Un café y la sonrisa de ella

Culpa

Cuantas veces no hemos escuchado que recordar es vivir. Yo no podía dejar de pensar que algunos recuerdos duelen y mucho. Pero había otros muy gratos.

-Estas lista?. Me pregunto Gabriel cuando abrí la puerta.

-Claro, solo tomo mi bolsa.

-Hace mucho no entraba a tu departamento. Dijo mientras observaba a su alrededor.

-Lo sé, te diré que eres de los pocos que me visitan últimamente. Nos vamos?

-Claro.

Mientras íbamos camino al museo, yo iba de lo más pensativa sin pronunciar una sola palabra.

Ocasionalmente observaba a Gabriel, y recordaba cuando me confesó que estaba enamorado de mí, aún no conocía a Sebastián y bien pudimos tener una relación pero yo sentía que no era lo correcto, por la amistad, el resto del grupo, o detalles que ahora me parecen estúpidos. Recuerdo que Mindy me decía que seriamos la pareja perfecta.

-Tienen tanto en común tú y Gabriel, deberías considerar su propuesta.

-Es que no me propuso nada, solo me dijo que estaba enamorado de mí.

-Y qué crees que solo lo dijo para ver qué cara ponías?? Obvio busca algo más.

Gabriel interrumpió mis recuerdos.

-En donde está tu mente?

-Es tan obvio que no estoy aquí?

-Si no te conociera te diría que no, pero no eres el mismo loro que conocí, jajajaja!!

-Oye! Sé que era muy parlanchina pero no me tienes que decir así.

-Me gustaría recuperar a la Zoe de antes.

-La Zoe de antes te mando por un tubo, recuerdas?

-Lo sé pero no por eso el extraño, siempre tenías algo que decir, algo que aconsejar o que opinar. Siento que no eres tú. Prométeme que regresaras de tu viaje astral.

Era tan raro estar con todo el mundo y que todos coincidieran que yo no estaba ahí, entonces quien carajos creían que estaba ahí?, no soy un holograma. La situación ya me comenzaba a molestar, pero sabía que tenía que esforzarme más por salir de mi burbuja.

-Y que exponen en el museo en estos días.

-Se llama “Los 60´s”

-No es verdad! Es en serio? Amo esa década. Dije mientras sonreirá.

-Hace mucho no veía esa sonrisa, recuperaste un poco de brillo en tus ojos en un lapso de medio segundo.

Tenía razón hace mucho no me emocionaba por nada, es raro que una simple exposición lograra impactarme a tal grado.

Entramos al museo y había un sinfín de artículos y datos históricos, de aquella época, siempre pensé que los 60´s fueron un parteaguas para la humanidad. Me hubiera encantado vivir en esos años.

-Vaya que los niños si sabían divertirse. Dijo Gabriel mientras veía algunos juguetes.

Eran juguetes simples, sin tecnología pero hasta yo siendo adulta me entretendría con esas muñecas,

cocinitas, y demás.

-Crees que yo hubiera sido Hippie como Jimmy Hendrix o alguien más conservador como Frank Sinatra?

-Cómo saber? En aquella época condenaban a los Beatles por su rock, sus peinados, y costumbres.

-Tú hubieras sido una combinación entre Jackie Kennedy y Marilyn Monroe.

-La esposa y la amante? como me hubiera visto con esos sombreros? Dije señalando una modelo con traje de sastre y sombrero.

Después de un recorrido muy extenso llegamos la sección de fotografías. Me absorbió una fotografía de una pareja que fue captada en 1965, estaban sentados en la playa, riendo, en la siguiente fotografía era la misma pareja pero ancianos, en la misma playa y riendo de la misma manera, la segunda fotografía fue tomada en 1994. Al pie de ambas imágenes decía “La vida no pasa de prisa, la muerte llega temprano, y nosotros hemos sabido vivir cada momento como si fuera efímero” Me hizo reflexionar aquella frase que era típica de los 60´s, ame a Sebastián con todo mi ser, pero tenía que reconocer que aquellos meses que llore su muerte, lo invertí solo en recuerdos, que dolían como una apuñalada directo a los pulmones, acompañados de la culpa que sentía al intentar continuar con mi vida.

Gabriel se me acerco y me dice:

-Nos vamos?

-Sí, me está dando hambre.

Me llevo a comer a un café cercano al museo. Y conversábamos de lo que hizo durante toda mi

ausencia.

-Bueno, me contrataron en el despacho Lastra, tengo buenos compañeros, mi jefe es un hombre práctico e inteligente, quien aprecia mucho mi trabajo.

-Me da gusto. Y con las mujeres? Hay alguna afortunada que yo no conozca.

-Hay una mujer, que siempre he amado. Dijo mientras me miraba fijamente y a la vez jugueteaba con su copa de vino.

-Gabriel no lo hagas.

-Por qué no? Dijo en tono firme. –Tienes que continuar con tu vida, o qué? Vivirás solo de los recuerdos de Sebastián? Fue un buen hombre lo reconozco pero ya no está aquí, tienes que ser feliz.

-Y se supone que tengo que serlo contigo? Ya me canse de tener que explicarle a todo el mundo que no estoy lista. Le dije molesta y arrepintiéndome de habérselo prácticamente gritado.

Después de esa breve discusión hubo un silencio ensordecedor.

-Tú sabes lo que siento por ti Zoe, no estaré siempre disponible.

Y era verdad, no siempre iba a estar para mí, pero tampoco era algo que esperara.

-Deberíamos irnos. Le dije.

Ya en mi departamento tuve oportunidad de meditar tantas cosas. Yo sabía que el tiempo no me tenía piedad, pero tal vez no era mi momento de volver a tener una relación, tal vez solo debía de invertir mi tiempo con lo que no se lucra, y lo que estaba haciendo aunque a muchos les parecería poca cosa, a mí me estaba complaciendo, solo eso, sin complicaciones sociales.

-Necesito más actividades. Pensé, pero las ideas se me agotaban y la lista de metas seguía tan corta como las faldas de Roberta.

“Actividades para realizar en tiempo libre” Tecle en mi ordenador. En cuanto di Enter pude ver mil maneras de hacer velas, “Fabrique su propia fragancia personal”, “Haga jabones para reducir la celulitis”, “Aprenda a tocar la gaita”



#33599 en Novela romántica

En el texto hay: perdida, decepción, ternura

Editado: 18.08.2022

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