PRÓLOGO

La semana estaba a punto de acabarse y con ello el fin de semana. Era de los pocos fines de semana que iba a tener libres , y me resignaba a quedarme encerrada en casa .
Tuve la suerte de que una amiga de la infancia me escribió, y me dijo que pasaba de camino por donde yo vivía y que quería verme un ratito .
A mí la idea me pareció increíble, pero a Marcos mi novio no tanto.
Él tenía el sábado y el domingo una quedada con sus amigos para hacer diversas actividades comer cenar etcétera. En esa ecuación yo no estaba incluida y la verdad que tampoco me apetecía estar escuchando, las conversaciones tan absurdas que tenían y lo mal que hablaban de todo lo que les rodeaba.

Tras comentarselo a él por supuesto que se puso como una furia, prohibiéndome salir con mi amiga.

Sin embargo llegado el momento, decidí que era momento de empezar a cambiar así que, llamé a mi amiga y quedé con ella por la tarde.
Aprovechando que él ya no estaba, me vestí con calma eligiendo un atuendo sencillo para la ocasión.
Antes de bajar al piso de abajo para marcharme, me aseguré de que lo tuviera todo en el bolso para no tener subir las dichosas escaleras que separaban la casa.
Una vez revisé todo bien me acerqué al borde de la escalera cuando sentí un mareo que me hizo detenerme en el borde.
Y sin ningún tipo de explicación , nada más puse el pie en el primer escalón, noté como algo me empujaba por la espalda resbalándome, y cayendo de espaldas contra la escalera.

El golpe fue muy duro pero lo peor estaban por llegar; la inercia me llevó hacia abajo arrastrándome entre los peldaños y golpeándome en la espalda hasta que al llegar abajo golpee con violencia el suelo con el culo, produciéndome un dolor difícil de explicar.

En el suelo me quedé quieta durante unos minutos sin poder moverme. El dolor era tal que que me costaba horrores ponerme de pie, y ni aún apoyándome en los muebles era capaz de apoyar un pie en el suelo.

Me relajé unos minutos , y estiré los brazos tratando de alcanzar el bolso que se encontraba cerca de mí. Agarre mi teléfono móvil y llamé a Marcos, para decirle lo que me acababa de ocurrir. Sin embargo su respuesta , me machacó aún más.

— Te dije que te quedaras en casa y no salieses a ningún lado y no me hiciste caso —

Marcos me colgó el teléfono cuando trataba de pedirle por última vez que viniera a recogerme. Estaba aturdida con muchísimo dolor y tremendamente asustada . Tenía la sensación de que a mi alrededor los objetos y las cosas se movían y se cambiaban de sitio algo que me inquieto más. Ignoré por completo , que un vaso cayera al suelo rompiéndose o que varios cuchillos cayeran cerca de mí mientras arrastrándome por el suelo trataba de alcanzar la puerta de la entrada.

Tras más de cuarenta minutos y ya sin fuerzas, saque mi llave para abrir la puerta de la entrada, cuando noté que esta estaba doblada.

—¿Como narices se ha doblado la llave? —

Como última opción salí por la puerta del garaje, pudiendo llegar al coche y yéndome a urgencias lo más rápido que pude.

Una vez allí me dejaron ingresada varios días debido a las fuertes contusiones que tenía.
Ni que decir que Marcos no se preocupó ni lo más mínimo y simplemente estuvo allí, como si se tratara de una piedra que ni sentía ni padecía.

Pasado los días regresé a casa, y en un momento en el que él se había vuelto a ir, aproveche para hacer la maleta y salir de aquella casa y de esa vida.
Hablé con una amiga para que me ayudara con las cosas y en muy poco tiempo lo guardamos todo, y lo metimos en el coche.
A él solamente le hice una llamada telefónica explicándole que ya no iba a volver más y que quería salir de su vida.

Por supuesto que los gridos los insultos y demás fueron protagonistas de esa breve llamada.

Antes de salir hice una vuelta más por si me había dejado algo , y antes de cerrar la puerta en mi cabeza una voz me dijo.

" Da igual donde vayas . Estoy pegado a tu espalda ,soy parte de ti y no podrás huir de mí"

Cerre la puerta para no regresar jamás....

UN DEMONIO A MÍ ESPALDA
jcmoreno