Cuenta una leyenda que hace miles de años en un bosque alejado de la civilización, un sitio encantado con las maravillas más exóticas escondía entre sus grandes barreras la existencia de especies sobrenaturales.
Seres capaces de cambiar de forma para así mezclarse entre los humanos, seres que poseen poderes desconocidos por la humanidad, algunos teniendo la capacidad de utilizar la magia, volar por los cielos, moverse a velocidades inimaginables y poseer la fuerza de diez hombres. También cuenta sobre pequeñas criaturas que viven entre la vegetación, seres capaces de vivir bajo el agua.
Pero no había mejor ser que el más conocido, aquel comandado por la luna, hombres capaces de convertirse en enormes lobos con una fuerza mayor a la de un simple humano, poseiendo una gran semejanza con el hombre, criaturas que protegen a pueblos enteros de ataques de las demás especies e incluso de su misma especie, comandados por un Alfa a quien se le nombraba por su fuerza, voluntad y valentía, un lobo con un corazón de guerrero capaz de dar todo por su familia, su manada.
-Bueno ha sido suficiente tienes que ir a dormir en este instante.
-Pero hermana quiero seguir escuchando más sobre los lobos, por favor- suplica.
-No pequeño es hora de dormir así que a la cama, vamos, andando!!
El niño se dirige a la cama sin protesta se recuesta y mira a su hermana arroparlo.
-Mañana me seguirás contando la historia- sonríe y se acerca a él, coloca la mata hasta su pecho dándole el beso de buenas noches.
-Si pequeño, pero es hora de dormir- se aleja, mira a su hermano cerrar los ojos, dispuesta a descansar apaga las luces saliendo de la habitación.
AL OTRO LADO EL MUNDO…
Los humanos son personas crueles, seres capaces de terminar con todo aquello que concideren un peligro. La mayoría de ellos son ambisiosos, llenos de avaricia y poco compacivos, ningún humano es capaz de tentarse el corazón cuando de ellos se trata.
Odian sentirse inferiores, y nos utilizan como objetos para espantar a los niños. No son más que destrucción y perdición.
-Te pedí que me contaras una historia para mi tarea, no que me contaras lo que piensas de ellos- la pequeña mira a su hermano con desaprobación- además recuerda que mamá te ha dicho muchas veces que…
-Si, lo se, "no todos los humanos son así" - suspira, toma asiento a lado de su hermana quien espera impaciente a su ayuda- bien que quieres exactamente que te cuente.
-Quiero que me digas como son los humanos- sonríe.
-Pero si es lo que te acabo de decir- la mira.
-Ashh mejor le digo a mamá- suspira de frustración, toma sus cosas y se dirije con su madre.
El chico se levanta y la sigue de cerca, recordando que debe tener paciencia.
-Katy estoy jugando detente- se planta frente a ella deteniendo su andar.
-Si no me vas a contar lo que quiero saber mejor déjame en paz- la niña retoma su camino esquivando el cuerpo del mayor.
-No hay duda de que te pareces a mamá- la vuelve a detener- bien te contare lo que quieres saber, contenta?
-Está bien- la pequeña sonríe y regresa a la sala con él.
-Ok, empecemos- suspira- los humanos son personas como tú y como yo, pero que no poseen ningún don por así decirlo.
- Entonces como es que se protegen?
- Como ninguno de ellos es capaz de convertirse en ningún tipo de especie han creado armas qué son capaces de herirnos
-Entonces son malos- la mirada que le dedica es de miedo, el mayor está a punto de contestar cuando es interrumpido.
-No pequeña- su madre mira a ambos - como en todo el mundo existen personas buenas y malas- mira a su hijo- no todos lo humanos son malos.
-¿Es cierto?- mira al mayor.
-Si katy es como dice mamá- mira a su madre.
Un pequeño silencio se expande en la estancia, dos personas con una manera diferente de ver a las personas que han dañado de más a su familia.
-Tengo que ir a dar recorrido - el mayor se levanta alejándose un poco se su hermana - Qué mamá te ayude a terminar con tu tarea- la pequeña asiente conforme.
-Ve con cuidado - asiente sin decir más.
Dos grandes puertas lo separan del exterior, las cruza como de costumbre para hacer las actividades que le corresponden. Los guardias fuera le dedican un saludo como es debido, la gente a su alrededor lo mira con respeto y admiración.
No avanza ni cinco metros cuando es detenido.
-Alfa parece haber problemas en la frontera norte.
-Qué es? - sigue su camino dirigiéndose al sitio.
- Avistamiento de vampiros.
-Vamos– acelera el paso- encárgate de doblar la guardia en la mansión- dicho esto camina dejando a su amigo atrás.
Eros Black, alfa de la manada Black Moon, entra en face dejando al descubierto aquel pelaje tan distinguido de la dinastía Black.
Con gran velocidad entra en el bosque hasta perderse entre la maleza, su distinguido ser da por advertido a quienes han osado intentar entrar en su territorio, su llegada es prevista por los centinela que custodian los límites.
-Novedad - habla a través del link de la manada.
-Están a dos kilómetros - espeta el delta por medio del link - No han hecho intento por entrar aún.
-Todos atentos - Eros mira su alrededor percibiendo la escencia a azufre.
-Nos están rodeando - avisa el beta- todos en guardia.
-Donde están?- Eros no deja de mirar a todos lados, las figuras comienzan a moverse con velocidad.
-Se acercan- cada uno atento en espera del peligro, nadie se mueve, nadie responde hasta la indicación de su alfa.
-Eros, Eros, Eros- la voz se oye por todo el bosque, Eros mira a todos lados sin hayar de donde proviene aquella voz.
-Dejate ver cobarde- exclama el imponente lobo quien comanda a toda la manada.
-Aun no aprendes - ojos rojos e inexpresivos lo miran entre la oscuridad prominente del bosque- No vengo a pelear- Eros retrocede volviendo a su forma humana.