Un ángel para cada uno

Capitulo 2

Capítulo 02

¿Qué pasará conmigo? ¿Meteré en problemas a Akane?, dios mío, soy un desastre. Lamentándome llegó un mensaje a mi teléfono el cual no le tomé importancia hasta que esa señorita me hizo un gesto para que lo revisase.

-¿Quién eres? ¿Qué haces en un lugar como este? ¿Eres un pervertido?- escribió aquel mensaje de numero desconocido.

-Vine para entregar una cartera a la señorita Akane, ¿Quién habla?- respondí.

-La mujer que esta viendo a un estudiante debajo de su escritorio para evitar que lo vean- escribió con emojis.

-Perdón, pasa que Akane trabaja unas horas enseñando en mi escuela y aparte para esta empresa, por ciertos motivos terminé siendo su empleado doméstico- contesté.

-¿Empleado domestico? Me hace falta uno de esos, ¿Quisieras trabajar para mí?- preguntó con un emoji de fuego, el cual me hizo deducir otra cosa.

-Lo siento, pero yo trabajo solo para ella. Es muy amable y buena conmigo así que por agradecimiento quiero dar lo mejor de mí- respondí algo serio.

-Bueno piénsalo, mi casa realmente es un desastre y necesito apoyo- preguntó con un emoji triste.

-En fin, ¿Te gusta Akane verdad? Ehmmm… ¿Cómo dices que te llamas?- escribió con un emoji de pregunta.

-Me llamo Kazuo y no me gusta, eso creo- respondí con la cara roja.

-Me llamo Akina y no mientas, se nota que te gusta mucho, ¿Qué clase de persona vendría de tan lejos para entregar una cartera? Ambos sabemos que es para verla- respondió y en realidad dice toda la verdad.

-Pues si me gusta, pero en realidad no espero llegar a nada- contesté algo deprimido.

-¿No das el paso por miedo a ser rechazado? ¿Qué tal si sales conmigo?- contestó, aunque sabía que se estaba burlando de mí.

-No gracias- respondí aún más serio.

-¿Qué harás cuando Akane te tenga que echar de su casa?- preguntó.

-No lo sé. No creo que Akane me eche, es muy buena y gentil conmigo.

Eso ya me lo había preguntado, pero dejé de pensar en eso, ahora esas palabras me hicieron sentir miedo otra vez. Akane no me echará ella es muy buen-.  Un tono de celular proveniente de menos de 2 metros, era el teléfono de Akane, cuyo escritorio esta enfrente que el de Akino.

-¿Hola?- dijo Akane.

-….- era alguien que ya conocía al parecer.

-Si, sigo trabajando- contestó.

-…..- seguía intrigado de quién se podría tratar.

-Yo también te quiero, pero ya hablamos de ese tema- dijo algo molesta.

-….- lo escuchaba un poco más alto.

-Si, veré a donde puedo llevar a Kazuo, pero no te pongas así de celoso, él no tiene a donde ir, sé mas compresivo- dijo algo exaltada.

-…..- esta vez no lo escuchaba.

-No me gusta para nada, es lo contrario, solo es porque es mi alumno y no tiene a donde ir, trato de no interactuar mucho con él, además salgo contigo todos los días luego del trabajo, iremos de viaje la próxima semana, no es momento para que te pongas así. Deja de ser tan celoso y cuida los boletos de viaje que pagaste mucho por ellos- dijo en voz alta. Colgando la llamada y llamando a Akina.

-Akina, iré al baño un momento- dijo algo furiosa.

-O-okey….- respondió Akina.

Volvió a escribirme, pero no pude responder, realmente no aguanté y lloré como un bebé, pero en silencio. Mientras mas trataba de no hacer bulla, más lagrimas caían de mi cara. Akina me levantó y me abrazó a pesar de recién haberme conocido. “tienes mi número, necesito tu ayuda y sabes que tienes un lugar para quedarte”. Palabras que quedaron grabadas en mi mente luego del abrazó tan cálido que me dio.

-Bueno chico, creo que deberías irte, Akane puede regresar en cualquier momento, y ya sabes que puedes venir a trabajar para mi cuando gustes- me dijo con una voz tan cálida y reconfortante.

-Muchísimas gracias, pero ya causo problemas dando lo mejor de mí, no quiero causarte problemas a ti también, además, aunque no lo creas no me iba tan mal viviendo en la calle, era divertido- dije con una sonrisa, tratando     ridículamente que ocultar mi desesperación, a mas no poder, volví a romper en llanto.

-Por favor déjame trabajar para ti, será un corto tiempo, no tengo a donde ir- dije mirándola con lagrimas cayendo de mi rostro.

-Claro que sí chico, explícaselo a Akane y ven en la noche, te mandaré la dirección- dijo muy amable.

Me volvió a abrazar luego de eso, sin pensar en el resto de la habitación ya que solo trabajaban dos personas allí.

-¿Kazuo?- fue una voz muy linda, pero ya no me hacia sentir tranquilidad, sino dolor.

-Akane… emmm…. Yo estaba- respondí totalmente nervioso.

-Akane estamos en horas de trabajo, vuelve a tu puesto de trabajo, este joven ya habló conmigo y vino a dejarte tu cartera, y el abrazo que viste hace un rato es debido a un malentendido, que te explicaré después- dijo Akina con un tono de voz super profesional, con lo burlona y bromista que es no esperaba que sea tan profesional ante los demás.

-Tienes razón Akina, mil disculpas, gracias Kazuo es hora de que te vayas, podrías meterme en problemas- dijo algo confundida.

-Te entiendo y por eso me voy, disculpa- dije esas palabras exactas, que Akane sabrá en unas horas que tienen un significado más profundo de lo que parece.

Llegó la noche, por suerte siempre tenia mis cosas en una mochila, llevé mi guitarra, y dejé una nota en la mesa junto con el celular que ella compró. “Realmente me disculpo por causarte tantos problemas con tu novio, te amo a pesar de nunca habértelo dicho, bueno, no volverá a pasar y haré de todo para poder olvidarte, muchas gracias por todo”.

Anoté la dirección en un papel, y fui. Fui muy bien recibido cuando llegué. Mientras que Akane lloraba leyendo aquella carta que dejé en la mesa.

-Gracias por la oportunidad Akina- dije bastante agradecido por lo que había hecho.

-No te preocupes chico, todo estará mejor de ahora en adelante- fueron aquellas palabras que me llenaron de esperanzas.




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