Nathan
En el camino ella iba cantando "The Beach de The Neighbourhood" o mejor dicho gritando la letra de esa canción.
¿Será una indirecta para mí?
─Si sigues cantando con ese sentimiento, pensaré que es una indirecta para mi Jane
─Eh no ─se puso un poco roja y muy nerviosa.
La verdad me gusta que se pusiera roja y nerviosa, es lindo en ella. Estoy dando mi mayor esfuerzo para no alejarme de ella. No quiero, ella me da paz, me da tranquilidad.
Se terminó la canción y estuvimos un par de segundos callados.
─¡NATHAN! CUIDADO
Apenas iba a voltear a ver que me advertía cuando sentí su cuerpo encima de mí. El impacto de un camión hizo que el auto se saliera de la carretera y diera vuelta el coche, como pude me aferre a Janeth. Perdí la conciencia.
Al despertarme vi todo blanco. ¿Estaba en un hospital?
─¿D-dónde está ella?
─Nathan, al fin despiertas. Estás en el hospital.
─¿DÓNDE ESTÁ ELLA?
─Está en cirugía
─¿CIRUGÍA?
─Ella recibió el mayor impacto
─N-no lo entiendes, necesito verla.
Anderson negó con la cabeza, un nudo se formó en mi garganta y los ojos se me empezaron a poner llorosos.
─Anderson, por favor
─No puedes Nathan, hace 3 horas inició su cirugía, aún no termina
─N-no lo entiendes Anderson, no la puedo perder. A ella no
─Necesitas descansar
─La necesito a ella, ella es mi mundo, ella me da paz y tranquilidad, quiero todo con ella, no la puedo perder, es la primera mujer que conozco por la que estaría dispuesto a sacrificar todo, no quiero perderla, no puedo. Necesito confesarlo lo que siento.
─Descansa un poco
─¡ANDERSON POR FAVOR! La necesito a ella, la quiero, ocupo verla.
Lágrimas se deslizaron en mis mejillas y yo seguía insistiendo y suplicando que me fuera a llevar con ella, pero una enfermera entro.
─¿S-sabe algo de la señorita Janeth?
No respondió
─Necesito ver a Janeth
Me aplicó un sedante. Al despertar no estaba Anderson. Me intenté poner de pie, pero no pude y terminé en el suelo.
─NATHAN, ¿QUÉ HACES?
─Jenna por favor llévame con Janeth, necesito verla. Por favor.
Me ayudo a levantarme y me apoyé en ella. Salimos de mi habitación y caminamos hasta el último pasillo estaba su habitación. Ella estaba acostada, con sus ojos cerrados, cortadas en el rostro, sus brazos tenían demasiadas cortadas.
─Nathan, no deberías estar aquí. Ella entró en coma.
¿En coma?
─Salgan de la habitación
No dudo ni dos segundo y Jenna, Math, Anderson salieron de la habitación. Yo me acerqué a Janeth.
─L-lo siento, no debí dejar que todo el impacto fuera hacia ti, lo siento Janeth.
Agarre su mano y agache la cabeza, las lágrimas no dejaban de salir.
─S-si hubiera sabido te prometo que no te hubiera puesto en peligro
No respondió
─P-por favor Janeth, tienes que volver a despertar... Yo tenía que ser quien estuviera en coma.
Estuve varias horas con ella y no paraba de llorar hasta que entró un médico a revisarla.
─No deberías de estar aquí Walter
Asentí con la cabeza.
─Sabe que ella no va a despertar, ¿Cierto?
─¿N-nunca?
─Es lo más probable Walter
Mi mundo se desmorona, tenía demasiadas ganas de llorar. Por mi culpa ella estaba en coma.
─¿E-existe posibilidades de qué despierte?
─Un 5%
El médico ya la estaba dando por muerta.
─No quiero que deje de atenderla, sin importar que no haya muchas posibilidades que despierte
El médico asintió y se retiró.
Pase más de 1 hora llorando, estaba destrozado.
─Nathan debes descansar, también tú estuviste en el accidente
─Necesito estar con ella Math
─Ella no va a despertar ahora
─No me importa, quiero estar aquí con ella
Él asintió con la cabeza
─Una última cosa, el conductor del camión quiero que lo mandes a matar.
─¿Sabes cuanto te va a costar eso?
─Sí, quiero que contrates al mejor torturador posible. Merece sufrir y demasiado.
─Puede costarte hasta un millón de dólares, ¿Lo sabes no?
─Janeth vale más que un millón de dólares
Math volvió a asentir y se retiró.
Yo me quedé al lado de Janeth, observándola y suplicando que por favor despertará. Dieron las 6 de la mañana y yo seguía llorando. Intente dormir un poco, pero no podía.
El médico seguía viniendo a checarla a ella. Me recomendó dormir y yo le negué. Al cabo de unas horas llego una enfermera y aplicó un sedante. Me aplicó un sedante.
Una semana después
Ya había pasado una semana y yo seguía sin apetito y sin dormir. Mi rutina se basaba en estar con ella todo el día y toda la noche. Lloraba demasiado. Jenna, Math, Anderson venían todos los días a verla e intentaban que yo me durmiera o que comiera, pero nunca lo lograban.