Un Año Problemático

Capítulo 18

— Hermanita, tanto tiempo. —Thalía es mi hermana mayor— Tengo muchas cosas para contarte, pero vaya que has estado ocupada, ¿Cómo te sientes?

— Estas semanas hubo muchas complicaciones, pero ahora me siento bien.

— Se nota que tienes varias cosas para contarme Cleo.

— Tengo que irme al hospital, después te explicaré todo.

— ¿Estás lastimada o algo? —me pregunta.

— Mi novio está en el hospital, Luciano le disparó a él por accidente.

— Espera ¿Novio? ¿Acaso sigues con el idiota de pelo negro ese?

¿Eso qué importa?, está en el hospital.

— No, no sigo con Aaron. Mi novio se llama Matteo.

Al colgar la llamada me doy la vuelta, Aaron sigue aquí y no puedo descifrar su expresión. Me avisa que mis amigos ya llegaron al hospital y que han atendido a Matteo. 

Me doy cuenta tarde, Luciano no escapó solo, escapó con su cómplice. Todo el plan se ha ido completamente a la basura, no puedo creer que se me haya escapado eso.  

Subo al coche con Aaron y nos dirigimos al hospital, en el transcurso del camino le cuento todo y con detalles. 

*************************

Cuando llegamos al hospital, bajé del coche casi corriendo, eso hace que tropiece con mi propio pie y caiga al piso.

Eso me dolió.

Me levanté, sacudí mis rodillas y entré al hospital. Al llegar a la recepción, pregunto por el paciente Matteo Alvani y el recepcionista me indica el piso en el que se encuentra. Subo al elevador y marqué el cuarto piso.

Cuando el elevador llega al piso, me bajo y comienzo a caminar hasta la sala de espera, ahí es donde veo a mis amigos sentados, me acerco lentamente y los saludo.

— ¿Cómo está Matteo? —Miro a mi alrededor buscándolo.

— Cleopatra, que suerte que estás bien. —Eva se levanta de su asiento y me abraza.

— ¿Y Matteo? ¿Cómo está él? —les pregunto, se miran entre sí y Jordan me responde.

— No sabemos nada sobre él, apenas llegamos varios doctores y enfermeros se lo llevaron, lo único que nos avisaron es que él iba a estar en cirugía por el tema de la bala.

¿Cirugía?

— ¿Me llaman cuando les avisen como está? No quiero estar aquí, todo esto es mi culpa. —Se me cristalizan los ojos y comienzo a caminar hacia los elevadores.

— Cleo espera. —Me detengo y me doy la vuelta, Jordan se levanta de la silla en la que está y viene a abrazarme— Nada de esto es tu culpa ¿Bueno?, no pienses eso.

— Si lo es, se suponía que ustedes no tendrían que estar metidos en todo esto, yo provoqué todo esto. —Comienzo a llorar.

— ¿Nos puedes contar exactamente qué pasó? —me pregunta Hanna.

Estoy a punto de comenzar a explicarles que pasó cuando un doctor viene a contarnos cómo se encuentra Matteo.

— Él se encuentra estable, pero perdió bastante sangre, por suerte la bala no dañó ningún órgano. Está en la sala 12, pueden pasar a verlo, pero aún sigue dormido por la anestesia. —Cuando el doctor terminó de contarnos esto, nosotros nos dirigimos a la sala que nos dijo.

Entramos con cuidado, Matteo se encuentra en la camilla, él está conectado a unos cables. Mis amigos deciden dejarme sola con él mientras ellos iban a desayunar. Me siento a su lado.

— No me lo hubiese perdonado si te pasaba algo. —Digo mientras con una mano le estaba acariciando su rostro.

Siento cómo se remueve un poco, tomé su mano y él la entrelaza con la mía. Mi mirada está en nuestras manos y cuando vuelvo a subir la vista para ver su cara, se encuentra mirándome.

— Pensé que seguías dormido. —Vuelvo a acariciar su cara— El doctor nos dijo que estarías dormido por la anestesia.

— Al parecer no me hizo mucho efecto, ¿Estás bien? —observa mi cara.

— Matteo, en serio que me estás preguntando a mí si estoy bien mientras que estás en una camilla de hospital. —Al decir esto él ríe, bajo la mirada hasta su herida la cual está vendada— ¿Te duele?

— Ya no tanto, solo un poco. —toma mi mano que está en su cara y le da un beso— Me habías preocupado.

— Necesitas descansar. —Me acerco y le doy un beso en la frente.

— No necesito descansar, lo único que necesito es a ti. —Con cuidado deja un espacio en la camilla— Acuéstate conmigo.

— Te puedo lastimar Matteo ¿Y si tal vez me apoyo en la herida sin querer?, no quiero hacerte mal.

— No me importa la herida. —Tira de mi mano— Ven aquí.

Con cuidado me acuesto al lado de él, lo abrazo y nos quedamos dormidos. Cuando abro mis ojos me encuentro a una enfermera viéndome fijamente, sé que en cualquier momento me gritará por la cara que tiene.

— ¿Se puede saber qué estás haciendo ahí acostada? Levántate. —Hago lo que me dice y me levanto de mala gana— ¿No te das cuenta de que lo podrías haber lastimado?

— ¿Se puede tranquilizar un poco? —le pido.

— Yo le dije que se acostara conmigo. ¿Algún problema? —contesta Matteo.

— Muchos problemas. ¡No puede estar aquí a esta hora y menos estar durmiendo en la misma camilla que usted! —Matteo rueda los ojos.

Amo cuando hace eso.

Después de que la enfermera nos reprochara sobre que no me puedo acostar junto a él, que no era horario de visitas y bla bla bla, se va. Llega otra enfermera, le limpia la herida y le cambia la venda. Nos explica que Matteo se va a tener que quedar unos dos días para revisión y después le podrán dar el alta, también nos explicó cómo debemos limpiar la herida y eso.

Los chicos cuando vuelven, unas varias horas después, nos comentan que habían venido antes, pero estábamos dormidos. Me trajeron un café con un cupcake y me pidieron que comience a explicar sobre lo que pasó.

— No me esperaba todo eso. —comenta Eva.

— No lo puedo creer.

— ¿Cómo te pudiste olvidar de las balas? —me pregunta Aaron.

Será estúpido.

— ¿Es enserio? —le pregunto.



#3759 en Thriller
#1424 en Suspenso
#2058 en Misterio

En el texto hay: odio, venganza

Editado: 13.03.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.