Un Día Lluvioso.

2.- ¡Malas compañías!

Narra Dominik.

Observe meticulosamente el lugar era simple como cualquier cafetería escolar. Me di cuenta que faltaba una persona en este lugar. La chica.No pude divisar su cabellera castaña, eso me frustró un poco puesto que solo la perdí de vista por veinte minutos y desapareció. Se esta buscando un castigo la niña traviesa.

Tal vez aun no seamos nada pero a un así que se le gustara y se que le gustara tanto que me buscara para que repita lo que le arre. Observe la comida, es realmente asquerosa. Así que tome solo un emparedado de queso y una botella de agua. Con solo ver la comida se me quito el hambre pero solo para no estar dioquis comeré.

Recorrí todo el lugar pero no encontré un lugar de mi agrado para tomar mi almuerzo, hasta que note en el fondo de el salón una mesa redonda con una chica pelirroja de anteojos grandes y redondos sentada sola con una pila de libros aun lado. Me dirijo hasta aquella mesa. Toma la silla deslizando hacia atrás llamando la atención se la chica no le presto atención solo me siento y me dedico a comer.

No fui cortes al momento de sentarme. Me interesa muy poco lo que pensara pero como siempre tenia que abrir la boca no quería dar una mala impresión en mi primer día de clases.

- No había mesas vacías así que me sentaré aquí.- dije sin importancia para después darle una mordida a mi emparedado. La chica no dijo nada sólo asintió y siguió con su lectura. La mire detenidamente era linda pero no tanto como la castaña aun que me fuera difícil de creer se parecían bastante lo que las diferenciaba era que una es castaña y la otra pelirroja.

- Tu ¿conoces a una chica castaña?.- le dije después de darle un trago a mi agua. Levanto la mirada y vaya que mirada sus ojos verdes eran hipnóticos. Pero... Les faltaba ese brillo especial esa chispa como quien dice.

- Conozco a muchas chicas castañas.- dijo simple y sin dejar de leer. Esta niña me esta empezando a colmar la poca paciencia que tengo. Como seria llevarla a mi casa y meterla a mi bello sótano.

¡Oh si ... Seria sensacional!.

- Su apellido ¿creo que es Parker? La conoces.- al escuchar la palabra "Parker" de mi boca ella se atraganto al tarle un sorbo a su bebida. De inmediato separo la visto de su libro de literatura.

- ¡No! ... No la conozco.- cerro el libro que leía tomo todos sus demás libros y salio mas rápido que un rayo de la cafetería. Una risa burlona salio de mi boca para seguir disfrutando de mi emparedado. Justo cuando el ultimo pedazo de pan entro a mi boca sonó la campana de regreso a clases lo trague con ayuda de un trago de agua. Y me fui.

[*]

Las horas pasaron lentas bastante, mas para mi que soy u a persona algo imperativa. Trate de contenerme pero mis ansias aumentaron al ver pasar ala pelirroja de el almuerzo. No tendría ala castaña por el momento así que nos divertiremos esa chica y yo por mientras.

Aun me divertiria con la pelirroja seguir en mi búsqueda de aquella chica de ojos miel. Se que se oye enfermo esto de estar con dos pero mis mas bajos instintos me piden a gritos mas cada día e ignorarlos no es una opción porque al hacerlo me terminaré destruyendo yo mismo. Escucho la campana de salida. Mi cuerpo se mueve de una manera tan ágil y casi felina diría que logre salir antes que todos. A pesar de estar en los últimos asientos.

A lo lejos diviso la melena color cobre de la chica meneándose por el ritmo que lleva al caminar con tantos libros en sus frágiles brazos. La veo dar vuelta ala derecha en la esquina del pasillo principal a unos tres metros antes de la salida ¿A donde diablos va?. La sigo sigilosamente hasta que la veo salir por una puerta de emergencias que esta al final del corredor por el que vamos. Me percato que nos dirigimos a otro edificio.

Entra a este, yo me quedo a unos cuantos metros de este al darme cuanta que es la biblioteca. Me asomos por un ventanal de este, la veo dejar la pila de libros que lleva en una especie de carrito color plateado después se dirige al mostrador, intercambia unas palabras con la decrépita mujer que esta en el lugar y sale. Comienzo a caminar a su dirección y choco con ella intencionalmente.

- Lo siento mucho no fue....- sus palabras se quedan a medias al verme.

- No fue mi culpa yo no venia prestando atención.- digo mirándola a los ojos. Un ligero rubor se deposita en sus pecosas mejillas, una sonrisa de satisfacción se dibuja en mi rostro al verla así.

- Lo siento ... ¿No te hice daño?.-Sus ojos toman ese brillo que les faltaba hace unas horas cuando la vi por primera vez.

- No .- dice de pronto agachando la mirada. Miro el suelo y me doy cuanta que están barrios libros tirados. Me dispongo a recogerlos pero ella me detiene.

- Gracias pero yo puedo hacerlo sola.- me toma de la mano para que no tome sus libros.

- Yo fui quien te hizo que se calleran deja que al menos con esto me disculpe.-Vaya ni yo me la creo a ver dicho eso, me salio la voz tan naturalmente caballeroso. Termine de recoger los libros y empecé a caminar en la dirección en la que se dirigía.

- Espera.- la chica corre hacia mi.-¿Adonde vas con mis libros?



#10985 en Joven Adulto
#41476 en Novela romántica

En el texto hay: psicpata, amor toxico

Editado: 06.04.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.