Dedicatoria

Este microrrelato es dedicado a mi mejor y único amigo hombre. Ese que, se fue de este mundo sin despedirse. Pero que me dejó los mejores recuerdos de una amistad que perdurará por siempre.

Gracias por ser ese amigo incondicional que, me dio apoyo cuando más lo necesite. Ni los años, ni la vida me harán olvidar el paso de un ángel tan maravilloso como lo fuiste, te recuerdo cada que escucho tu música favorita, cuando llega Semana Santa, cada fin de año y cada que voy al pueblo, ese en el que descansas y esperas por mi visita como siempre, esa visita que te prometí hacer cada vez que vaya y que no he dejado de cumplir.

Ella es mi novia, pero nosotros… somos amigos para siempre y hasta el fin de nuestros días

Tus palabras, unas que están tatuadas en lo más profundo de mi corazón.

En memoria a:

Homero Gil Hernández

28 de mayo de 1982 – 09 de abril de 1998

Hoy cumples 40 años en el cielo y como un homenaje a tan bella amistad de juventud, te escribo este pequeño relato de lo que fue y será nuestra amistad eterna.