Un Cruel Destino

CAPÍTULO 6

EROS BLACK.

No se que me ocurre, de momento a otro parece que no tengo ningún poder sobre mi cuerpo y mente, nunca quise hacerle daño, mi cabeza me dice que si, pero muy en mi fondo se con certeza que intente detenerme.

Ya han pasado días de que eso sucedió y la humana aun no despierta, así que he tenido que aguantar las miradas reprobatorias de mi madre y el arranque de ira de Alex, que no tiene ningún motivo pero cada vez que trata de alejarme Demon quiere salir y arrancarle la cabeza, no puedo acercarme a diez metros sin tener a Alex detrás de mi.

-Nana- llamo a la única mujer que no me ha reprochado nada- Nana!!! - vuelvo a insistir al no encontrar respuesta voy a buscarla, camino por toda la casa y me detengo al oír su voz.

-Mi niña que bueno que ya despertaste me tenías muy preocupada- sigo a una distancia prudente, mi pecho salta al oir sus palabras llenadome de alivio.

-¿Que ha pasado? - pregunta, me voy acercando poco a poco hasta llegar al marco de la puerta.

- Mi niña- dice nana, Daniela se queda divagando hasta que sus ojos se encuentran con los míos.

-Qué hace el aquí? - el miedo se refleja en su mirada, no deja de mirarme en cada paso que doy.

-Nadie quiere estar cerca de ti- digo fríamente - Estoy en mi manada y puedo estar donde quiera.

Detesto a los humanos, cometió un error al venir hasta aquí, si tan solo no hubiera aparecido y si tan solo los cazadores no hubieran matado a mi padre quizá…. No, nunca pasaría es débil , nunca la aceptaría.

-No te acerques - haciéndose bolita intenta evitarme, ignoro el sentimiento de culpa que crece en mi pecho - BASTA!!!

-Sal de aquí Eros - ya se me hacia raro que no estuviese ya en la habitación.

-Ahora me das ordenes? - lo enfrento, su postura sigue fuerte, intento imprimir mi voluntad haciendo que baje la mirada - Llama al médico, que la revise

Nana asiente, mi vista la recorre haciendo una inspección de su cuerpo, cuando me es suficiente decido que es hora de partir, alejo a Alex saliendo de la habitación.

A curado rápido.

Camino por las habitaciones, el tercer piso me recibe, sin tocar entro en la biblioteca, Katy se encuentra en uno de los sofás leyendo, la evito llendo a la sección que me interesa.

-Qué buscas?

Como si fuera fácil deshacerme de ella.

- No te interesa, vuelve a lo que estabas haciendo.

Busco sección a sección llegando hasta nuestra historia, el libro que busco no está, Katy sigue parada detrás de mi.

-La humana ya ha despertado?

-Si - busco en otras secciones con la esperanza de encontrar el libro.

-Ha curado rápido - asiento - Estas buscando este libro - la miro, en sus manos el libro que buscaba reluce.

-Porque lo tienes? - tomo el libro sin esperar su respuesta, camino directo a la salida.

-Si quieres saber por que cura rápido es por ti - me detengo en seco volteando a verla - Te la pasas cerca de su habitación, o entras a escondidas, tu lobo la ayuda a sanar.

-No...

-Ella es tu mate verdad hermano - su mirada tan gris como la mía me mira con certeza, sabe lo que esta pasando.

-No te preocupes, lo arreglaré.

Katy se queda atras, mi camino cambia cada día más, desde aquel fatidico día que me arrebataron a mi padre desde entonces lo único que me interesa es proteger mi linaje cueste lo que cueste.

DANIELA B.

-Iré a llamar al médico - nana se va detrás del alfa.

No me atrevo a mirar al hombre, se que ha estado cuidándome, lo se por que su olor es muy distinguible, no ha pasado día en que no lo tenga en la habitación.

-Hola- sonríe, comienza a acercarse poco a poco a la cama, siempre cuidando ser cauteloso en cada movimiento.

-Hola- sonrió de vuelta.

El siempre parece muy alejado de todo, me pregunto si sabe porque me odia tanto Eros.

-¿Como te encuentras? - pregunta sentándose en una silla a lado de la cama.

-Siendo sincera siento como si me hubiera pasado un camion encima- logró hacerlo reir, su risa es muy masculina y a la vez dulce- y tú como te encuentras- pregunto, me mira y sonríe.

-Bien- contesta- ¿ya no te duele nada? - pregunta con rostro preocupado, mi corazón se enternece, hace mucho tiempo que nadie se ha preocupado asi por mi, de una forma sincera.

-No ya no me duele nada- su rostro se relaja- gracias por cuidar de mi cuando estaba inconsciente- me mira nervioso.

-Como sabes que yo- lo interrumpo.

- Te lo agradezco mucho- sonrió.

Estar hablando con el es extraño, no ha pasado mucho de la primera vez que me ayudo y no había podido agradecerle por su amabilidad.

-No fue nada- sonríe de vuelta mostrándome sus oyuelos, se acerca y se sienta en la orilla de la cama- pero me puedes pagar- sonrie con más emoción, frunzo el ceño confusa, mi lado razonable me dice que no es una mala persona, en cambio mi lado defensivo me hace sentir en alerta.

- Con que tengo que pagarte- el ríe notando mi inquietud, estira su mano a mí, la miró sin saber que hacer.

-Siendo amigos, aceptas? - me mira con cariño, mi pecho siente la calidez con que lo hace, lo pienso un momento y termino por estrechar su mano.

-Amigos- digo y sonreímos.

Alex se queda por un tiempo conmigo mientras que platicamos cosas sin sentido, se encarga de sacarme múltiples sonrisas mientras me habla de lo que hace en la manada logrando que su compañía mejore mi día.

El llamado del Alfa no se hace esperar teniendo que irse casi de inmediato dejándome con una sonrisa en los labios y sin irse antes de prometer mantenerme informada del estado de Mateo.

Ahora se que si no fuera por el quiza yo estaría muerta.

ALEX.

Camino al despacho de Eros con una sonrisa en el rostro, hacia tanto tiempo que no me sentía de esta manera, tan vivo.

Mi lobo Derek no ha dejado de brincar de alegría, desde que perdimos a nuestra mate no había vuelto a sonreír como lo hago ahora, no entiendo a Eros como puede lastimarla es una chica increíble.




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