los seis meses que tu abuelo le pidió a la familia Casquete, antes del matrimonio, todavía te opones.

No te casas y tranquila que a ti no te vamos a obligar como casi lo hicimos con tu madre, por ese motivo es que creo que ella se casó con tu padre y nos abandonó y te hizo pasar por tantas cosas, que si fuese estado con nosotros no fuese tocado vivir.

Cristal al escuchar esto le dijo, está bien abuela, ya que sabía que en seis meses podía pasar muchas cosas y quizás no fuera ella la que le tocara cancelara ese compromiso, porque se había prometido hacerle la vida imposible a su supuesto novio, para que fuese este el que se opusiera a este matrimonio.

Después de que Cristal había entendió el punto bajo del brazo de su abuela.

Don Gerardo, cuando vio que su nieta iba bajando la escalera, pidió que hicieran silencio por un momento, para luego decir: Les presentó a mi querida nieta, Cristal de la peña.

Todos los presentes, cuando el señor Gerardo dijo estas palabras, voltearon a mirar para la escalera donde venía bajando una hermosa mujer con un vestido largo de seda en un diseño de tirante de color verde, con una abertura lateral, su cabello lo llevaba corto hasta sus hombros tirados hacia atrás.

Cristal, que solo pensaba que era una pequeña reunión de los amigos más cercanos de sus abuelos, nunca pensó que en esa fiesta habría más de cien personas, ella inmediatamente hizo el impulso de regresarse a su habitación, cuando había notado todas las miradas de los presentes estaban sobre ellas, pero su abuela que la llevaba del brazo la detuvo, mientras le decía, tranquila cariño, y no le hagas un desaire a todas estas personas que vinieron desde muy lejos solo por conocerte.

Luego le dijo, tú solo sonríes lo más que pueda, que del resto nos encargamos tu abuelo y yo, con estas palabras Cristal se calmó un poco y siguió bajando los escalone de la escalera. Después de que se había terminado el último escalón la recibió una mano de un joven muy apuesto con ojo azules como el mar.

Ella al ver esos ojos se había perdido en ellos y se olvidó de darle su mano, hasta que sintió que su abuela le cogía la mano y se la daba a aquel chico que más o menos era de su misma edad.

Por otro lado, Mateo todos estos días había estado de mal humor porque se había enterado de que la tal Zafiro si había tenido una hija y estaba tan frustrado de no poder aludir sus responsabilidades, como integrante de la familia Casquete, que no tuvo de otra que aceptar ir a esa fiesta, la cual era una tortura para él, puesto que iban a anunciar su compromiso con esa chica que no conocía y tampoco moría por conocerla.

Cuando ya estaban en la dichosa fiesta, la cual también sería su compromiso obligado, todos estaban a la expectativa de conocer a la nieta de la familia de Peña, menos él, que cuando escucho la presentación del señor Gregorio, había sido el único en no mirar hacia la chica, más bien se iba a ir a buscar un trago que ya se le había acabado el que tenía en la mano, pero él que se estaba dando la vuelta, cuando vio que su abuelo le cogía el brazo, mientras que le decía, que fuera y la esperara abajo de la escalera.

Mateo estaba a punto de negarse, cuando este le dijo, recuerdas lo que me prometiste, o ahora vas a incumplir tu palabra, él al escuchar estas palabras de su abuelo, se acercó a la escalera y pudo ver la hermosa mujer que venía bajando junto a la señora Adelina.




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