Un Cruel Destino

CAPÍTULO 8

DANIELA B.
El momento exacto cuando le mire podría jurar que vi el infierno, nadie lo ha conocido, en cambio yo les podría decir con claridad como se ve.

Desde pequeña soñe con poder encontrar una persona que pudiera cuidar de mi tal como lo hacía mi padre.

¿Es malo querer a quien te odia? ¿Me he vuelto loca? ¿Esto algún dia acabará?

La oscuridad mi vieja compañera, quien a partir de que puse un pie en estas tierras ha sido la única amiga que no me ha dejado sola camina conmigo sin rumbo alguno esperando que la tormenta acabe.

Todo mi cuerpo duele, no se que pase afuera, pero me siento bien aquí...

No quiero despertar...

-Amor escuchame, no importa que pase prometeme que siempre lucharas, no dejes que nadie te quite tu felicidad...

Mamá... No puedo...

-Mi pequeña bruja

Papá....

-No eres una princesa, no necesitas que nadie te salve, no necesitas un príncipe ... Tu eres mi pequeña bruja, quien salta por los árboles, imponente y guerrera, quien se impone y cambia las reglas...

Tengo que volver...

Los rayos del sol lastiman mi vista al momento de abrir los ojos, sigo en mi habitación, el dolor se ha ido de un momento al otro y soy totalmente capaz de levantarme.

Mi reflejo en el espejo es un asco, mi rostro esta morado e hinchado, mis labios se encuentran resecos con un color morado y parte de este abierto. Odio lo que veo, detesto todo lo que veo en mi, dejo de mirarme para tomar una ducha, mala idea, tengo una costura en la parte izquierda de mi abdomen cerrando la empuñadura que el alfa me ha hecho, mis brazos y piernas están cubiertas de moretones; dejo caer el agua sobre mi cuerpo lo cual solo provoca ardor, dejo que mi sistema se acostumbre para comenzar a lavar mi cuerpo.

Me envuelvo en una toalla saliendo del cuarto de baño, tomo la primera ropa olgada que encuentro y me la coloco.

-Dany, que haces levantada - camina con determinación hasta mi, tomándome del brazo haciendo que me apoye en el para caminar - Vamos a recostarte con cuidado - me lleva hasta la cómoda cama.

-¿Donde esta Katy?

- En su habitación, ire por el doctor para que te revise - tomo su brazo antes que se gire para irse.

-Alex, solo trae a Katy- le suplico silenciosamente, parece entender pues se marcha dejándome en la habitación.

Se que quiza el alfa le impida verme, así que soy pasiente, los minutos pasan para oir la puerta ser abierta.

-Dany!! - su cabellera marrón se mueve cuando corre a abrazarme- Pensé que no despertarías- lágrimas se aremolinan en sus ojos, niego mostrando una sonrisa sincera.

-Hierva mala nunca muere - sonrie, el alivio sienta bien en mi sistema al saber que esta sin un rasguño.

-Llevas mucho tiempo en esa cama, ¿Tienes hambre?

- Un poco - sonrió, katy sale corriendo de la habitación, la sigo caminando hasta la cocina.

-¿Pero que? - nana sale del comedor impresionada al verme.

- Parece que hubiera visto a un muerto- sonrió.

- ¿Sabes acaso cuánto tiempo llevabas inconsciente? - niego tomando una manzana del frutero

-No, pero me podrías decir

- Una semana.

-Solo una semana - asiento, siento como si estuviera en un sueño.

- ¿Estas bien?

- Así que es verdad, acabas de despertar - Alexa entra luciendo fresca, por un momento quisiera quitarle la estúpida sonrisa que trae en su rostro de niña buena- Gracias a la luna!!!

- Gracias supongo - resto importancia a su comentario- Nana, podría saber si...

-Por la diosa, te he estado buscando- Alex me aprieta en un abrazo cálido que me hace sentir protegida, disfruto del momento con mi Salvador.

Un aroma conocido se extiende en la cocina, mi cuerpo reacciona mostrándose alerta, el abrazo de Alex se rompe lentamente, y aun así no se aleja completame de mi.

Eros se encuentra en la entrada de la estancia con su rostro impacible, sin mostrar alguna emoción o sentimiento, simplemente me mira con la frialdad que siempre expresa.

Te veré arder...

Enderezó mi postura cuando lo veo caminar hacia mi mostrando la voluntad y fuerza que posee, no bajo la mirada ni retrocedo.

-Así que no moriste- sonrie con burla, una pequeña sonrisa abandona mi cuerpo desconsertando a todos

- Aun no te daré el gusto- mi voz suena firme, no he dejado de miralo.

-Cuando te encuentras frente a un alfa...

-¿Que?, ¿Bajo la mirada? - el reto se extiende entre los dos.

Rie- ¿Acaso sabes a quien le hablas? - sus ojos ahora han cambiado su color a un rojo carmesí.

Hablale de ti... No temas...

Mi mente recita, una voz me anima a desafiarlo, por mis manos recorre un pequeño hormigueo que me hace apretar los puños.

-Deberias cuidar tu a quien le hablas- mi voz sale ronca, sorprendiendome- Eros Black- acaricio su nombre con burla.

-¿Quien crees que eres?

Tu destrucción...

-Una humana - sonrio, su rostro se contrae, intenta dar un paso más.

Una alarma potente se hace oír en todo el lugar indicando que nos encontramos bajo peligro, el alfa se niega a dar paso atrás en el reto que nos hemos impuesto.

-Alfa nos atacan- un guardia entra apresurado mostrando en su cuerpo unas cuantas quemaduras logrando llamar mi atención.

-¿Quienes? - su mirada aun no se ha despegado de la mia, se la mantengo, sin miedo, como debí hacerlo desde el inicio.

-Demonios- Alex da indicaciones a nana y Katy quienes salen del lugar- de Helheim- el alfa al fin aparta la mirada dirijiendose al chico que en cualquier momento va a desfallecer.

-Que?!

-Como lo oye alfa, nos están atacando.

Eros Black cambia su implacable rostro por uno lleno de incertidumbre y.... Miedo?

- Andando!!

No pierde más su tiempo y sale rápidamente de la mansión, con insertidumbre salgo tras el.

Una masacre se desata frente a mis ojos, lobos caídos por todo el lugar, algunos otros cuantos pelean contra sombras que se mueven rápidamente.




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