10:40 PM
—¡Tenemos que hacer algo, ahora! —Sam caminaba por toda la habitación con clara preocupación en su actuar.
—No podemos arriesgarnos, hay que entregarnos... —Lean musitó, con la mirada perdida, sentado en el suelo.
—¡No! —Sam se detuvo— Debe haber otra manera ¡Si se entregan no podremos salir de este maldito lugar!
—Espera, él no sabe que ahora tú y Japser están libres... —Simon divagaba en su mente— Tal vez Lean y yo no salgamos —habló con iniciativa.
—¿Qué es lo que propones?
(...)
—¡Casi! —exclamó aquel hombre cuando tiró uno de sus dardos.
Oliver, que se encontraba detrás de él, observó aquel lugar. Era un pequeño despacho predominado de colores oscuros, además, poseía una sola ventana. Y aunque este lugar era común, desprendía un aura inquietante.
Y esa inquietud se intensificó cuando observó a algunos pasos de él un revólver sobre una silla.
Su respiración se cortó y un pensamiento aterrador pasó por su mente en ese momento, no podía dejar que eso sucediera...
Entonces decidió hacer algo antes de que el otro tipo lo hiciera primero.
Oliver intentó estirar una de sus piernas tanto como pudo, para mover la silla, pero estar atado le complicaba las cosas.
Lo estaba logrando.
Y estaba muy cerca.
Cuando de pronto...
—¿Querías esto? —dijo Vein después de levantar el arma en el aire.
Los ojos de Oliver se abrieron con terror. Luego, intentó escapar, pero eso no fue posible.
—Oh, no tengas miedo, ¡no voy a matarte! —rió ligeramente al mismo tiempo que se hincó frente a él— No me gusta disparar... —bajó su tono de voz—, prefiero cuando es lento y cuando gritan... —tomó un mechón del cabello de Oliver y lo envolvió en su dedo, después, miró hacia abajo como si reflexionara—. ¿Quieres que te cuente una historia?
(...)
—Alguien me dijo que sabes cómo salir de aquí —le dijo Lean a Jasper mientras los tres lo rodeaban—. Necesito que nos digas cómo.
—¿Cómo rayos va a mostrarnos cómo salir si no puede ver? —replicó Sam.
—Pero podría —Simon miró a Lean—. Dame la navaja.
—¿Qué?, ¿para qué? —exclamó con gran confusión.
—Solo dámela, Lean —extendió su mano y Lean accedió.
Simon se puso de rodillas con el cuchillo en mano y sujetó la caja.
A lo cual Jasper respondió alejándose de Simon con temor.
—Tranquilo, no voy a hacerte daño —expresó con sinceridad en su voz—, lo único que quiero es ayudarte.
La incertidumbre abundaba en la cabeza de Jasper desde hace un tiempo, pero en esa situación, ¿qué otra opción podría tener?
—Quédate… quieto —Simon se concentró y clavó con cuidado la navaja en dónde él creía que estaba uno de los ojos de Jasper. Mientras Lean y Samson observaban con atención.
—Ten mucho cuidado —Sam habló.
—Lo haré —dijo Simon, luego frotó el cuchillo para hacer un hueco mientras la respiración de Jasper se agitaba con temor.
Hasta que por fin, Jasper pudo ver.
(...)
—Tenía diez años cuando mi madre murió —su mirada era melancólica—, pero, ¿sabes qué?, no me importó en absoluto —dijo con rostro impasible—, era una inútil... —resopló como si eso realmente pesara en su mente.
»—¿Y mi padre? —actuó como si Oliver le hubiera preguntado—. bueno, era un drogadicto bastardo que odié por mucho tiempo... —dijo con rabia—. Cuando cumplí dieciocho me largué de ahí.
»—Y… en algún momento de mi vida conocí a este chico, su nombre era Matthew Kenneth —sonrió amablemente—, parecía que yo le agradaba... Y en algún día que recuerdo bien —jugaba con el arma en sus manos—, lo invité a mi casa. —hizo una pausa y miró a Oliver— ¿Y sabes que fué lo que le dije para convencerlo? Que tenía marihuana.
»—¡Y él aceptó! ¡Lo hizo, Oli! —sonrió enseñando los dientes—, pero lo que él no sabía era que había planeado... asesinarlo —dijo con frialdad.
Los ojos de Oliver se movían en todas las direcciones, no podía entenderlo ¿Por qué le contaba todo eso?
—¡Y fué un punto clave! —dijo entusiasmado—, pues gracias a él me dí cuenta que podía atraer a chicos de esa manera... ¡y de lo mucho que me gustaba cuando gritaban!
Vein se puso de pie, puso las manos en sus caderas y suspiró.
—Días después, fuí a casa de mi padre y lo asesiné también... —dijo despreocupado.
—¿Quieres saber lo que hubo en común? —interrogó en voz baja mientras Oliver lo miraba desconcertado—, corté la vena en sus gargantas que resaltaba cada vez que gritaban...
—¿Señor? —de pronto, una voz salió del parlante dentro de su saco—. Los tenemos.
(...)
Y en ese momento, Jasper guiaba a Samson de manera presurosa.
—¡Más despacio, vas a caerte! —susurró Sam al ver qué el contrario caminaba con torpeza—, ¿A dónde vamos? —preguntó cuando vió que subían las escaleras.
Hasta que de pronto, encontraron una habitación. Y dentro de ella, distintas herramientas, entre ellas, una sierra manual.
—Con esto podemos quitar las esposas... —musitó Sam al mismo tiempo que volteó a ver a Jasper.
Y se sorprendió cuando vió que el otro chico sostenía un martillo frente a su caja simulando golpes.
Fue un mensaje que Samson pudo entender.
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Editado: 25.11.2024