Un cielo nocturno sin estrellas -Libro 2 Jeon Jungkook

Un Paso Atrás

Navidad se sentía tan diferente, parecía todo un sueño, estábamos cerca de fin de año, todo estaba tranquilo, pero se sentía que algo faltaba. Intentaba acoplarme a este estilo de vida tan alegre, aunque había días no tan buenos, no había nada que no se arreglara entre la familia, con una plática con la abuela, pero todo era más sencillo por así decirlo, todo iba a su ritmo, pero yo iba un paso atrás… ¿Qué se puede esperar de alguien que va renunciando a todo por temor? Estaba estancada en el ayer, analizando cada detalle de lo que había sucedido. Estos días mientras pasaba el tiempo con todas estas personas me sentía extraña, no me sentía pertenecer a un lugar, la tristeza y decepción estaban abrazadas a mí, y el coraje por las cosas que no había podido cambiar también estaba presente.

—¿Estás bien, pequeña? —La abuela entró a mi habitación que se encontraba con la puerta abierta.

—Oh, sí —volteé a verla con una pequeña sonrisa —estaba pensando —me levanté del pequeño sofá que se encontraba frente a la ventana —. ¿Pasa algo? Estaba leyendo un poco, no escuché si me llamó.

—sí, te he hablado un par de veces, pensé que te habías quedado dormida —se acercó a mí y se sentó junto a mí a la orilla de la cama — te noté algo decaída durante el almuerzo, por eso venía a verte.

—No es nada de gran importancia, es solo que me siento diferente, estando tan lejos de lo que un día sentí como mi hogar, donde estaban algunas de las personas que creí que eran sinceras conmigo.

—No puedo juzgar a las personas que se quedaron al otro lado del mundo, pero eso que sientes es extrañar, tu vida en ese lugar no se va a borrar por el hecho de que ahora te encuentres aquí, se va a quedar contigo. Los años me han enseñado muchas cosas T/N, y yo sé que a ti también te pasará, por eso debes mantenerte de pie, porque debes seguir adelante por ti, y por nadie más.

Asentí —gracias por los consejos abuela —se quedó a mi lado contándome anécdotas, y enseñándome un poco de como ver la vida.

Al atardecer, la abuela decidió que era una buena idea salir a comer a un restaurante, una manera de convivir, y salir un poco de la rutina, de vez en cuando le gustaba salir, visitar lugares, y recorrer el lugar, las vistas eran espectaculares, todo colorido, el ambiente y las personas.

—Hay que tomarnos una foto los cuatro aquí —Diana señaló una de las estatuas que había en la plaza con el mar de fondo —dile a la tía Anelisse antes de que se vayan más lejos —le dijo a Andy quién fue a alcanzarla.

—Hay chicos, me hacen ir de un lado a otro —dijo con una sonrisa acomodándose las gafas de sol —listo, hagan más poses —dijo con una sonrisa indicando que nos moviéramos.

—Gracias tía —dijo Fiorella —ahorita se las mando a todos —estaba contenta, olvidaba el vacío que se sentía, estaba creando recuerdos de lo que era una verdadera familia.

Habíamos pasado horas paseando por el lugar, me estaban dando un recorrido por varios lugares que eran conocidos en la zona. Espacios hermosos en esta costa, era una buena manera de pasar el resto del día, aunque me había cansado de caminar tanto, apenas y habíamos parado un poco y solo fue mientras comíamos en uno de los restaurantes populares de la zona recomendado por toda la familia.

Al llegar a casa el reloj casi marcaba las 10 de la noche, estaba agotada, aunque feliz por conocer tan bellos lugares.

—¿Cómo se te hizo el recorrido de la abuela? —Andy salió conmigo a la terraza, la mayoría se había quedado en la sala, mientras que otros se habían ido a su habitación a darse un baño, había sido un día largo.

—Me encantó, aunque si quede casi derretida, no entiendo como la abuela tiene tanta energía, yo siento que en cuanto toque la cama voy a dormir hasta mañana a medio día o tal vez más.

—Si ya lo creo, si te piensas quedar aquí un tiempo, debes adaptarte a la enérgica abuela. Está emocionada de que estés aquí, y no dudes de que te va a mostrar todo lo que pueda en poco tiempo.

—Tendré que ponerme en condición para poder seguirle el ritmo, ha tenido razón hoy, era mejor salir a quedarse todo el día aquí.

—La abuela da buenos consejos y te ayuda a distraerte, ese es su superpoder —dijo haciéndonos reír.

—He tenido mucha suerte de que ella me haya encontrado, de verdad la siento como mi verdadera abuela. Hoy me ha levantado el ánimo de la mejor manera.

—Ella sabe cómo traer de vuelta el rayito de sol a nuestras vidas…

Asentí —sí, en verdad la quiero mucho, me hubiese gustado que mi abuela real fuera al menos un poco como ella.

—Así es la vida, te trae a las personas correctas en el momento adecuado.

Nos quedamos conversando un rato más hasta que cada uno se fue a su habitación.

******

Hace un año me encontraba en una vida completamente diferente, salía con mi madre a esas absurdas reuniones, debía aparentar que no me dolía cada palabra que decían sus amigas, o las propias palabras de ella. El único amigo que tenía era Tae, mi confidente era Lai, y ahora no podía ni siquiera hablar con ellos.

Hace un año estaba “celebrando” año nuevo con mi verdadera familia, y ahora estaba con personas que no me estaban juzgando por cómo había llegado aquí, nos encontrábamos en el comedor, todos compartiendo el momento, nuca había visto a una familia tan grande, aquí estaban los abuelos, hijos, primos y yo, la casa estaba llena de gente con una gran sonrisa.




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