Un bonito día

Cap 1

 

Es ese momento en el que me siento en paz, sin preocupaciones donde siento que mi cuerpo flota por el cielo, donde vuelo en mi universo, donde sólo soy yo, donde soy feliz ese momento es ahora, pero siempre hay algo que no te deja serlo, ese insignificante instantes donde todo se va, tu paz, tu tranquilidad, se esfuman como la comida que hay en mi plato la veces que mi madre Cocina algo delicioso, ese algo puedes ser el maldito reloj, un sonido que provenga del exterior o en mi caso y en este momento es mi madre, para ser más claros los gritos de mi madre.

 

¿por qué me despierta de mi hermoso sueño si hoy no hay clases? 

Ese es su trabajo de lunes a viernes.

Además, son las... 8 p.m.

¿Le molesta tanto que tome una siesta?

Cuando ella lo hace trato de hacer el menor ruido posible.

Me desperté con desganas, me senté en mi hermosa cama con desganas abrí mis ojos con desganas, bueno hago todo desganada excepto comer, eso lo hago con muchas ganas.

Tomé mis pantuflas de conejo y bajé las escaleras con desganas, pero también un tanto enojada, ¿por qué? Porque si a nadie le gusta ser despertado de su hermosos sueño.

 

 

- le he dado de comer a las vacas, esquilé a las ovejas cosa que era tu trabajo, le di de comer a las gallinas y ¿ahora no me dejas tomar una siesta tranqui... - me quedé a mitad de palabra al subir más mis párpados. Tres pares de ojos me observaban con diferentes emociones. Un par molestos, otro par sorprendidos, pero justo ahora se relajó, y los últimos con diversión. Bueno les explicaré a quien le corresponde cada par:

Los molestos a mamá 

Los antes sorprendidos son de Silvana, la novia de mamá.

Y los divertidos son de un soquete que desconozco. Pues me enfoque demasiado en estos últimos, no entendía por qué aguantaba la risa y quién era

¿y qué hacía en mi casa?

No había nada de chiste en este momento, ¿pues tendría que sentir vergüenza? 

Noo, yo no soy asi a menos que haya algo que en verdad me avergüenzo 

La primera en hablar fue Silvana, pues habíamos quedado en total silencio desde que baje las escaleras para pararme en seco.

 

 

- Hola Olivia, ¿cómo has estado? - 

 

 

La escuche sí, pero esa pulga de perro que me miraba y tapaba su boca para aguantar la risa me estaba sacando de quicio, jamás en mi insignificante vida había conocido a alguien así, yo no le quite la mirada de encima mientras mantenía mis labios en una línea recta horizontal 

- Sil, ese zopenco que está allí ¿es tu hija? - y apunté en su dirección, al instante borro su sonrisa y la mirada de desagrado se hizo mutua.

- ehh si él es mi hijo - respondió Silvia algo incómoda.

 

 

- ¿podrías por favor Olivia cambiarte tu pijama? - 

 

exclamó mamá con esa mirada que me decía" se educada o te educare como lo hacía mi abuela a mi madre " ósea a golpes 

 

 

- claro eso aré - mantuvimos nuestras miradas de odio durante de un minuto o más, este ya me desagrada y luego desaparecí del comedor. A lo lejos escuche su mi madre hablaba de mi

 

- lo siento puede ser algunas veces desagradable pero cuando se conozcan más se llevarán muy bien - 

 

 

- sigue soñando querida - susurré para mi 

Al regresar a mi habitación, tome mis prendas, una toalla y me dirigí al baño, una vez estando ahí me observe en el espejo y noté una mancha blanca que comenzaba de mi boca y recorría toda mi barbilla.

Ahora entiendo por qué el zoquete se reía de mí. Y bueno hasta yo me reiría de mi misma.

Parece que mientras dormía mi saliva salía de mi boca. Tome papel sanitario y me limpie.

Al estar lista decidí bajar, ¿no habré demorado mucho o si? 

Por qué los invitados ya no estaban en la mesa, escuche ruidos proveniente de la Cocina asique me adentre a ella.

Note dos mujeres lavando los utensilios que habían usado.

- ¿queda algo de la cena para mí? - ambas me miraron.

- claro Olí ven siéntate en la mesada que te traeré algo - habló Silvana mientras secaba los platos que mamá le pasaba.

Hice caso y me senté en una silla.

- ¿y cómo vas en el colegio? - pregunto mientras me servía en un plato lo que se podría decir puré de papas con lo que sea que intentó hacer mi madre.

 

- mm se podría decir que bien - 

 

 

- ¿el equipo de voleibol? ¿tiene buenas candidatas este año? - 

 

 

- no lo sé todavía, aún no salió la planilla estamos empezando el año asique supongo que será pronto - me entregó mi plato. - gracias - le sonreí

 

 

- Disfrútalo - 

 

 

Mientras degustaba del puré, sólo puré porque lo otro no sé lo que era y cuando tocó el primer pedazo mi boca, sentí el amargo sabor, y lo detesté. Mi mamá y Silvana hablaban en susurros, sabía bien que algo ocultaban, las conocía bastante bien para saber que tenían algo escondido como el soquete del hijo de Sil, yo no conocía la existencia de aquel ser hasta hoy, su mirada es de una a la otra, asique no se dieron de mi bellísima presencia que caminaba lo más lento y sigiloso para poder escucharlas. De un sopetón hablé.

- ¿¡que ocultan!? - ambas se sobresaltaron.

 

- no nada cielo - dijo mamá. Yo no creía en esa frase, siempre que la decía algo ocurre.

 

 

- ¿ah no me vas a decir? - enfoque mi vista a Silvia - ¿y tú? ¿No me vas a decir nada? - me crucé de brazos - o vamos no quiero andar de detective, díganmelo sea malo o bueno - las mujeres cruzaron miradas. De inmediato tapé mi boca con mis manos y abrí mis ojos como platos. Ya sé lo que tramaban - quieren tener un bebé - 

 

 

Ambas me miraron con horror, era graciosa su expresión.




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