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El terror ha invadido las calles de la ciudad sin mencionar las del mundo entero pues la situación es igual en todos los países, islas y lugares del mismo, puede sentirlo a pesar de que aún no ha abierto sus ojos.

Ha sido una experiencia extraña la de ser enviado al mundo humano para aprender de ellos, para entender lo que sienten y piensan y poder tomar una buena decisión en cuanto a si la raza humana debe seguir en pie, los primeros años se le pasaron sumamente lentos sumido en la ignorancia de una corta edad que no podía retener más de dos minutos su pensar, pero poco a poco de la mano de Magali comenzó a comprender, aprender a caminar, hablar, balbucear, qué debía comer y qué no, como se llamaba cada sentir y qué lo provocaba; aprendió lo hermoso de una caricia, de un beso de buenas noches, de decirle "Te amo" a su madre y recibir un "Te amo más" de su parte, nunca sintió tanta calidez en su corazón como en esos momentos.

Pero también vio la belleza de la amistad en otros, la bondad de quienes ayudan simplemente porque gustan, aunque el enojo de una pelea también estaba presente, al igual que la tristeza de ser objeto de burla, de ver algo cruel, de sentirse impotente por no poder hacer algo al respecto, la niñez humana es bella pero compleja puesto que las emociones desbordan y no sabes manejarlas, a veces ni siquiera sabes qué es lo que realmente te ocurre, simplemente sientes... Ah, humano, tan complejamente hermosos y caóticos...

La crisálida se rompe, desaparece en un haz de luz donde puede verse a ángel emerger con tranquilidad, con una dorada mirada, cabello grisáceo oscuro, un atuendo ambarino libre de metal que lo proteja, las alas a sus lados extendiéndose a sus anchas abarcando todo lo que pueden, con una aureola hecha de energía luminiscente; Castiel se encuentra detrás de Tomassin a la espera de su siguiente movimiento, él es su escudo.

Y allí está el ser de luz, sobre la ciudad y puede verla a sus anchas, los ángeles que han sido enviados para ayudarlo parecen seguir una especie de patrón al sobrevolar todo pero esperan pacientes a que les dé una orden; para Tom es difícil creer lo que sucede, observa por quinta vez su cuerpo y sus manos, siguen emanando luz, finalmente ha regresado a su verdadera forma y siente la necesidad de comenzar con todo el proceso por el cual está allí; desvía la mirada hacia atrás encontrándose con Castiel que le sonríe con cariño, nunca se ha apartado de él, en ninguna de sus misiones, el azabache irá con y por él al fin del mundo. Sin dudarlo.

―Comencemos ―habla tranquilo pero su voz parece estar siendo transmitida por un parlante, se escucha así al menos y el sonido llega a cada rincón del lugar, incluso, aunque nadie más lo sepa, es escuchado en otras regiones del mundo―. Seres de este mundo, ha llegado el día en el que sus acciones cobrarán cuenta, recibirán el castigo que merecen por haber desobedecido y haberse mutilado unos a otros de incontables maneras. La traición, ambición y egoísmo los han llevado a caer tan bajo que ya nadie puede sacarlos del agujero en el que han caído, por ello, este día se ha adelantado en los planes y es preciso que la vida comience de nuevo. Solo el sacrificio de quienes no merecen perdón sanará este mundo tan roto y acabado.

Observa atento a todos los que atónitos lo ven con los ojos abiertos a más no poder de asombro, muchas criaturas se encuentran emergiendo de sus escondites, demonios y caídos, algunos ángeles llegan del Cielo alarmados y otros temerosos de lo que pueda pasar; reconoce a Magali y su hermana entre la multitud de personas, no pasa más tiempo cuando siente los estigmas en su cuerpo ―marcas que le fueron conferidas para esta misión de purificación y que serían reveladas solo en su forma celestial― abrirse paso a través de su cuerpo y liberando su poder para llegar a todos, las criaturas son consumidas, algunas lentamente, otras de manera tan rápida que parece un movimiento fugaz ante sus ojos. No quiere ver esto, por más que hayan hecho atrocidades, Tom no está preparado para ver a sus humanos sufrir.

Y entonces, al fin puede recordar. Todas y cada una de las vidas que ha tenido, todos y cada uno de los amigos que forjó, de los enemigos que ganó, aliados que lo ayudaron y amores que ganaron su corazón de infinitas maneras; pero sobre todo, recuerda a Maga, su madre terrenal, su tía, familia, sus amigos, todas y cada una de las personas que he conocido a través de los siglos.

―Ellos no fueron condenados en ninguna de las ocasiones que tuve que hacerlo ―susurra para sí siendo ajeno al mare mágnum que se desata en las calles de la ciudad―, Hay bondad en el ser humano, más allá de los evidentes defectos, hay tanto que pueden ofrecer al mundo y sin embargo, se empecina en luchar por cosas sin sentido como delimitaciones de territorios, ideas políticas o religiosas.

―Así son ellos ―comenta Castiel detrás de él, casi de cuclillas en el suelo por el poder que emana el ángel que acaba de despertar.

―El hombre no puede ver lo iguales que son los unos a los otros, ¿Hasta cuándo seguirán matándose entre ustedes? ¿Hasta cuándo se tratarán entre ustedes como si no fueran todos merecedores del mismo trato? ¿Por qué el color de piel, de ojos, cabello, ideas, nacionalidades, debe ser un motivo para que se odien? ¿Por qué no piensan en aquellos que no tienen un plato de comida decente una vez al día siquiera? ¿Por qué insisten en crear armas solo para atacarse los unos a los otros? ¿Cuántas mujeres deben morir para que ustedes sacien ese deseo horrendo de poder y locura? ¿Cuántos hombres deben sufrir y morir en guerras sin sentido? ¿Cuántos niños deben llorar por las noches mientras son atacados de incontables formas? ¿Por qué? ―habla observando a la humanidad.

El ángel sabe que pueden escucharlo, que todos los presentes ―y no solo de esta ciudad― escuchan su voz ―en el lenguaje que sea―, porque siente tanto dolor como si lo estuviera viviendo en carne propia y así ha sido años tras años, siglo tras siglo, era tras era desde el comienzo de la vida.