Un bonito día

cap 7

La verdad no tengo idea de lo que fue de mi castigo o mejor dicho en que consistía mi castigo.
¿No dejarme  Salir?
Todavía lo hacía. Bueno, tampoco es que salía todos los días, mejor dicho directamente no salía, aun no era capaz de socializarme completamente con los demás, seguía teniendo la desconfianza que solo se acercaron a mi por lastima.                                                         

Igualmente hablaba bastante con Adam, el sí que es un chico agradable y muy guapo en todos sus aspectos.
¿Limpiar mi habitación? Lo hacía, no es castigo para mí, dejar mis cosas tiradas no era lo mío.
Pues eso era normal ¿qué no?
¿No ver televisión? ¿No usar el teléfono? ¿sin computadora?
No tenía idea en que se baso mi castigo. Pero estuvo ahí. Suficiente castigo fue dejar mi zona de confort para venir a vivir a esta casa con, prácticamente para mi, dos desconocidos.
De todas maneras hoy por la mañana, mi mamá mientras entraba a mi dormitorio sin permiso para despertarme dijo:


- se acaba tu castigo - se apresuró a levantarse - apúrate que tenes que desayunar - sin más desapareció.


- ¿cuál era mi castigo? - me susurre.


Entrando al pasillo de la escuela, claro antes perdiendo de vista a la cosa fiera  que vivía conmigo, me encontré con un Sebastián revoloteando en cada paso que daba como un mini bailecito que le daba el toque autentico y único muy único de el por supuesto.


- hoy es viernes Olivia- grito eufórico.


- si lo sé, porque tan felicidad  - pregunté.


- por que hoy hay fiesta en casa de Sarita, mi primita –


¿Desde cuándo la llamaba así?
Bueno al juzgar por el tono meloso que dijo fue muy raro, el poco tiempo que estuve conociéndolos me dio a entender que el no sería tan meloso con su prima si no fuera por un motivo detrás de eso, siempre seria  Sara o cuando está enojado escuche que le decía Estefanía. Al cual supuse que es su segundo nombre.
Estaba emocionado. Era gracioso verlo en plan de no poder aguantar las ganas que traía de gritar y solo levantar sus manos en forma de triunfo, mirándome sonriente.
Cruzo su brazo por mis hombros.


- y dime linda ¿alguna vez habías ido alguna fiesta? - me miró y yo a él. Era escasos centímetros que separaban nuestros rostros, no estaba nerviosa pero noté que el sí y trataba de disimularlo aunque no lo lograba.

Al decirme linda tendría motivos suficientes para afirmar que estaba coqueteando conmigo pero si me pongo a pensar desde que llegue ese grupo  conformado  de 4 chicos y 2 niñas me estuvieron regalando adjetivo bastantes dulsones. Debe ser por lo que soy muy bajita.

Asique solo decidí quedar callada aunque si revuelvo mis pensamientos a tiempos atrás, la única fiesta que eh ido fueron las que organizaba Alan, bueno no sé si llamarla fiesta ya que éramos tres locos que asistíamos. Alan, Mayra y yo.
Solíamos llamarla la fiesta V.I.P.

 En una de tantas  de ellas fue en la que conocí a mi actual enemigo alcohol.
El padre de Alan tenía una pequeña bodega de botellas de alcohol situado debajo de las escaleras de su casa por la que la desaparición de una botella de Vodka y otra de tequila no le haría problema.

¡Dios esa sí que era una combinación abominable!


- la verdad no - inmuté, no cuenta como fiesta si es de solo tres o ¿si?


- vaya en donde vivías - sonrió- te pierdes de mucho- agrando su sonrisa. Parece que el paso y la tranquilidad que le di al no haber retirado su brazo hizo que su nerviosismo desapareciera.


Levante la comisura de mis labios enmarcando una pequeña sonrisa, no tan grande como la de él, claro está.
- oye quería preguntarte algo - detuvo su paso y retiró su brazo que me colgaba como pesas en mi cuello, enserio que era fuerte. Después todo me conto Sara que se tonificaba en los gimnasios. Razón para tener brazos fuertes y pesados, parecía tener la apariencia de un chico listo para pelear en los round de peleas, pero si lo conocían era algo tonto y bueno.


Le tire una mirada de asentimiento para que preguntará


- quería pedir... -


- hay aquí están, por que demoran tanto Sara nos espera en la cafetería antes de que empiecen las clases - anunció Lara que iba con Marco - esta noche hay fiesta eaa - colocó un tono bastante grave con la última frase, levantó sus brazos y luego los bajaba repetidas veces.


 Observando  la expresión de Sebastián con la de Lara y mirando de reojo a marco que también parecía emocionado, llegue a una conclusión.
¿Que tienen las fiestas de Sara que revoluciona a todos? El alcohol y la música en todas las fiestas se encuentran presente. Algo demás debe haber allí.
Note que la mayoría de los chicos  que nos rodeaba al escuchar a Lara se revolvió hablando ¿tan buenas eran las fiestas de Sara?.


Hay que comprobarlo.
Retomamos el paso todos juntos hacia la cafetería.
En una mesa nos esperaba la mas susodicha hasta ahora junto a Ryan y Adam.
Nos busco con la mirada hasta que nos encontró y alargo la mano enmarcando que fuéramos hacia ella pero antes de que lo hiciera nosotros ya nos dirigíamos a ella.


- Olivia - grito al verme con una sonrisa de oreja a oreja - y demás - anuncio mirando al resto que venía conmigo.

Todos hicieron caso omiso por como los llamo, tal vez llegue al punto de estar tan acostumbrada a mí que me  llame de esa manera también
- bien, cuéntanos el plan de esta noche Primis - habló Sebas.


- si fuera por mí te prohibiría la entrada pero lastimosamente detrás de ti vienen los chicos del equipo de futbol y verdaderamente me gustan todos, aparte de que  eres mi primo - exclamó.
Todos soltamos una pequeña risita.


- no hace planear nada, ya lo tengo todo hecho chicos, lo único que faltaría es que muevan sus traseros a mi house - sonrió con suficiencia.




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