DANIELA B.
Ha anochecido ya, resignada a tener que volver tomo camino a la mansión, mi animo va por los suelos, sentimientos encontrados solo me mantienen pensando una y otra vez en por que razón los tengo.
Ignoro la fría brisa, ignoro todo a mi alrededor mientras debato en mi interior si quedarme o huir, no se ni siquiera que hago aquí.
Sintiéndome vigilada volteo a los lados, Eros se encuentra caminando ferozmente hacia mi, sus ojos rojos color sangre me hacen temer por mi vida.
Camino hasta él con confianza, su postura me dice que tengo muy cerio problemas, me recibe con una bofetada qué me hace caer, el suelo se me mueve del impacto, lo miro sin creer lo que pasa.
-Eros! - su beta se mete cuando intenta tocarme, como puedo me levanto del suelo mientras el hombre intenta detener a su alfa.
Mi mejilla comienza a arder, de mi labio algunas gotas de sangre caen por la magnitud de su golpe.
-Quítate Alex.
-Tranquilizate, que haces?
-He dado una puta orden, alejate - con un empujón su beta es hecho un lado -Pensé que te había quedado claro que no puedes salir de la mansión, donde estabas?
-En el bosque - susurro, bajo la mirada, noto como los guardias de la entrada me miran, Alex se mantiene un poco alejado pero atento a lo que pasa.
Toma de mi mentón cuando ve hacia donde se dirige mi mirada haciendo que lo mire a los ojos, el dolor se extiende por la zona provocandome un gemido lastimero.
Odio ser débil.
Intento zafarme de su agarre sin existo, solo logrando que me tome con más fuerza, las lágrimas se agolpan en mis ojos.
-Lo siento- ¿por qué diablos le temo? , la Daniela que era no lloraría por un gilipollas ni seria sumisa a las órdenes de alguien, la Daniela de hace un mes le haría frente pero ¿porqué no puedo hacerlo? .
-Crees que con una disculpa olvidaré esto - el odio en su mirada me lastima, aun asi me obligo a sostenerle la mirada- Escúchalo bien porque no volveré a repetirlo- tira de mi para estar más cerca - Desde hoy olvidate de ser tratada por tan siquiera un poco de valor, a partir de hoy no serás más que una simple esclava- me suelta, no digo nada mientras me mira con asco- es mejor que vayas aprendiendo cual es tu lugar en esta manada, no intentes escapar por que las consecuencias las pagará Mateo.
Veo como se aleja, las lágrimas en mis ojos caen, mi cuerpo tieso por el miedo no se mueve ni un poco.
-Estas bien? - Alex se acerca haciendo una rápida inspección de mi rostro.
-Lo estoy - alejo la mirada de el, comienzo andar entrando a la mansión.
Lo siento venir justo detrás de mi, no le doy importancia dirigiendome a la habitación que como cautiva me han dado en este lugar.
Enciendo las luces al entrar, un pequeño espejo me recibe en cuanto ingreso al cuarto de baño, mi ropa manchada con el barro de haber estado sentada por un largo tiempo junto al árbol me dan un aspecto lamentable.
Me deshago de las prendas sin atreverme a mirar mi rostro. Abro las llaves de la regadera dejando que el agua caiga sobre mi.
Por qué no puedo irme?
Lagrimas gruesas descienden por mis mejillas, el ardor no cede, el dolor que abergaba en el pecho se acrecenta más.
Permanezco unos minutos más bajo el agua, me lavo rápido en cuanto logro recomponerme, salgo con un cambio de ropa ya puesto.
La puerta de la habitación es tocada, con precaución me dirijo a la puerta y con la misma la abro.
Qué?
Una bandeja con hielo junto a una caja pequeña se encuentran en el suelo, miro al pasillo sin hayar al responsable de esto.
Tomo las cosas entrando rápidamente, me dirijo al espejo del tocador, la vista de mi rostro me recibe, realmente se ve muy horrible.
Trago el nudo que comienza a formarce en mi garganta, abro la caja sacando su contenido, un pequeño tubo de pomada y un par de analgésicos, igual que una pequeña nota:
"No es malo recibir ayuda de los demás. Coloca el hielo en tu mejilla y toma la medicina, utiliza la pomada para tu labio ;)
Dejo deslizar mi cuerpo por la pared más cercana, abrazando mis piernas rompo en llanto, me repito una y otra vez que no debería de estar sintiendo esto, me reprimo por haber tomado la decisión de venir hasta aquí pudiendo aguantar un poco más.
-Mamá, papá lo siento- digo al viento mirando por la ventana de mi habitación donde mi única compañía es la soledad.
EROS BLACK.
Camino por los pasillos con el coraje y la insidiosa voz de mi lobo talagrandome los oídos, cierro el link descansado un poco.
Los preparativos de la boda no pueden esperar, voy directo a la habitación de Alexa dispuesto a comenzar de una vez con todo.
-Amor, llegaste! - me recibe con un beso que me deja un mal sabor de boca, sus ojos azules me detallan en cuanto se separa de mi.
-Preferiría que fueran verdes--Demon habré link por su cuenta.
-Lamento la demora tenía que arreglar un asunto - la detallo, es una mujer hermosa, toda ella lo es y muy atractiva sin duda la mejor elección que pude haber hecho.
-Oh el peor error de tu vida - Demon habla de nuevo, ignoro sus palabras concentrandome en la mujer frente a mi.
-Tenemos que comenzar con los preparativos de nuestra boda- sonríe- quiero que sea espectacular, de ensueño- sonrió con ternura al ver sus ojos iluminados.
-Si así lo quieres, de ese modo será- la tomo de la cintura y la acerco a mí- todo sea para complacer a mi hermosa luna- beso sus labios lentamente.
Intento disfrutar cada beso que le doy, me separo de ella admirando su tierno e inocente rostro.
Vuelvo a besarla llenadome de su peculiar olor, la habitación poco a poco comienza a hacerce más pequeña. Mi instinto me hace querer alejarme, mientras mi razón, lo que me hizo escogerla me hace seguir.
Dejando que todo se vaya a la mierda la recuesto en la cama, sus ojos dilatados llenos de deseo me juegan una mala pasada al imaginar que es otro par de ojos los que me miran.