Un DÍa Para Conquistar A Mi Crush

CAPÍTULO 7

—¿Qué Leila hizo qué? —preguntó mi mejor amiga, abriendo los ojos como plato y casi ahogándose con su bebida.

—Besó a Thomas Jefferson, —repitió Dylan.

Chloe comenzó a toser desenfrenadamente. Dylan ríe mientras nuestra amiga se ahogaba con su bebida.

Después de que Chloe dejó de toser, mi mejor amiga, indignada, expresó:

—Casi me dejan morir, par de idiotas.

Me reí ante su comentario.

—Entonces, Leila besó al chico que te gusta delante de ti. —enfatizó, mirándome fijamente, haciendo una mueca de disgusto.

Dylan y yo asentimos con un movimiento de cabeza.

—Hombres, todos iguales —soltó mi mejor amiga, hastiada, poniendo los ojos en blanco.

—Oye, ¿acaso se te olvida que soy hombre? —protestó Dylan, indignado, poniendo mala cara.

—No, tú eres un hombre ejemplar, más hombres como tú el mundo merece —expresó Chloe con voz tierna, depositando un beso en la mejilla del chico.

Dylan sonrió pícaramente ante la acción de mi mejor amiga.

Estamos en una pizzería cerca de la casa de Chloe. Dylan me llevó a casa después de ese altercado que hubo en la tienda de DVD hace un par de horas. Él se fue a su casa después de eso, pero antes de irse, me dijo que saldríamos y que no me permitiría estar tirada en la cama viendo películas románticas mientras lloro. No podía decirle que no, porque ya estaba llamando a Chloe para decirle que hoy saldríamos y pasaríamos la noche en su casa.

Resignada y sin mucho ánimo, tuve que prepararme. Mi madre me cuestionaba sobre mi estado de ánimo, ya que lo veía bajo. Le dije que fue a causa de un video triste que vi en TikTok, y a duras penas se lo creyó, a pesar de que sabe lo sensible que puedo ser. No quería contarle el verdadero motivo, no porque no le tenga confianza, sino simplemente porque prefería guardarlo sin tener que dar tantos detalles sobre el tema.

No me sorprende que Dylan y Chloe fueran a buscarme; siempre fue así. Si alguno de nosotros se siente mal, vamos a buscarlo a su casa para salir y mantener su mente ocupada, para evitar que piense demasiado.

—¿Qué hacían en la tienda de DVD ustedes dos sin mí? —preguntó Chloe, apuntando primero a Dylan y luego a mí.

Fingía estar molesta e indignada.

—¿Acaso ahora salen a mis espaldas? —interrogó con falsa tristeza y enojo.

Yo negué con la cabeza repetidas veces y me reí de ella de la manera tan tierna que hace su drama. Mientras tanto, Dylan tontamente intentaba replicar por qué no la invitamos.

—Bebé Chloe, tú no podías ir, —dice el chico encogiéndose de hombros.

—¿Y por qué no? —cuestiona mi mejor amiga haciendo gestos bastante tiernos con la cara.

—Sabes que eres tan adorable, Bebé Chloe, —expresa Dylan llevando una mano a su cabello para desordenarlo.

—Dylan, —chilla Chloe por el desorden que le había hecho nuestro amigo.

Él simplemente se encoge de hombros sonriendo.

—Mira lo que has hecho, arruinaste mi cabello bien peinado, —dice fingiendo estar molesta mi mejor amiga mientras intentaba arreglar su cabello todo desordenado.

—Relájate, chica, lo puedes volver a peinar y listo, —suelta Dylan con total tranquilidad y sin dejar de sonreír.

—Me la vas a pagar, —expresa ella apuntando al chico indignada y con falso enojo.

—Chloe Hosterman, ¿me estás amenazando? —dice él, llevando una mano al pecho sorprendido.

—No, es una advertencia, caballero Dylan Ledesma, —responde guiñando el ojo a él.

Este escenario era bastante gracioso, así que no pude evitar soltar una carcajada. Ellos me miraron para luego hablar al unísono:

—¿Qué es tan gracioso?

Me dolía la panza de tanto reírme; cuando por fin dejé de reír, me encontré a ambos mirándome con indignación.

Negué con la cabeza y seguí comiendo mi último pedazo de pizza.

Y así de fácil fue como Dylan la pudo distraer a Chloe para que no siguiera cuestionando qué hacíamos sin ella en una tienda de DVD.

Pasamos un momento bastante agradable, haciéndome olvidar completamente aquel incidente en la tienda de DVD. Mis amigos son los máximos, siempre están en cualquier circunstancia.

Bromeamos y reímos sin cesar, nos tomamos un par de fotos súper aesthetic y lo subimos en nuestra historia de instagram. Dylan posteó una imagen de los tres juntos haciendo caras muy graciosas y escribió:

<<Falta unas cuantas horitas nada más para el cumple de nuestra pequeña bebé Chloe😭🥳>>

Chloe compartió una foto donde los tres sonreímos muy contentos y también escribió algo.

<<Pasando el rato con mis mejores❤️✨️>>

Yo compartí un corto video matándonos de la risa cuando Dylan hizo una cara bastante extraña pero muy graciosa. También escribí algo:

<<Gracias por cada momento, son los máximos. Nunca me falten💗🥺>>.

Pasaron las horas y el reloj casi marcaba las diez y media de la noche. Después de un día lleno de risas y bromas, todos estábamos de acuerdo en que era momento de dirigirnos a la casa de Chloe.

Entre risas contagiosas y empujones amistosos, llegamos finalmente a la casa de Chloe. La vivienda se alzaba imponente, iluminada por las tenues luces del porche.

Mi mejor amiga, con una sonrisa radiante, tomó la delantera y abrió la puerta de la casa, invitándonos a entrar con un gesto acogedor. Al cruzar el umbral, nos recibió la cálida presencia de la mamá de Chloe sentada en el sofá viendo una novela turca, quien nos dio la bienvenida con los brazos abiertos y una expresión amable en el rostro. Sin embargo, noté la ausencia del padre de mi mejor amiga, quien de seguro estaba de viaje por el trabajo.

—Hola, suegrita —saludó Dylan con una sonrisa encantadora, estrechando amistosamente a la mamá de Chloe.

La señora levantó una ceja en una mezcla de sorpresa y escepticismo al escuchar las palabras de Dylan. Mi mejor amiga, quien observaba la escena con incredulidad, negó con la cabeza sonriendo.



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En el texto hay: crush, amor, amistad

Editado: 05.03.2024

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