Un Amor Verdadero para mi

Capítulo 27. La boda

En ese momento fue que Cristal se dio cuenta de que ese día Mateo, no había venido a cancelar su Compromiso como ella se lo había supuesto, sino que lo adelantó.

Ella se dijo: solo espera y verás lo que te voy a hacer mi querido Mateo. Te lo dije muy claro que yo no soy una mujer con la que se puede jugar tan fácilmente. Si tú decidiste jugar así, solo esperemos a ver quién gana esta guerra.

Cristal secó sus lágrimas que se le estaban saliendo sin ella darles permiso, quizás eran por la rabia que estaba sintiendo en aquel instante. Después se levantó de la cama y se dispuso para qué le ayudarán con su vestido de novia.

Luego se le vino una idea a su mente y se dijo: "Si yo la voy a pasar mal el día de mi boda, tú tampoco la pasarás bien, mi querido futuro marido", y de inmediato le dijo: "Abuela, dime algo", invitaron a toda la gente del pueblo. ¿Cierto?

La señora le respondió: sí, mi amor, menos e hizo una pequeña pausa, porque no quería decir quiénes eran a los únicos que no habían invitado, pero al ver que su nieta estaba esperando que ella continuara hablando, dijo menos a una novia que tenía Mateo y a su familia.

Cristal de inmediato le dijo: abuela, quiero que envíes un vehículo para que los traigan y también que les digan que nosotros nos disculpamos sinceramente con ellos por haberlos invitado tan tarde, pero parece que la invitación que se les había enviado, la entregaron por error a otra persona. Por ese motivo lo enviamos a recogerlos en personas, ya que, para la familia De la Peña, todas las personas de este pueblo son muy importantes para nosotros.

La señora de inmediato le dijo a Patricia: ve y le dice las mismas palabras que dijo mi nieta al chofer y mándalos a recoger urgente a esa gente y que no se demoren que ya falta poco para empezar la ceremonia.

Luego Cristal le dijo: abuela, no quiero casarme hasta que ellos no lleguen, así que ve y le dices a las personas que la boda se demora un poco más.

La señora Adelina, que no sabía qué se traía su nieta en mente, solo mandó a doña Perla para que se lo comunicara su marido y que sea este que le avise al obispo del cambio de hora, ya que este había venido desde la ciudad y solo para casar a su nieta.

En la casa de los padres de Viviana, todos estaban en la sala muy desanimados, puesto que eran los únicos en el pueblo que no habían sido invitados a aquella celebración y ellos, ya se estaban imaginando que, al día siguiente, estarían en la boca de todos en el pueblo.

En ese momento en que todos estaban preocupados por el que dirán, había sonado el timbre de la casa; luego entró una empleada y les comunicó que los buscaba el chofer de la familia de la Peña.

El señor Patricio fue el primero en decirle y porque lo dejas esperando en la puerta, hazlo pasar de inmediato, acaso no sabes, que si esa familia envía a su chofer en persona es porque tiene algo muy importante que comunicarnos.

La empleada de inmediato fue y lo hizo pasar, y Sergio se presentó, diciendo que era el chofer personal de la señora Adelina, para luego decirle que la señora lo había mandado en persona a recogerlos y llevarlos hasta la boda, además a disculparse con ellos porque la invitación fue entregada por error en otra parte.

Patricio, que era el más emocionado con esto, y más cuando escuchó decir que la señora envió su chofer en personas a recogerlo solo a ellos, comenzó a reírse de la emoción, para enseguida mandar a su hija y mujer que se arreglaran lo más rápido que pudieran, ya que no podían hacer esperar a esa familia. Luego le dijo: "Sergio toma asiento hasta que nosotros nos arreglemos lo más rápido que podamos y no hacer esperar a la señora Adelina".

Después de decir estas palabras le dijo a su empleada que le trajera un café a Sergio para que se lo tomara, mientras esperaba.

En la boda ya había pasado una hora y nada que daba inicio a la ceremonia y todos los invitados estaban un poco impacientes, ya que no sabían el motivo exacto del porqué el retraso de esta.

En ese momento, llegó la familia de Viviana y todos los presentes voltearon a ver un poco sorprendido, por el hecho de que esperaban que esta familia no se presentase a aquella boda.

Mateo era el más impactado de todos, cuando miró a Viviana con su familia llegar a su boda.

Él no los había invitado porque los abuelos de Cristal, lo primero que le prohibieron era que estos no estuviesen presentes aquel día, y tampoco él quería que ella estuviera ahí, ya que no quería ver a su amada sufrir cuando él se casara con otra mujer. En ese momento cruzó la mirada con ella, pero se dio cuenta de que esta no se veía muy afectada como lo estaba suponiendo en su mente.

Luego pensó que quizás estaba haciendo todo lo posible, para no demostrar lo dolida que se estaba sintiendo al ver a su amor casándose con otra mujer.

En ese momento en que él estaba perdido en sus pensamientos, alguien le informó que venía la novia y en el mismo instante sonó la música para la entrada de Cristal acompañada de su abuelo y todos fueron a su sitio a esperar la gran entrada de la novia.

Mateo estaba en el altar esperando a la que en pocos minutos se convertiría en su esposa, pero su mente estaba llena de pensamiento con Viviana, cuando de repente vio a Cristal con el vestido de novia, el cual era un estilo sirena, que le resaltaba todo su cuerpo y con una larga cola.




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