Un ángel en la Tierra

Introducción

"Lo que veo...

Guerra... Hambre... Dolor... Odio... Intolerancia... Fracaso...Terror... Muerte... Racismo... Destrucción... Homicidio... Asesinato... Mentiras...

¿Cuánto más pueden hacer? ¿Cuánto más debe dolerles para ver que deben cambiar? ¿Cuánto más pueden hacer sufrir a su prójimo? ¿Cuánto más pueden mentirse entre ellos y así mismos? ¿Cuánto más pueden odiarse? ¿Cuánto más puede el color de piel, el género, las etnias, las tradiciones, las costumbres, las culturas, los falsos dioses, generar tanta violencia y crueldad en el mundo?

¡¿Por qué?! ¡¿Cuánto más?! ¡¿Hasta cuándo?!

Duele, duele verlos, duele oírlos, duele sentirlos... Debo cerrar mis ojos más de dos o tres veces en menos de lo que creen para poder soportar sus actos, debo bajar la mirada cunado uno de los que he enviado es castigado, es privado de sus derechos, es asesinado por pura y era ignorancia, por miedo, por errores cometidos por los demás... He derramado tantas lágrimas por ellos, he sentido dolor agonizante y frustrante día tras día, noche tras noche, evento tras evento...

¿Por qué? ¿Por qué no son capaces de ver la magnitud de sus acciones? ¿Por qué cuesta tanto entender que son capaces de maravillas en este mundo y que tan solo deben saber escucharse a sí mismo? ¿Acaso no oyen que sus almas gritan desesperadas por ser escuchadas pero que sus mentes están tan llenas de ruidos innecesarios que no llegan a oír esos susurros, esos atisbos de voces ocultas en el corazón?

He enviado a lo largo de toda su existencia, un sinfín de señales, un sinfín de portadores de luz y de la voz que debiera guiarlos para ser la maravilla más grande del planeta y no escuchan, no siguen, odian, pelean, para luego echar culpas falsas al siguiente o al anterior, para que las falsas religiones culpen a las fuerzas de las tinieblas de todos y cada uno de sus pecados, para que interpreten a su gusto todos y cada uno de los principios del universo; pero, ya no más, se acabó. Ya no hay segundas oportunidades, ya no hay elegidos que los salven, ya no hay más que hacer...

Es momento de comenzar de nuevo, ellos fallaron, no lo lograron y a cambio de todos los dones que he puesto a sus pies para que logren sus propósitos de vida, han desperdiciado y mal utilizado todas esas bendiciones...

Ya no.

No pueden. No deben.

¿Hasta cuándo? Basta, ya basta."




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